Trátame suave, pero tócame cruelmente

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Cuando iba saliendo aún quedaban cincuenta minutos libres y mi celular sonó, era un mensaje.

"Te veo ahora mismo en mi oficina, sin peros...
Simon "

Sonreí para mis adentros y me fui a su oficina directamente. Pasados cinco minutos de espera él llegó, pude oír como cerró con seguro la puerta. Me levanté y me quedé petrificada al ver que no era Simón, era Albert.

-¿Qué hace aquí?- pregunté exaltada y asustada.

-Te dije que muy pronto sabrías qué quiero de ti... Y le robé el teléfono a tu noviecito para que vinieras acá y no me equivoqué eres una zorrita. Primero jugaste conmigo, te portaste coqueta, me provocaste y me mandaste directo a la mierda Adele- dijo gritando y yo moría de miedo- y ahora estás con Simon... ¿No entiedes que me enamoré de ti? Por eso quiero que seas para mí y si no eres para mí no lo serás para nadie más - dijo mientras daba pequeños pasos hacia mí.

-Yo no te quiero Albert, tú debes de entender eso, que yo no puedo quererte como tú lo deseas... - dije llegando a la puerta para salir.

-No, yo sé que te puedes enamorar de mí, sólo déjate llevar. Yo podría hacerte la mujer más feliz del mundo.

-Pero yo contigo no quiero nada... - dije exasperada y con pánico.

Quité el seguro de la puerta y justo cuando iba a salir Albert me tomó del brazo y me pegó a su cuerpo, me quité de su alcance pero no duró mucho pues casi a rastras me llevó al escritorio de Simon y en un sólo movimiento me arrancó por completo la blusa que llevaba puesta.

-No,Albert, no me hagas nada por favor- le supliqué.

-Te encantará cariño- dijo mientras acariciaba agresivamente mi torso semidesnudo.

En ese momento que intentaría algo, escuché que Simon logró entrar y todl gracias a que quité el seguro de la puerta, Simon escuchó el miedo en mi voz y las suplicas para que Albert me dejara en paz.

-¿Qué te pasa idiota?- dijo Simon, quitándome de encima a Albert.

-Aléjate maldito- tiró un puñetazo y Simon logró esquivarlo.

-Te voy a traer a la policía maldito pervertido- dijo Simon mientras defendía su rostro y su cuerpo.

-De acuerdo, me voy, pero esto no se quedará así. Voy a hacer de su vida un infierno, que les quede claro a ambos. Y tú Adele, pronto tú y yo haremos eso que tanto deseo - dijo pasando la lengua por sus labios- y tú Simon, no estarás mucho tiempo en este mundo para contar tus hazañas de héroe, estúpido- cerró la puerta y se fue con el labio reventado pues Simon le dio su merecido.

-¿Estás bien amor? - me dijo Simon, cubriéndome con su chaqueta.

-Sí mi amor, que bueno que llegaste, de no haber llegado, no sé qué hubiera hecho este lunático... - dije mientras lo abrazada con todas mis fuerzas.

-Todo estará bien mi amor... Hablaré con mamá, esto ya se salió de control. No debería de pasar así.

-Te lo juro Simon, por mi madre que yo jamás di pie a que comenzara esto, quizá Albert malinterpretó mi forma de ser y como alguna vez te dije, quizá en un inicio me pareció guapo y pude haber tenido algo con él pero nunca fue, él y yo- agaché la cabeza- sólo nos dimos un beso...

-¿Qué? - dijo Simon viéndome con los ojos fulminantes casi echando fuego.

-Simon, tú en ese tiempo no eras nadie para mí- dije seria- tú y yo no éramos nada, eso sucedió la primer semana de clases.

-Sí ,pero ¿por qué no dijiste nada Adele? - Dijo abrazándome

-Me avergonzaba y me daba miedo, yo te amo a ti, a nadie más- en ese momento un silencio se hizo presente y caí en cuenta que por primera vez le había dicho te amo a Simon, no un te quiero, un te amo. - pero ya pasó Simon, ya , no, ya no hay que hablar de ello- estaba nerviosa, no sabía si ese "te amo" sería correspondido, sentí una punzada de decepción al ver que Simon sólo me oía y no decía nada.

Simon, I miss you (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora