Yo no deseo a nadie más que no seas tú...

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-¿Qué te pasa Delly, por qué lloras? -No pude decir ni una sola palabra y le pase el sobre con su contenido, vio lo que había y entonces comprendió por qué estaba llorando- No, esto no es posible Adele, debe ser un juego. Simon sería incapaz.

-Laura ¿No estás viendo? - dije entre Sollozos- es él, no hay duda. Ya me voy, nos vemos.

Me levanté de donde estaba sentada, con lágrimas recorriendo mis mejillas y al salir me encontré con el maestro Peter.

-Adele- dijo sorprendido- ¿Qué te pasa?

-Nada, si me disculpa me tengo que ir- dije limpiando algunas de las lágrimas que caían, iba hecha una furia y sentía un golpe de decepción.

-No, Adele, no te puedo permitir que te vayas así ¿Qué sucede? ¿Recuerdas que te dije que podrías confiar en mí? - preguntó amablemente.

No pude decir nada, sólo asentí y en ese momento necesitaba de un abrazo, él era la única persona que tenía en frente, lo que había visto me tenía desecha y furiosa.

***Narración de Peter***
La vi llorar y me partió completamente el corazón, cuando la sentí en mi brazos me invadió una sensación de no querer soltarla jamás. Tomé su cabeza y la acaricié, le di un beso en la cabeza también, a modo de que se sintiera reconfortada en mis brazos. Sus sollozos me partían por dentro, pero esto lo hacía por ella, porque me estaba enamorando de ella y no lo podía evitar. Quería tenerla a mi lado noche y día, amarla día con día.

***Narración de Adele***
-Disculpe maestro, es, es sólo que , ya me tengo que ir, tengo que arreglar un asunto- dije ya calmada.

-Cualquier cosa, confía en mí Adele. No lo dudes chica.

-Gracias.

Me despedí de mano de él y me subí al coche para irme directo a la casa de Simon, seguro él ya estaba ahí.
No podía evitar sentir esa rabia que se estaba apoderando de mí y mucho menos la tristeza que también se hacía presente. Mi corazón se sentía roto una vez más. Al fin llegué a casa y Simon ya estaba en casa. Entré a la cada y no había rastro de él, en ese momento lo vi por la ventana salir del consultorio. Abrió la puerta de la casa con era sonrisa que me derretía y que en estos momentos me hallaba odiándola.

-¡Hola mi amor! ¿Qué pasa, por qué traes los ojos hinchados?- dijo mientras se acercaba a mí y yo me negué a que diera un paso más.

-No te acerques a mí, mentiroso- dije llorando y furiosa.

-¿Qué sucede Adele?

-Esto es lo que sucede.

Le dije gritando y llorando mientras le aventaba el sobre en la mesa, él lo tomó y sacó lo que había en su interior, sus ojos se abrieron mucho y su mirada y rostro se tornaron a rareza, estaba extrañado.

-No me digas que no eres tú, porque ese que sale en las fotos, con esa puta eres tú, saliendo de un hotel Simon. Has estado jugando conmigo todo este tiempo- mencioné entre sollozos, mientras me agarraba la frente y caminaba de un lado a otro- soy una estúpida, si fuiste capaz de serle infiel a Regina tu ex esposa, que no seas capaz de serme infiel a mí de jugar con esta estúpida.

-Adele, mi amor- dijo acercándose a mí y tomándome de los hombros- esa foto es falsa Adele, no soy ése, yo a la mujer ésa que va en el coche conmigo en esa foto jamás en mi vida la había visto.

-¡Uy sí!- dije furiosa e hice un movimiento para evitar que me siguiera tocando- y yo me chupo el dedo ¿no? No Simon, conmigo no vas a jugar, no soy tu pendeja- seguía llorando y él se volvió acercar a mí.

Simon, I miss you (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora