Te extrañé...

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El día de hoy al fin regreso a estudiar. Me he levantado muy temprano esta mañana para arreglarme, Simon se quedó un poco más de tiempo dormido. Me levanté, me duché y fui a preparar algo de desayuno mientras Simon se despertaba.

Al subir me di cuenta que Simon ya estaba tomando su ducha así que me dirigí al armario a escoger el atuendo del día. Sería un pantalón de mezclilla, unos tacos color nude y una blusa de igual color. Casual pero linda a la vez.

-Qué linda te ves hoy- dijo Simon revolviéndose el cabello para secarlo y con la toalla rodeando el área baja de su cuerpo.

-Gracias señor Konecki...- me volteé para quedar frente a él y le di un beso en la mejilla.

Estoy entusiasmada por regresar a clases, después de todo lo que ha pasado, no estaría mal regresar a estudiar.

Simon y yo salimos de casa, él iba tan guapo como siempre, yo informal como siempre pero guapa. Al llegar a la U como siempre me bajé yo primero y Simon después de mí, mucho después de mí. Fui a ver mi horario y miré que Simon en esta ocasión no me daría ni una clase, lo cual creo conveniente pues teniéndome de alumna seguro hará muchas excepciones de evaluación, mejor así. La primer clase era del maestro nuevo, Peter y su materia era expresión oral y escrita. Tomé el horario y me dirigí directamente al aula a esperar que el maestro llegara; como era de costumbre, me senté en el pupitre que está siempre al frente y en dirección al escritorio del maestro, sin duda me gusta tener contacto con los maestros para poner más atención.

Algunos compañeros comenzaron a llegar, algunos se veían muy niños, otros más maduros, en fin, había de todo.

-Buenos días chicos- Dijo un hombre calvo de alta estatura y de ojos claros.

-Buenos días- dijimos todos al mismo tiempo.

-Bien, me presento, soy el maestro Peter van der Veen y vengo en sustitución de mi colega Albert Hills- suspire aliviada- soy psicólogo también, pero no vengo a darles una clase de psicología o de valor vivencial, sino de lectura oral y escrita. Espero nos llevemos bien chicos- hizo una pausa y se dirigió a donde yo estaba sentada- yo sé que ya los han de tener hasta el tope, pero necesito que se presenten, yo no los conozco. Necesito conocerlos... Y comenzaremos con usted - me señaló y sonrió, yo le sonreí por cortesía- Adelante.

-Buenos días compañeros, algunos de por aquí ya me conocen, algunos otros no, bien, yo soy Adele Adkins, tengo 26 años y... - me quedé pensando, hasta que el maestro me interrumpió.

-¿Qué le gusta hacer? ¿Por qué a la edad de 26 años está estudiando apenas?

-Me gusta leer, tocar la guitarra, componer y cantar- dije seria- y estoy estudiando a esta edad porque creo que nunca es tarde. Y decidí tomarme varios años para elegir lo que quería, durante ese tiempo trabajé y viajé por todo el mundo.

-¿A su corta edad? - preguntó llevándose la mano a la boca.

-Así es...- este maestro me estaba exasperando- es todo- finalicé y tomé asiento de nuevo.

Así fue preguntándole a muchos del salón y en eso se fue la hora. Al tocar el timbre todos salimos, justo cuando yo iba de salida sentí una mano tocar mi brazo. Era el maestro.

-Señorita Adkins, un placer conocerla. Me han comentado por aquí que usted es el mejor promedio de la escuela, por excelencia. Me lo comentó la directora, espero trabajar bien a su lado.

-Así será- le dediqué una sonrisa- maestro, si me disculpa tengo que irme, tengo clase.

-¡Oh sí! Disculpa...

Simon, I miss you (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora