{Shawn Mendes One Shots}^

Used to This ❤️

Dedicado a @s-sweet_

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"No, nunca me gustó San Francisco. Nunca pensé que fuera un lugar especial hasta que me besaste allí. No, nunca me gustaron las ciudades con viento pero creo que tal vez cuando estás conmigo me gusta cualquier lugar"

¿Se han preguntado alguna vez como las cosas cambian en un instante? Como si un simple chasquido de dedos fuese capaz de cambiar las perspectivas de las cosas; ¿Cómo puedes tener a tus manos el control completo de tu vida y en un pequeño parpadeo tener todo de cabeza?

Estoy llena de dudas y miedos... pero no cambiaria absolutamente nada este sentimiento si al hacerlo le pierdo a él.

Me he impregnado de su esencia, me estoy acostumbrando y aprendiendo a adorar cada singularidad que posee. Puedo y quiero vivir con ello por todo el tiempo que me sea posible.

❤️

San Francisco, California.
2017.

—¿Cómo puedes odiar este sitio, Jess? Es uno de los sitios más... amigables de este país.

—¿Enserio?, ¿Amigable?.—Estoy por echarme a reír ante la decisión de sus palabras. Solo me mira con una sonrisa tímida y decide seguirme el paso ante aquel enorme espacio frente a nosotros.

—Es la ciudad más cercana a casa, lo siento.

—No te disculpes. Esto está bien. Esto es momentáneo, lo prometo.

Es tarde, salimos de la última función de una mala película en un cinema cercano a nuestro motel. Si, nos hospedamos en un viejo motel por ser fugitivos de los incómodos problemas familiares. No es una tarea fácil.

Me da mi espacio durante todo nuestro camino, trata de mantenerme al hilo contándome anécdotas y opinando acerca de la película que acabamos de disfrutar y, justo antes de entrar al establecimiento donde vivimos momentáneamente, me detiene sujetando mi mano con suavidad.

No dice nada a pesar de leer perfectamente la confusión en mi rostro, no dice nada ante mis preguntas, solo puede apegarse a su cálido cuerpo y rozar suavemente su nariz con la mía en algún tipo de beso esquimal hasta que me besa los labios con delicadeza.

¿Realmente esto está sucediendo?

Tal vez San Francisco no sea un lugar tan malo después de todo.

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"Es el sentimiento más extraño. Medianoche, no me voy.  No, por una vez, creo que me quedaré.  Digo tu nombre, sólo escucha ¿No suena diferente? Nunca lo susurré de esta manera."

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Chicago, Illinois.
2018.

—¿Puedes creer que ahora vivamos en la famosa ciudad de los vientos? Nunca creí llegar tan lejos.—Suspiro satisfecha al ver el pequeño apartamento para dos que nos hemos conseguido a base de esfuerzo mientras le escucho. Tiene razón, nunca pensé llegar tan lejos.

No soportaba un segundo más en casa y Shawn estaba listo para independizarse, él ha decidido llevarme consigo desde aquel día en San Francisco y no puse resistencia a la idea. Fue un año difícil para ambos ya que, de alguna manera, teníamos que conseguir los fondos suficientemente para llevar a cabo este enorme cambio el cual se logró sin problemas. A pesar de estar un poco indecisa sobre este sitio no quise decir nada.No me gustan más ciudades grandes pero estando con él, esos detalles pasan desapercibidos.

Sus manos se adhieren a mi cintura y apega su pecho a mi espalda, siento su cálido aliento en mi oreja y suspiro algo jadeante ante la sensación. Demonios, ¿Cómo le hace para hacerme flaquear de esta manera?

—Shawn.—Nunca creí susurrar su nombre de esta manera. Siempre lo he dicho entre risas o falsos enfados. Nunca en un susurro tan delicado y lleno de nerviosismo ante su toque.

Algo está cambiando. Me está asustando... pero no quiero dejarlo ir. Nunca.

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"No, nunca me gustó el tequila pero hay algo cuando te veo creo que necesito un trago. Y los callos en tus dedos, los admiro desde la distancia. Y ahora, están en mi mejilla..."

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Manhattan, NYC.
2019.

Nunca creí ser capaz de tomar algo más que una copa de vino barato en mi vida, nunca creí necesitar del alcohol para ser valiente frente al que ha sido mi compañero de vida durante años, nunca creí ser capaz de temblar ante el ligero toque de sus dedos en mi piel. Y aquí me tiene, haciéndome sentir la mujer más poderosa y débil del planeta.

Le observo con cuidado a la distancia en esta pequeña habitación de hotel, sus dedos se mueven con destreza sobre aquel instrumento acústico de cuerdas y me hacen desear sentirlos sobre mí ahora mismo.

Su falta de camiseta me deja admirar todos y cada uno de sus distintos tatuajes y la manera en la que sus algo trabajados músculos se tensan ante aquella tersa piel.

Demonios, ahora sé que lo amo.

Su sonrisa recae sobre mi al notar la dedicación en la que le miro, deja su instrumento de lado y anda sobre la cama a gatas hasta llegar a mi lado. Suspiro ante la caricia de sus ásperos dedos en mi mejilla y... simplemente me dejo llevar al sentir su cálido aliento en mis labios.

A pesar de no ser la primera vez que me hace suya, cada vez que ocurre... me hace sentir la mujer más afortunada de este maldito mundo.

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"Me va a tomar un minuto Pero podría acostumbrarme a esto. La sensación de tus dedos. El sentimiento de otro beso. Me va a tomar un minuto pero podría acostumbrarme a esto."

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Chicago, Illinois.
2025.

El suave arrullo de su voz me despierta en medio de la noche, elevo mi cabeza un poco entre aquellas cálidas mantas y le observo con cuidado frente a nuestra cama meciendo entre sus brazos descubiertos a aquel pequeño bulto de mantas rosadas mientras le arrulla con una suave melodía.

Al notarme despierta me sonríe con dulzura y se acerca a mí para dejar a aquella pequeña bebé entre mis brazos.

—Mira quien está despierta y algo rebelde. Perdona, Jess. No quería despertarte.—Le recibo gustosa y admiro aquella suave carita bien parecida a la de su padre mientras siento los labios de este posarse en mi cabello.

¿Pueden creer que, a pesar de todos estos años y tantas experiencias, aún no me creo el vivir una vida de ensueño con él? Bueno, creo que puedo acostumbrarme a esto.

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"Como cada tatuaje en tu piel. Memorizando cada pulgada. Podría acostumbrarme a esto. Podría acostumbrarme a esto, definitivamente."