La mujer más feliz del mundo

514 51 23
                                    

-¡Oh Simon! Miras esos pies tan pequeños- le dije a Simon al ver a Peanut, desde afuera de los cuneros.

-Lo sé amor, lo miré, es el ser más pequeño y más bonito del mundo ¿Cómo lo llamaremos mi amor?- preguntó Simon- no creo que Peanut sea un nombre correcto... - dijo Simon riendo.

-Hmmm, buena pregunta señor Koncki- me quedé pensando.

-¿James? - preguntó Simon dudoso.

-¿Angelo?- pregunté después de él.

-Angelo James - dijo mi mamá.

-Me gusta, me gusta mucho - dijo Simon entusiasmado.

-Mamá , sí , me encanta.

-Mi amor- dijo Simon- vamos a llevarte a la habitación para que descanses, tienes que descansar, no ha pasado mucho desde lo que pasó y recuerda que tus niveles en la sangre aún no están muy bien, te ves amarilla amor, sigues muy pálida. Angelo no se irá mi amor, él está bien.
-Lo sé Simon, pero, es, hermoso verlo, lo amo, es el amor de mi vida.

-¿Y yo qué?- preguntó fingiendo estar celoso.

-Tú- pensé y reí- eres el segundo.

-Ya muchachos - dijo mi madre- Simon tiene razón hija, hay qur dejarte descansar, estos días han sido difíciles, ya mañana noa dicen qué pasará contigo y con Angelo. Deseo que ya los dejen salir, los queremos ya en casa.

-Yo también ya quiero estar en casa.

Simon empujó la silla de ruedas en la que yo estaba sentada y me llevó a la habitación.

-Adele, mi amor, me voy a ir un rato, me iré a duchar , siento que huelo mal- sonrió.

-Hmmm- aspiraba cerca de él- ¡Asco! - hice gesto exagerado de asco- no es cierto Simon, hueles muy bien. Me encantas ¿Lo sabías? - Simon no respondió nada, se me quedó viendo a los ojos y después plantó un beso en mis labios.

-Te amo tanto- dijo al separarnos- mi amor- pausó- suegra, le encargo a la mujer de mi vida y próxima esposa. Cuídela bien - advirtió pero sonrió, este hombre es pura miel- me iré a duchar y regreso, voy rápido.

-Sí Simon, yo la cuido, ve tranquilo a tu casa- lo tranquilizó mi madre.

Simon partió y mi madre se quedó conmigo, pero después de un momento me dejó sola para ir por un café y a merendar algo. Durante mi soledad en esa habitación, me quedé profundamente dormida hasta que escuché pasos en la habitación.

-Simon, que rápido has regresado.

-No soy Simon - dijo una voz familiar- Pequeña.

-Peter - abrí los ojos- ¿Qué mierdas haces aquí? Infeliz.

-Vine a ver a mi pequeña y a mi hijo- se acercó a la cama.

-En primera, no des un paso más porque no respondo.

-Bien , bien - retrocedió alzando las manos.

-Y en segunda, no soy más tu pequeña y Angelo no es tu hijo. Él jamás será el hijo de un mentiroso y poco hombre como tú.

-¿No te parecía poco hombre cuando te hacía mía no?

-Nunca me hiciste sentir nada, era un buen polvo y ya. Nunca supiste hacer el amor, de qué te sirve tanta musculatura si eres una piedra en la cama, además de tamaños ni hablar.

-JA, JA- rió irónicamente- Ya quisiera tu amado Simon ser como yo.

-Mmm- dije a modo de pensamiento- ya quisieras tú, ser como Simon, él sí es un hombre en la cama, completo, él me hace sentir segura, me ama, me satisface.

Simon, I miss you (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora