{Shawn Mendes One Shots}^

Noche de Películas 💖/🔥

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—Quiero ver Star Wars, cielo. Todas las películas.—Shawn me mira con cierta indignación al verme tomar el mando de la televisión y abrir su cuenta de Netflix.

—Va a llevarnos días, mejor elige otra.

—Oh vamos, la semana pasada vimos todas las películas de Harry Potter. Veamos cuatro y mañana terminaramos con las otras cuatro.

—Me debes una muy grande.—Dice algo enfadado pero aún así besa mi cabello y toma una rebanada de pizza de su respectiva caja.

Decidimos iniciar de manera cronológica y empezar con la trilogía precuela que explica el origen de Darth Vader. Cada cuánto me tomo el tiempo de explicarle a mi novio quién es quién en la película y a que personajes debe apoyar pero él solo se limita a asentir y beber cerveza. A mitad de la tercera película uno de sus hermanos se nos une al llegar de una fiesta y se queda con nosotros compartiendo del momento.

—¿Porque Padmé se ha casado a Anakin? Eso es pedofilia, cielo. La chica es mayor que él y ¡Ahora tendrán un bebé!

—Pon atención, Shawn. En un par de meses quiero ir al estreno de la última película y no quiero que me molestes con ese tipo de preguntas.

—¿Quién es tu maestro Jedi favorito?

—Yoda. Pon atención.

Le escucho resoplar y se levanta caminando en dirección a su habitación para traer consigo un par de mantas. Nos cubre hasta el cuello con ellas y debajo de estas comienza a acariciar una de mis piernas mientras finge estar interesado en una de las escenas de batallas de la película.

—¿Anakin acaba de traicionar a Mace Windu?.—Finge estar impresionado al mismo tiempo que siento sus manos colarse por debajo de mi pijama.

—Shawn...

—¿Quién lo diría? Al parecer Darth Sidious es más listo y manipulador de lo que pensé. —Comenta mientras cuela dos de sus dedos entre mi ropa interior. Su dedo medio se hace camino hacia mi interior mientras su dedo índice acaricia con calma mi botón. ¿Porque me hace esto ahora? ¡Y en casa de sus padres!

—Detente. Tu hermano está aquí.

—Se ha quedado dormido por culpa de tu película.—Su mano abandona mi intimidad y se hace lugar sobre mi cuidando el no quedar descubiertos por aquella manta.

—Si vas a seguir con esto... Que sea en tu habitación. No quiero dar un espectáculo en tu estancia.

Sonríe con picardía pero no se mueve de su sitio. Baja mis pamtaloncillos con cuidado de no retirarlos por completo de mi cuerpo y hace de lado mi ropa interior para dedicarle atención a aquella zona expuesta.

Con una de sus manos se sostiene del sofá y con la otra maniobra lo que parece ser su pantalón de pijama y en poco tiempo le siento pasar con cuidado su miembro por mi entrada.

—Cielo santo.—Gimo con voz suave y escondo mi rostro en su cuello.—Shawn.

—No me tardaré mucho. Abre más las piernas.—Le obedezco y finalmente siento esa deliciosa sensación de llenura. Se mueve dentro de mí un par de veces antes de separarse rápidamente y acomodar nuestra ropa tratando de fingir que no me ha dejado caliente. Antes que pueda reprocharle algo veo a sus padres entrar por la puerta principal.

—¿Siguen despiertos, chicos? Son casi las dos.—Sus padres sabiamente no se acerca a nosotros, solo se limitan a despedirse de nosotros y dirigirse a su respectiva habitación.

Shawn apaga la televisión y me toma en brazos para dirigirnos a su habitación. Saca un par de preservativos de su cómoda y se encarga de desvestirse mientras me doy a la tarea de retirarme la pijama.

—Sé silenciosa.—Me pide antes de trabajar en privado con el preservativos y hacer que me suba a sus muslos.

Con sumo cuidado tomo su miembro y le dirijo hacia mi entrada deslizándole dentro de mí. Que maravilla.

—Oh, bebita. Que bien lo haces.

Sigo dando ligeros saltitos sobre su miembro mientras sus manos siguen recorriendo mi cuerpo sin pudor alguno. Sus manos se fijan en mi espalda y me deja sobre su cama.

—Ponte boca abajo.

—No, por ahí ya no. Duele muchísimo.

—No.—Rie.—Tampoco fue agradable para mi. Solo confía en mí, se lo que hago.

Sin poner más objeción le siento dejarme sobre mis rodillas dejando mi culo expuesto. Deja una buena palmada en una de mis nalgas y termina por volver a estocarme de una sola vez.

Sus embestidas se vuelven rápidas y violentas, sus caderas rebotan sin pudor en mis nalgas y sus jadeos se vuelven más ruidoso. Dejó escapar un par de gritos ahogados en la almohada y comienzo a sentir aquel remolino en mi vientre. Se separa de mí y finalmente me da la vuelta para terminar de la manera más tradicional.

Mis manos arañan su espalda antes de caer en mi propia liberación. A pesar de mi estado post-orgasmo sigo sintiendo sus movimientos dentro de mí. Sale de mi cuerpo y retira el preservativo para terminar con su elíxir en mi vientre.

Cae rendido a mi lado y toma una de las mantas para cubrirnos con ellas sin importarle que su liberación en mi cuerpo podrían arruinarlas.

—¿Quieres seguir viendo esas películas?.

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