Existe ese momento, en el que todo cambia de manera impredecible y en silencio.
Feliz era la palabra que más le gustaba para definir lo que estaba sintiendo. Ally estaba tratando de pensar en alguna otra más que se acercara a lo que estaba experimentando, era algo como si no cupiera en su cuerpo. Algo que iba más allá de todo lo que había sentido en el pasado y no quería dejar de sentirlo, no quería acostumbrarse tampoco pero no le molestaba en absoluto sentirse así. Se sentía maravillosa.
La pintora no había bajado el café más allá de la mitad de la taza, tampoco se había comido todo el pastel y únicamente jugaba con la cuchara sin llegar a dar un solo bocado. «Un bebé» pensó, su hermano iba a tener un bebé junto a su novia y ella estaba muerta en ternura con la sola idea de imaginarlo. En su mente la imagen de un pequeño, frágil y hermoso ser, que sentía las ansias por ya verlo. Sentía que ya lo amaba sin siquiera conocerlo, sin siquiera haberlo visto una vez.
«Mi sueño» Respiró profundo al pensar en que estaba comenzando a hacer lo que le gustaba, lo que amaba desde hace mucho. Saber que las veces que se había esforzado y las veces que había sentido que no iba a funcionar, finalmente había rendido fruto y de una de las mejores formas posibles era algo completamente satisfactorio. Todo siempre tenía recompensa y el esfuerzo solo era un factor pequeño de ello.
No pudo evitar suspirar audiblemente.
— Si no estás pensando en mi, creo que debería ponerme celosa de que estés tan ausente—la voz de Normani en un reclamo la trajo levemente de vuelta a la realidad, y la vio dejando a un lado su taza, frunciendo el ceño.
Ally levantó su mirada al escuchar su voz porque había estado un poco perdida dentro de su mente, pero no soltó la cuchara con la que se suponía estaba comiendo el pastel y se limitó únicamente a observarla. «Mi novia» sonrió suspirando aún más que las veces anteriores, apoyando su rostro con su mano libre mientras la miraba fijamente, mientras Normani la miraba de vuelta con una ceja enarcada. Ally detalló su rostro y su forma de mirarla; era tan hermosa que pensó que debía haber alguna otra palabra más para definir con exactitud su belleza porque estaba segura que eso no se mantenía encerrado en el significado de una palabra que ya existía. Ella era otro nivel de belleza que no había visto antes.
— Estaba pensando en la noticia que nos dio Brandon, es maravillosa. Estoy muy emocionada por él—aclaró Ally con voz tenue, evitando mencionar lo que realmente había pensado al final—. La verdad, no me lo habría esperado pero... es increíble—dijo jugado con el pastel.
— Lo sé, fue una noticia muy bonita—concordó Normani, completamente sincera—. Espero que todo salga muy bien y que ese bebé se parezca mucho a su familia—confesó con una sonrisa llena de esperanza.
— ¿A mi familia?—preguntó Ally un poco confundida, observando a Normani asentir con la mirada en su plato ahora ya vacío—. ¿A qué te refieres con eso, físicamente dices?
— Pues sí, que se parezca a ustedes pero no solo físicamente, a lo que me refiero es que sea una muy bonita persona—explicó Normani resbalando su mano derecha sobre la mesa y posándola por encima de la tibia mano de Ally—. Y que vea el mundo de la misma forma que lo ves tú.
Al escuchar esas palabras, casi susurrantes, fue imposible para Ally no apretar su mano entre la suya de manera cariñosa y después entrelazar sus dedos. Normani siempre tenía esa clase de comentarios que la hacía sentir especial, que la hacia sentir amada así fueran solo dos palabras porque la sinceridad estaba marcada en cada una de ellas.
Y por eso estaba segura que Normani no le podía mentir, no a ella.
— No sé por qué pero tengo el presentimiento de que tendrás razón y que así va a ser—confesó la pintora mirándola fijamente a los ojos.
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Tinta
FanfictionObservó todo a su alrededor en la cafetería y nada la inspiraba. Ni siquiera el cielo en el cual parecía que el sol y la lluvia libraban una batalla, ni la música, ni el olor a café. Pero miró hacia el frente y ahí estaba, su inspiración, una esenc...