Mercy (Alternative Version)💞

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Malibu fue maravilloso durante nuestra estadía de tres días, tres días en los cuales junto a Shawn nos demostramos cuanto amor sentíamos uno por el otro aunque constantemente no podía dejar de sentirme culpable por mis acciones pasadas. 

Volvimos a casa en un vuelo sin escalas en el cual Shawn durmió como bebé. Tomamos nuestras cosas y montamos nuestras cosas en el coche y partimos hacia nuestro hogar. Dejé que Shawn llevara el volante, estaba lo suficientemente exhausta como para seguir despierta por lo que solo pude aprovechar media hora de sueño en el asiento del pasajero.

—Morgan, despierta. Ya hemos llegado.

—Gracias por conducir. Estaba muy cansada.—Él solo sonrió a medias y posó una de sus manos en mi muslo izquierdo.

—Ya haces demasiado por mí, era hora de devolver el favor.

—No es un favor, amor. Prometí estar en la salud y enfermedad en el altar.

—Pronto descansarás de mí.—Trató de bromear pero no me causó gracia.

—No hagas esos comentarios, Shawn.

—Es la verdad.

—Solo te atormentas.

—Solo estoy siendo honesto conmigo mismo.

Bajamos del hospital sin decir nada, tomamos nuestro equipaje y nos adentramos a nuestro hogar. Nadie dijo nada al respecto. Me dediqué a desempacar nuestras maletas y separar las prendas limpias de las sucias, regresé a la estancia con la intención de tomar mi pequeña maleta de cosméticos y entonces le vi dudando sobre que hacer. Su mirada estaba algo vidriosa y vacilaba un poco sobre su lugar. Extendí mi mano y él la tomó algo dudoso, le guié hasta nuestra habitación y abrí mis brazos para que éste se refugiara en ellos. Lo hizo , y al hacerlo, comenzó a temblar. Estaba llorando.

—No quiero morirme.—Dijo en un tono de voz tan triste que no pude evitar ponerme a llorar. Su cabeza estaba sobre la mía así que él no podía verme.

—Todo va a estar bien, estoy contigo.

—No quiero dejarte sola. No quiero dejar esta vida a medias, Morgan. Tenía planes. Quería darte una buena vida, tener un asombroso trabajo que te diera todo lo que mereces. Quería hijos, quería verlos crecer y convertirse en grandes personas exitosas.—No podía seguir escuchándole. Me partía el corazón.—Me da miedo morir.

—Estaré bien. Me quedaré contigo hasta el final.

Nos recostamos en nuestra cama sin tomarnos la molestia de prepararla, le dejé descansar sobre mi pecho y acaricié con cuidado su cabello sin decir nada. Tenía que esperar para que este estuviese tranquilo.

—¿Cuantos hijos tendremos, amor?.—Susurré cuando me di cuenta que ya estaba tranquilo.

—Tres. Un precioso niño bien parecido a mí.—Sentí su sonrisa a través de su voz.—Y un par de gemelas idénticas a ti, tu belleza debe ser replicada.

Besé su cabello y dejé dormir un par de horas sobre mi cuerpo. No podía dejar de pensar en una vida sin él. Como sería despertar cada mañana y no verle junto a mí. Como sería tomar café los domingos por la mañana sin alguien haciéndome compañía. Como sería tener que visitar una lápida en la cual el nombre del amor de mi vida estuviese grabado.

Aproveché el momento en el que rodó un poco y liberó mi cuerpo para poder ponerme de pie y entrar al cuarto de baño. Me desvestí tomándome mi tiempo, entré a la ducha y encendí la lluvia artificial dándole tiempo al agua de calentarse un poco. 

Fui lo suficientemente fuerte para no quebrarme frente a Shawn pero soy lo suficientemente cobarde para echarme a llorar en medio del baño. Llorar por esa estúpida infidelidad, por cansancio, por sentirme sola en esta lucha. Sentí sus manos en mi cintura y sentí algo de pena al caer en cuenta que estaba llorando como estúpida frente a él. No le importó, solo me dio la vuelta y me dejó llorar abrazada a su cuerpo. Estaba tan herida como él y lo sabía.

{Shawn Mendes One Shots}^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora