Lights Out 💖

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Espero pacientemente a que Shawn termine su ducha mientras hago zapping con el control remoto a varios canales en la televisión, finalmente me decido a buscar alguna película en Netflix y ponerme de pie para alcanzarnos una cobija más. Hay una tormenta de nieve afuera y se esperan temperaturas muy frías esta noche así que espero que un par de cobijas extras y el calor corporal de mi chico me tengan calentita por esta noche.

—¿Hay algo bueno en la televisión?.—Escucho la voz de Shawn por detrás de la puerta, niego con la cabeza pero al ser consciente que no puede verme respondo con un sonido de negación hecho con mi garganta.

—Buscaré algo en Netflix, ¿Se te ocurre algo?

—¿Puedes poner alguna película de terror? He ordenado pizza, podríamos cenar mientras vemos la película.

Después de un rato, Shawn sale de cuarto de baño, entra al armario para terminar de vestirse y baja con su cartera en cuanto en timbre se hace escuchar. Le espero con paciencia mientras veo los dedos de mis pies y levanto la vista cuando le veo entrar con una caja de pizza y dos botellas de agua.

Nos decidimos finalmente por una película titulada Lights Out y mientras hacemos chistes malos sobre la comida y la película comenzamos a pescar algo de sueño. Shawn deja de lado aquella caja de pizza y se acurruca conmigo dispuesto a disfrutar el resto del filme hasta que un inesperado apagón nos deja en completa penumbra.

—Oh no.

—¡Demonios, Diana todo lo que dije no es cierto!.—Grita mi chico mientras esconde nuestras cabezas bajo las mantas de la cama.—No eres tan horrorosa, no nos mates.

—No seas tonto.—Río y salgo de cama buscando a tientas mis zapatillas.—¿Se habrá ido la energía en todo el vecindario?

—Hay una tormenta de nieve afuera, dudo que solo nosotros tengamos este problema.

Bajamos las escaleras tomados de la mano mientras nos sostenemos de la barandilla de la escalera, tomamos las velas aromáticas de la despensa y una linterna del cajón de herramientas. Después de verificar que nuestros fusibles estaban en perfecto estado regresamos a nuestra habitación y encendimos las velas en nuestras mesas de noche.

—Esto es romántico.—Ronronea mi novio mientras besa mi cabello y se asegura de mantenerme bien cubierta con las mantas.

—Si, pero comienza a helar.

—Te mantendré cálida, ven aquí.—Sus manos se enredan en mi cintura y me adhieren a su cuerpo.—¿Y si te cuento algo? No lo sé, alguna anécdota o una historia. No podemos hacer mucho sin luces y sin calefacción.

—Si.—Él me sonríe y comienza a narrarme un par de anécdotas sobre su infancia y la grandiosa manera en la que ha iniciado a tocar la guitarra.

Hablamos por un par de horas hasta que nuestras historias comienzan a agotarse. Tratamos de seguir con una pequeña sesión de besos y cariñitos pero finalmente nos encontramos viendo al techo completamente estirados en aquella cama king size.

—¿Que más se puede hacer durante un apagón?

—Supongo que dormir, cielo. Tal vez mañana la luz esté de regreso.

Le doy la razón, le deseo las buenas noches y acurrucada cómodamente en sus brazos trato de quedarme dormida.

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Despiertó con algo de frío, Shawn ya no se encuentra en la cama y en cuanto trato de observar el reloj digital de su mesa de noche puedo notar que éste sigue apagado. ¿No tenemos energía desde ayer por la noche?

Me levanto de la cama y calzo mis pantuflas dispuesta a salir de la habitación. Mi teléfono ya no tiene batería por lo que simplemente busco a Shawn por la casa.

Le encuentro en la cocina cortando fruta en trocitos y vaciándola dentro de un bowl con yogurt natural. Me sonríe radiante y me invita a acercarme a su lado.

—Sé que te gusta el café por las mañanas pero aún no hay energía. Te he pedido uno a domicilio pero no se qué tan caliente llegue, sigue helando allá afuera.

—Gracias, cielo. ¿Tienes planeado algo para este día?

—¿Además de prepararte sándwiches? Tal vez te siga enseñando a tocar la guitarra. Hay que matar el tiempo con actividades entretenidas.

—Podríamos tomar un baño de burbujas.

—Esa idea suena mejor.

Desayunamos en silencio, recibimos cafés aún tibios y pasamos nuestra mañana tratando de afinar guitarras y tocar música al unísono. Definitivamente el no tener electricidad está trayendo a nosotros momentos muy especiales.

Comienza a atardecer cuando decidimos preparar la bañera con sales aromáticas y un poco de loción a jazmín. Colocamos las velas de anoche cerca de nosotros y utilizamos el teléfono de mi chico para poner un poco de música romántica.

La suave voz de Ed Sheeran se encarga de armonizar nuestro momento haciendo de éste algo más íntimo y muy nuestro. Con mi espalda en su pecho y una de sus manos en mi vientre simplemente nos dedicamos a charlar y tomar un poco de vino que compartimos en la misma copa.

No cambiaria este momento por nada.

—Creo que es hora de salir de aquí, cariño. El agua está poniéndose fría.

—No quiero. Me gusta estar así contigo.—Besa mi coronilla y me ayuda a ponerme de pie.

Nos vestimos únicamente con nuestros albornoces y nos echamos en nuestra cama dispuestos a volver a aquel cálido nido de mantas. Estoy a punto de volver a quedarme dormida en los brazos de aquel maravilloso chico cuando el sonido del televisor al encenderse y la cálida ráfaga de la calefacción se hacen presentes. Finalmente la luz ha llegado para dejar de lado el silencio y traer consigo el regreso de nuestras vidas a la sociedad pero aún así nuestra pequeña burbuja de amor nada ni nadie la rompería.

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{Shawn Mendes One Shots}^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora