Sí...

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Ni Simon ni yo sabíamos que estábamos esperando un hijo, faltaban días para que mi período diera inicio y no presentaba síntomas. Escuchar que estaba esperando un hijo de mi novio y que lo había perdido me cayó como un balde de agua fría. A Simon también le cayó de igual forma. He estado muy consentida, mi madre viajó, los padres y hermanas de Simon han estado muy al pendiente y también Laura.
Han pasado ya varios días desde el accidente y he ido evolucionando de maravilla en cuanto mi recuperación, pero sí he estado muy triste tras la pérdida de mi angelito, un angelito que llevaba la sangre de Simon y mía.
Durante las últimas semanas Simon no se me ha despegado y me ha ayudado mucho con la recuperación. Falta que sanen algunas heridas y las fracturas han sanado por completo.
En dos semanas más regreso de nuevo a la escuela de las vacaciones.

-¿Cómo está la mujer más hermosa del mundo?- me preguntó Simon trayéndome el desayuno a la cama.

-Contigo siempre estaré bien amor mío- me da un casto beso en los labios.

-¿Cómo van tus dolores mi amor?

-Ya no duele. Dijo el doctor que ya estoy bien, lo único que falta sanar son los moretones que quedaron en mi abdomen pero que va todo a la perfección y que lo de la pérdida del bebé no afectará futuros embarazos.

-Perfecto. Tendremos que trabajar mucho. - dijo besando mi oreja y mordiendo el lóbulo de la misma- pero por lo pronto debemos descansar.

-Así es... - probé un poco de la fruta que me había llevado a la cama.

El día así pasó, Simon de nuevo no había consultado y recibió unas cuantas llamadas de la puta de Helena que quería verlo para consulta pero como su novia está enferma no se pudo y se quedó a consentirme.

Por la mañana me despertó un rayo de sol que insistía en mis ojos, al despertarme tenía amarrado un listón rojo en la muñeca, volteé a un costado y Simón no estaba a mi lado. Seguí poco a poco el listón que rodeaba mi muñeca, era un listón muy largo, pues iba desde la habitación de Simon y mía hasta la terraza donde hacemos fiestas familiares o con amigos y ese es un camino largo a recorrer. Al fin pude llegar a la terraza y Simon se encontraba ahí, esperándome, cuando di el primer paso a él me tapó los ojos y con ellos tapados me guió enla dirección que él requería. Sinceramente me moría de nervios y no sabía que era lo que pasaba, no sabía qué era lo que Simon estaba tramando. Hasta que mi cuerpo topó con el barandal de la terraza fue que Simon se decidió a destaparme los ojos, que en seguida volteé para quedar frente a frente.

-Simon ¿Qué pasa?- le tomé la cara con ambas manos y di un beso- no hacía falta que me trajeras de tal forma para ver lo lindo que está el día y sobre todo que vayas tan bien vestido. Esto me hace sentir sucia- dije viéndome y luego viéndolo a él.

-Tienes que voltear y ver hacia abajo para entender.

Hice caso a lo que me dijo y al voltear y mirar hacia abajo mi sorpresa fue tan grande que comencé a llorar.
En el patio frontal, donde está más linda la vista, sobre el verde césped, había una pregunta que decía: "¿Te casarías conmigo?" esta nota estaba escrita con rosas blancas en el suelo. Volteé de nuevo con Simon, con los ojos llorosos y ambas manos cubriendo mi boca por la impresión.

-Adele, cásate conmigo por favor. Lo que sucedió hace unas semanas con ti accidente, con la pérdida de nuestro bebé- me toca el vientre- me hizo darme cuenta que eres tú con quien deseo estar el resto de mis días, eres esa mujer que Dios hizo perfecta para mí, simplemente eres el amor de mi vida y quiero estar contigo una eternidad. Y me siento con la obligación de poder presumirle al mundo que me case con la mujer más hermosa del mundo- yo seguía llorando- con la mujer más increíble, mi mujer perfecta. ¿Aceptas ser mi esposa?

Simon, I miss you (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora