Final (Oficial)

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-Hola- contesté el móvil.

-Hola pequeña- mis labios se secaron y Simon corrió hasta llegar a mi lado al darse cuenta de lo mal que me había puesto.

-¿QUÉ, QUÉ QUIERES? - Grité.

-¿No me vas a saludar pequeña? ¿No quieres saber cómo está nuestro hijo?

-Angelo NO es tu hijo infeliz.

-Claro que sí es mi hijo y tuyo, recuérdalo.

-NO, NO SEAS ILUSO, TÚ ERES INSERVIBLE, NI PARA ESO SIRVES IDIOTA.

-Ey, tranquila. Te pasaré por teléfono a Angelo para que no lo extrañes tanto...

Todo en mí temblaba y en un momento, escuché la respiración y los balbuceos de Angelo; las lágrimas cayeron sin detenerse por mi rostro, tener a mi hijo lejos me tenía muy mal, estaba sufriendo por su ausencia.

Simon me soltó por un momento y tomó su móvil y comenzó a hacer un par de llamadas a unos cuantos de sus contactos , mientras yo sufría escuchando la respiración y los balbuceos de mi bebé, ha sido un mes en el que no he sabido absolutamente nada de él hasta hoy.

-Bueno pequeña, es mucho por hoy. Te propongo algo.

-¿Qué quieres infeliz? - le dije exasperada - ¡Ya regrésame a mi hijo!

-Si tú , regresas conmigo, te regreso a Angelo, estaremos los dos para él ¿Qué te parece?

-Ni loca , jamás , tú , tú me has hecho mucho daño Peter, yo no puedo estar contigo, no te amo, jamás te amé, nunca lo hice.

-Lástima. Angelo, dile adiós a mami.

-No, Peter, por favor trae a Angelo a casa de nuevo, a lado de su madre.

Peter no respondió nada y cortó la llamada, después de eso mis piernas se tambaleaban y de la nada caí al piso, me debilité a punto de desmayarme.

-Adele, mi amor - corrió Simon soltando el móvil.

-Era él Simon, él tiene a Angelo- lo abracé.

-Lo sé Adele, ya estoy moviendo todo contacto para salvar a nuestro hijo.

-Haz todo lo posible Simon, por favor.

-Lo haré amor, lo haré. Pero antes necesito hablar unas cosas contigo.

-¿Es importante? ¿Más que Angelo?- pregunté exasperada.

-Igual de importante que Angelo, Adele. ¿Quieres estar a lado de tu hijo? - preguntó.

-Sí- afirmé viéndolo de manera extraña con los ojos aún llorosos.

-Entonces , necesito que me jures que te alimentarás bien y dormirás. Mi amor- me tomó de las manos- debajo de tus hermosos ojos hay ojeras que lucen más que el verde que tanto me gusta, tu cuerpo, has bajado demasiado de peso, mucho Adele.

-Ay Simon ¿Cómo quieres que coma o duerma?- pregunté volteando los ojos.
-Adele, esto no es un juego, yo te quiero bien, yo te quiero fuerte y sana y no lo estás haciendo.

-¿Acaso no te duele que nuestro hijo esté en las manos de ese infeliz?

-Sí, claro que me duele y me duele mucho, después de tanto que hemos pasado y mi hijo, de mi propia sangre, claro que me duele, claro que he estado mal, pero quiero estar bien para cuando Angelo esté aquí, quiero darle lo mejor de mí a mi hijo y a ti y al parecer tú no lo quieres , te has cerrado en tu mundo y no estás luchando por estar bien. Van varios días en el último mes en el que de la nada te desmayas. Adele , si no lo quieres hacer por mí, hazlo por Angelo. Yo te amo y no quiero perderte, te amo tanto que me duele como no tienes una idea verte así.

Simon, I miss you (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora