Danzábamos al mismo ritmo

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-¿Tú qué haces aquí? - le dijo Albert a Simón.

Sinceramente moría de los nervios por la reacción que tomaría Albert y peor aún Simón.

-Deja a la señorita Adkins por favor.

-¿Por qué, porque lo dices tú?

-Porque ella no quiere que la trates- dijo Simón - comprende que ella no quiere tener contacto alguno contigo.

-Así es Albert, déjame en paz- dije mientras me encontraba en medio de Simón y Albert.

-De acuerdo, de acuerdo, pero aquí no termina esto- dijo fulminando a Simón con la mirada.

Albert partió camino y Simón y yo quedamos hablando.

-¿Qué ha pasado Delly?

-No me dejó entrar a su clase, me humilló delante de todos y me fui y salió en seguida a buscarme y a tratar de convencerme de que entrara a clase, pero no quise y fue cuando me tomó del brazo y me repegó a su cuerpo... -dije en un serio.

-Ese desgraciado, pero bueno, ya no hay que hablar de él. Delly te tengo hoy una sorpresa- dijo alzando una ceja.

-¿Qué es? - pregunté emocionada.

-No puedo decírtelo sino , no sería una sorpresa.

-Tienes razón.

-Te invito a desayunar, eran dos horas de tu clase y yo puedo faltar ¿Qué dices?

-Me parece una idea excelente guapo.

Él se adelantó y fue por su coche al estacionamiento mientras que yo iba a mi habitación por un abrigo y dinero, además que había olvidado mi movil.
Bajé al primer piso para después salir y buscar a Simón, lo encontré estacionado justo al frente de la entrada y se bajó del coche y me invitó a subir, le tomé de la mamo y me subí al coche.

-Vámonos señorita Adkins... - dijo mientras me planta y casto y fugaz beso en los labios.

Puso un poco de música mientras emprendíamos viaje y platicábamos un poco de cómo eran nuestros días a diario e intimidades, de nuestras vidas privadas.

-Llegamos- exclamó estacionando el auto en las afueras del restaurante.

-Este lugar me encanta- dije mientras aplaudía como niña pequeña, ahí me traían a desayunar mis padres en la infancia.

-No sabía corazón, pero ya lo sé- dijo sonriendo.

Simón se bajó del coche y fue de mi lado a abrirme la puerta como todo un caballero, me dio la mano para ayudarme a bajar del auto y yo se la tomé para ayudarme también.
Me tomó de la mano y nos dirigimos así tomados de la mano a la entrada d restaurante.

-Iré al baño Simon- le dije.

-Sí, acá te espero en la mesa Delly.

Asentí y le plante un pequeño beso en los labios y emprendí camino hacia el tocador, estando ahí me di cuenta que mis ojos tenían un brillo tan especial que ni yo podía describirlo, era un brillo que jamás hubo ni con... Es mejor no recordarlo, siempre que viene a mi mente es un tormento. Salí del baño y con la mirada busqué a Simón, no lo encontraba por ninguna parte, hasta que vi que a lo lejos me hacía señas para que lo mirara, se veía tan sexy con esa barba y esa ropa tan de buen gusto que sólo él usaba, me volvía loca.

-¿Por qué tardaste tanto? Ya me había asustado y ya te iba ir a buscar.

-Todo está bien señor Konecki- reí.

Simon, I miss you (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora