Tinta

69. Pieza Por Pieza

El silencio y la palabra tienen el mismo poder; el don de consolar hasta el alma más rota o destruir pieza por pieza el sentimiento más puro.

Viéndola frente a ella; a unos cuanto pasos de tocarla, confundida, molesta e impaciente; Normani supo que no tenía opción. No tendría que elegir entre una u otra opción. Solo había un solo camino que podía tomar y era el que iba a elegir.

-¿Y bien? ¿No hay una explicación?-cuestionó nuevamente Ally, pero dirigiéndose únicamente a Normani. En su mirada buscaba encontrar una respuesta, encontrar una justificación o lo que sea, pero encontrar algo. En cambio Normani no podía dejar de evadir su mirada cada cinco segundos-. ¿Qué estás haciendo aquí, Thomas?

Con toda la fuerza que pudo encontrar entre la conmoción que sentía, Ally caminó decidida unos cuantos pasos, siendo cada uno más seguro que el anterior sin embargo, no logró acercarse tanto, algo se lo impedía. Vio a Normani y entendió su confusión, así que no dudo en enfrentarse una vez más a causa del silencio que se había establecido entre ellos.

-Te hice una pregunta Thomas, ¿qué estás haciendo aquí?-insistió Ally-. No eres bienvenido a este lugar ni en ningún lugar donde este mi familia, ¿no te cansas de estar siguiendo a alguien que no tiene el mínimo interés en ti?-exclamó en un intento por defender a Normani y darla a respetar.

Thomas se pasó una mano por su cabello y luego se arregló el cuello de la camisa que tenía mientras veía a la pintora con cierta altanería. Se limitó a poner una sonrisa de lado llena de satisfacción y desprecio a la que Ally le tenía muy poca paciencia y suspiró con tanta calma y despreocupación, como si no le importara nada que provocaba que la pintora comenzara a desesperarse.

-En realidad yo no tengo que responder ninguna de tus preguntas, Allyson-respondió a lo que Ally puso los ojos en blanco en señal de molestia al escuchar su nombre-. Yo no tengo nada qué decirte-reiteró con confianza-. ¿Qué hay de ti, Normani?-cuestionó burlonamente.

Ante aquello Normani lo miró con enojo, Theo caminó hacia Ally que parecía muy confundida con aquello último. Cuando estuvo frente a ella le tomó el brazo cariñosamente y desinteresadamente e hizo que retrocediera unos cuantos pasos en un intento por protegerla, incluso por alejarla de ahí.

-¿Ya has tomado una decisión?-murmuró divertido Thomas.

-Si te callaras, pensaría con facilidad-espetó Normani en el mismo tono de murmullo.

-Si no dices nada, seré yo quien lo haga-amenazó Thomas-, y no voy a tener ningún reparo con mis palabras. Decide.

Normani sintió sus ojos humedecerse ligeramente y con mucha rapidez llevo sus manos a secarlos con cuidado, mientras le daba la espalda a Theo y Ally que se mantenían en silencio. Vio a Thomas reírse falsamente y negando repetidas veces, harto de la situación y lo mucho que le estaba tomando irse de ahí con el asunto resuelto.

-Hazlo o lo hago yo-advirtió serio, con la voz firme y sin ninguna vacilación. A Normani hasta le dio miedo de pensar que él sería quien hablara con Ally y no ella.

-Ally no va a aceptar que me vaya de su vida así nada más, no va creer nada de lo que diga si estás tú de por medio o tiene que ver contigo. No va a creer ni una sola palabra. Si me voy y la dejo, ella va a buscarme. Ella confía en mi-justificó Normani como último intento de negarse, ya estaba desesperada. Era su último recurso.

Pero aquello Thomas solo lo tomaría a beneficio.

-Entonces solo te queda una cosa que hacer para que funcione como yo dije-respondió serio-. Rompe esa confianza que ella tiene en ti... Rompe su corazón y ella no volverá a buscarte-opinó sin que ninguna de sus palabras le pesara-. Si tú no la convences lo haré yo. Y si dices algo que no conviene también voy a intervenir. Aquí las cosas las tienes que hacer como yo digo, no tienes otra.