31. Todo Tiene Su Tiempo

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Sin presiones, sin prisas, existe una buena razón para que las cosas sucedan y aún más importante es que todo tiene un tiempo determinado. Un tiempo que no ponemos nosotros.

DOS DÍAS DESPUÉS

La biblioteca siempre le había a Normani  parecido un buen lugar para estar, de hecho en ese momento mientras escribía un trabajo de su clase de literatura le daba oportunidad de sentirse tranquila. De sentirse bien y de saber que lo que estaba haciendo era lo que quería y cómo lo quería.

—¿Vas a decirme ahora por qué estás tan contenta últimamente?—preguntó Lauren a una Normani que veía por las ventanas altas de los muros—. Han pasado días desde que te he preguntado y sigues sin hacerlo, de hecho te ves bastante diferente—dijo frunciendo el ceño examinando a Normani.

—¿Diferente cómo?—preguntó Normani bastante sorprendida y en ese momento nerviosa porque los ojos verdes de Lauren estaban puestos en ella—. ¿Y eso te parece que está mal, Lauren?

Una leve ola de nervios corrió por el cuerpo de Normani al ver que Lauren tardaba en responderle y sobre todo porque seguía sin apartar la mirada. Le había dado muchas vueltas a esa pregunta los últimos días pero ya no quería hacerlo más y se daba cuenta que no sabía la razón por la que lo había hecho porque fácilmente pudo explicarle a Lauren lo que pasaba. Tal vez ese era el momento justo de hacerlo.

—No, no. Por supuesto que no Normani, jamás dije que estuviera mal—aseguró Lauren viéndola—. Solo que te veo más emocionada y no sé cuál es la razón, ni siquiera me lo imagino pero no te preocupes yo solamente quería...

—Lauren tengo que decirte algo—interrumpió Normani bajando un poco el tono de su voz pero logrando captar la atención de su amiga—. Debo hablar contigo de unas cosas que han estado pasando últimamente, y con eso sabrás la respuesta de la misma pregunta que me haces todos los días.

—¿Has arreglado las cosas con tu padre?—preguntó Lauren un poco emocionada pero Normani dejó salir un pequeño suspiró bastante triste—. Es lo único que se me ha ocurrido que podría estarte pasando.—Normani sonrió y negó con la cabeza.

—En realidad creo que sería todo lo contrario con la situación de mi padre, creo que no ha mejorado sino al contrario—confesó Normani empañando con ese tema un poco la alegría que tenía—. Lo que te quiero decir no está relacionado directamente con él.

—¿Entonces qué es?—Normani suspiró. Ese era el momento o no lo haría después.

—¿Lauren que pasaría si te dijera que me gusta alguien...?

—Pues que me emocionaría mucho por ti y te pediría que me dijeras como fue todo—respondió la chica de ojos verdes con una amplia sonrisa en el rostro interrumpiendo a su amiga—. Esperaría que me lo dijeras y...

—¿Aunque se supone que no debería salir con esa persona?—preguntó Normani con voz suave y vio cambiar la expresión en el rostro de su amiga.

—¿A qué te refieres con eso exactamente?

—Creo que lo escuchaste bien Lauren, sé que hay personas que no estarían de acuerdo y por eso te digo que se supone que no debería gustarme. Y aún así lo hago —confesó Normani sonriendo, no era algo de lo que se avergonzaba—. Yo... quiero ser directa contigo, tú lo has sido conmigo en el pasado así que lo haré.

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