{Shawn Mendes One Shots}^

Reconciliación💖

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—¡No! ¡Tú no vas a llevarte a nadie de este maldito lugar! ¡Es mi bebé!.—Mis gritos son severos pero no lo suficientes como para intimidar al hombre frente a mí.

—¡También es mía! Fuiste tú quien...

—¿Quien qué? Te recuerdo que fuiste tú quien terminó con lo nuestro. ¡¿Porque vienes a gritarme cuando tú fuiste quién me abandonó?!

—¡Pero no sabía que estabas embarazada!

—¿Y si no fuese así te hubieses quedado?.—Solo se limita a cerrar la boca.—Quisiste otra vida y lo entiendo. No puedes arrepentirte de algo que tú elegiste. No es justo, Shawn.

—No llores, por favor.—Muy tarde para decirlo, idiota.

—Entonces no lo provoques. Déjanos, ella está bien, yo le doy todo lo que necesita. Me tiene a mí y eso basta.

—Yo quiero estar presente. Tampoco seas injusta con ella.—Guardamos silencio un momento. Tratamos de controlar los sentimientos que comienzan a ahogarnos.

Esto está jodidamente jodido.

Shawn y yo terminamos nuestra relación cinco horas antes de enterarme que me encontraba esperando un bebé suyo. Debido a un orgullo muy estúpido y falta de madurez de ambos decidí simplemente no decírselo y asumir la completa responsabilidad del asunto.

No tengo idea de quién le ha hecho llegar esta información ni de como ha conseguido mi dirección. Solo sé que ahora nos enfrentamos en una discusión que parece no tener fin.

—Es hora de sentarnos y arreglar esto.—Sentencia.—Somos adultos, por dios, tenemos una bebé. No podemos seguir actuando como adolescentes.—Comenta en un suspiro cansado.— Escucha, fuí un completo tonto al dejarte ir, lo sé. Seguí algo pasajero por querer vivir una aventura y la cagué. Asumo la culpa. Pero tú no debiste ocultarme algo tan grande como lo fue tu embarazo, debía estar ahí para ti.

—Estaba herida. Me sentía humillada, ¿Crees que fue fácil para mí asimilar que el chico que fue mi novio por años me estaba dejando por una chica de moral dudosa? Sentía que, si te ataba a mí con la bebé me odiarías.

—Nunca te odié. Nunca lo haría. Eres lo más bonito que me ha pasado en la vida. Y no tienes idea de cuánto deseo que esa aventura fuese un sueño y no haberme perdido de nada. De ver ese brillo tan hermoso en tus ojos, tu vientre volverse redondo conforme pasan los días, presenciar el nacimiento de esa pequeña bebé.

—Ya no sigas...

—Sabes, nunca dejé de amarte. Lo he hecho con todo mi corazón desde hace más de cinco años. Lo de esa mujer fue un completo error y no tienes idea de cuánto me arrepiento. Te amo. ¿Tú también lo haces?

—Sí.

—¿Y volverías conmigo?, ¿Por mi?, ¿Por nuestra bebita?

—No sé.—Toma mis mejillas y las acaricia con dulzura llevándose con sus pulgares el resto de mis lágrimas. Besa la punta de mi nariz y roza sus labios con los míos antes de unirlos en uno solo.

Oh como lo extrañé.

—Vuelve a mi lado. Vuelvan conmigo a casa y olvidemos esto poco a poco. Me encargaré de obtener tu perdón de manera honesta y nada me haría más feliz que tener a mis dos hermosas chicas a mi lado.

—Sí.—No sé si sea lo mejor pero mi corazón me dicta que algo dentro de él es sincero.

Siento sus besos ir más allá y sus manos se deslizan a mi cintura. Me abrazo a su cuerpo dejándome llevar por el momento teniendo pensamientos algo impuros sobre lo que pasará después pero son interrumpidos por nuestra hijita de dos meses de edad.

—Yo iré.—Dice sonriente.—Gracias por esta oportunidad.

Estas palabras las ha repetido cada día de nuestras vidas desde hace más de treinta años. Nunca falló a su palabra. Las segundas oportunidades algunas veces si funcionan.

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