{Shawn Mendes One Shots}^

#ProyectoBullying.

8.- Abuso Sexual

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Adoro la lluvia. Me hace pensar que todo se purifica cuando llega. Me hace sentir que el alma se limpia y nos ayuda a reflexionar. Pero creo que, para ser bendecidos con aquel tipo de visión, tenemos que ser personas de almas transparentes y lastimosamente yo no lo soy. Ya no más.

Ir al colegio se ha convertido en un completo infierno desde que Darren Davis ingresó a mi clase. Al principio todo era bueno, llegué a pensar que era un chico muy agradable, llegué a pensar que yo le interesaba.

Que tonta e ilusa fui.

Las primeras horas dentro de ese lugar estuvieron llenos de murmullos y risas bajas, todas dirigidas hacia mí haciéndome sentir pequeñita. Los constantes insultos indirectos hacia mi persona me hacían sentir que la vida simplemente estaría mejor sin mí.

—¿Porque sigues viniendo a clases, zorrita?

—Que asco me causas.

—Cuidado, no nos vaya a pegar clamidia.

—Deberías morirte. Nos evitarías problemas a todos aquí.

¿Porque eran tan crueles conmigo? ¿Que pude haber hecho mal? Solamente me enamoré tontamente de una persona equivocada, ahora lo sé.

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Me conquistó con a palabra dulce y tiernos cortejos. Me trató mejor de lo que alguna vez alguien lo hizo. Me hizo sentir la reina de su mundo, si tan solo hubiese sabido que fue por un único y cruel propósito.

—No, Darren. No estoy lista.—Él besaba mi mandíbula con algo de fuerza bruta. Traté de retirarme varias veces pero eso solo lograba acercarlo más. No quería. Enserio no quería hacerlo pero por ese momento ceder parecía ser mi única salida.

—No te pasará nada. Yo te cuido.

Y entonces lo hice. Por primera vez me entregué a alguien que no lo merecía. Le dí lo mas valioso de mí a una persona que, después de un tiempo, me trataría como toda una basura. A alguien que poco después volvería mi vida un completo infierno en vida.

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—¿Cómo está mi pequeña gatita?

—Dejame en paz, Darren.

—No, no. Tienes algo que enserio me atrae pequeña zorrita. Vamos al baño.

Negarme solo lo haría peor así que camine junto a él con la cabeza baja. Ya no quiero esto. Nos encerró en el último cubículo de sanitarios, me hizo sentarme en el sanitario y bajó sus pantalones frente a mí.

—Ya sabes que hacer, muñequita.—No podía evitar llorar de la manera mas silenciosa posible mientras él se daba placer con mi boca. Solo quiero que mi vida acabe ahora.

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—Mami.—La indiferencia de mi madre dolía algunas veces. Sabía que no lo hacía a propósito pero no podía evitar sentirme sola.—Mami, ¿Puedes darme un consejo?

—Ahora no, linda. Tu padre hizo un completo desastre con los inventarios del mes. Tengo que arreglar esto.

—Pero...