{Shawn Mendes One Shots}^

Darkness👻

💀

—Creo que tiene que explicarme muchas cosas por la mañana.

Shawn asintió sin darle mucha importancia y entonces se dió a la tarea de recostarme en la cama y hacer de lado todas las cosas sobre esta.

Pasar tiempo con él ahora era casi imposible desde que nos mudamos y, aunque sea un poco vergonzoso admitirlo, me había convertido en un extraño tipo de ninfómana desde que mi embarazo comenzó.

Me olvidé de todo lo que últimamente ocurría por el simple hecho de tener a mi esposo entre mis piernas. Por un momento abrí los ojos y dirigí mi vista hacia la ventana viendo cómo alguien nos veía detrás de esta.

—Shawn. Hay alguien viéndonos por la ventana.—Este me miró extrañado y se levantó de la cama cubriendo sus partes con una sábana.

—Allá afuera no hay nada, cielo. Además estamos en segundo piso.

—Te juro que había alguien ahí.

—De seguro fue algún animal. Creo que será mejor si duermes ahora.

—Y lo que estábamos...

—Ya será otro día, descansa.

.

—¿Dormiste bien?.—Mi esposo besó mi frente y dejó un paquete de galletas en mi mesa de noche.

—Sí, me hizo falta terminar la noche.

—En cuanto las cosas se calmen te compensaré. Tengo que irme a trabajar, después pasaré a donde Henry y le pediré las listas.

—Gracias, cielo. Te veré por la noche.

Una vez que Shawn estuvo fuera de casa me dispuse a terminar mis tareas domésticas y tomarme el resto de la tarde en tratar de unir los cabos sueltos que conectaban a aquel pequeño espectro con mis vecinos. No fue necesario ir tan lejos ya que, como era costumbre, Ethan llegó a mi hogar trayendo consigo una caja de donuts.

—¿Que tal te sientes, Maya?, ¿Cómo está Dane?

—Está bien. ¿Te quedas a comer?

—Sí.—Perfecto, podré llenarle de preguntas sin problemas.

Serví en dos platos una gran cantidad de mi famosa pasta al pesto y un poco de vegetales los cuales observé con cuidado como Ethan los retiraba de su plato.

—Ethan, ¿Puedo mostrarte un par de cosas?.—Éste me miró con picardía y rió.

—Sí, ¿Que sucede?.—Saqué del cajón de la cocina todas las fotografías que había encontrado y las coloqué sobre la mesa haciendo que éste me mirara con seriedad.—¿De dónde sacaste eso?

—De mi ático.—Trató de tomarlos pero se lo impedí. Éste me miró serio y me contestó de mala gana.

—No tienen nada que hacer aquí. Ni siquiera tengo que darte explicaciones.

—Hay algo en este lugar que me aterra y si encontré tus fotografías fue por alguna razón. Tienes que ayudarme.

—¿Que quieres saber? No hay nada interesante. Déjalo en el olvido.