Su primera vez🔥

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—¿Estás cómoda?

—Sí. Anda, ya ven a sentarte.—Shawn me rodeó con sus brazos y tomó el control remoto de la televisión. Abrió su cuenta de Netflix y comenzó a buscar alguna película que no fuera basura.

—¿Tienes en mente alguna película?

—No.—Después de media hora y media bandeja de palomitas después decidió seleccionar con Justin Timberlake de protagonista.

Subí mis piernas a sus muslos y recargue mi cabeza en su hombro. Nos sentíamos cómodos, o al menos así era antes de las escenas de sexo que tenía la película.

Él y yo habíamos entrado en un cierto punto donde la tensión sexual entre nosotros era tan densa que casi podía tocarse.

Eso no significaba que no habíamos tenido intimidad antes, habíamos tenido nuestros momentos pero siempre parábamos antes de ir demasiado lejos.

Comencé a sentirme algo incómoda y pude notar que él también. Comenzamos a mirarnos de reojo dejando de lado el asunto de la película y entonces, antes de que alguien dijera algo, tomé la iniciativa y me senté a horcajadas sobre sus piernas.

—¿Que haces?.—Por instinto posó sus manos en mi cadera y me miró con nerviosismo.

—¿Cuanto tiempo tardarán tus papás?

—Llegarán tarde.

—Vamos a tu habitación.—Antes de que éste dijera algo le tomé por las mejillas y comencé a besarle con una lentitud delirante.  Sentí sus manos en mi trasero y se impulso para poder levantarse con cuidado.

Teníamos a nuestro favor que su habitación se encontraba en la planta baja y no tendríamos que correr riesgos subiendo las escaleras. Una vez dentro de su habitación me dejó sobre la cama    y se separó de mis labios.

—¿Realmente quieres hacerlo? Que hayamos visto esa película no quiere decir que...

—Quiero hacerlo. Me frustra estar contigo y nunca llegar a nada. Estoy muy segura de lo que quiero.

—¿Que es lo que quieres?.—Me dijo con una sonrisa tímida mientras se recostaba sobre mi cuidando de no dejarse caer sobre mi.

—Quiero que seas el primero.

—Será un honor.

Comenzamos de una manera simple, solo nos brindabamos caricias inocente por encima de la ropa mientras me besaba de una manera lenta. Una de sus manos se colo bajo mi blusa y desató mi sujetador después de varios torpes intentos fallidos.

Antes de que él comenzara a quitar mi blusa logré quitar su playera y pasar mis manos por su abdomen. Retiró las prendas superiores de mi cuerpo y me miró sin pudor alguno.

—Eres hermosa.—Lo atraje hacia mi para que dejara de mirarme y comenzó a repartir pequeños besos húmedos en mi cuello y hombros.—Tienes tiempo para reconsiderar la situación. No quiero que te sientas mal o culpable.

—Estoy bien. Quiero seguir al menos que tú no quieras.

—¿Estás bromeando? Tengo muchísimo tiempo en abstinencia, lo necesito más de lo que podrías imaginar.

Volvimos a nuestra sesión de besos por un tiempo hasta que sentí sus manos en el borde de mis jeans. Los desabrochó y comenzó a bajarlos con paciencia hasta detenerse en mis pies y reír por una cosa. Seguía con los zapatos puestos y le había matado su momento.

Me quitó los zapatos y retiró mis jeans de mi cuerpo. Al verle admirarme como lo hacía me hizo agradecer el hecho de no haber sido idiota y haberme puesto unas bragas decentes.

Subió nuevamente a mi rostro y me miró un largo lapso de tiempo. Se levantó de la cama y caminó a su cómoda de ropa. Pude notar el prominente bulto en la parte de en enfrente de su pantalón haciendo que comenzara a sentirme un poco más nerviosa.

—¿Que haces?

—Busco un preservativo. A los chicos se les hizo muy gracioso regalarme una caja de estos frente a mis padres en mi cumpleaños. No fue tan inútil después de todo.— Regresó a mi lado con un paquetito azul entre los dedos, tomó una sábana y la dejó a mi lado.

Observé con detalle y algo intimidada como se deshacía de su cinturón y sus pantalones. Me observó algo divertido al ver el nerviosismo retratado en mi cara, se posó sobre mi y me acarició la mejilla.

—No estés nerviosa, voy a ser muy cuidadoso. Lo prometo.

Antes de comenzar a retirar la última prenda que cubría mi cuerpo me besó por unos delirantes minutos y contorneó mi figura con sus manos.

Nada me estaba cubriendo, ya no  había vuelta atrás. Traté de mantenerme quita mientras lo veía trabajar en privado con el preservativo. Se posicionó entre mis piernas y antes de hacer algo más volvió a hablarme.

—¿Estás completamente segura?

—Solo hazlo.

Sentía presión y una rara sensación invasiva en mi zona baja, me abracé a su espalda y mordí ligeramente su hombro al sentir una leve punzadas.

—¿Quieres que pare?

—No, sigue.

Era una sensación nueva y poco a poco comencé a disfrutarlo al punto de darme el gusto de dejar escapar algunos suaves gemidos en el oído de mi novio haciendo que éste se esmerara aún más en su trabajo. La sensación placentera comenzó a ser cada vez más intensa al igual que sus movimientos. Tomé la libertad de mirar como Shawn mantenía los ojos cerrados y mordía su labio inferior completamente concentrado.

—Déjate llevar.—Me susurró una vez que aquellas sensaciones eran tantas que no podía soportar. Estaba agotada, todo el esfuerzo que esto implica había acabado conmigo pero aun así Shawn no se había detenido. Una vez que lo hizo se quedó inmóvil y después se recostó a mi  lado. Tomó aquella sábana azul y nos cubrió a ambos, después de eso, nadie dijo nada. Pasó su brazo por debajo de mi cuerpo y me estrechó al suyo con amor.

—¿Cómo te sientes?

—Me gustó.—Confesé con algo de pena.

—Me encanta tu inocencia.—Dijo dejando escapar una suave risita antes de besar mi sien.—Te amo.

Finalmente solo nos dedicarnos enteramente a hacernos cariñitos antes de quedarnos dormidos.

{Shawn Mendes One Shots}^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora