Simon, I miss you (Terminada)

¿Casa nueva?

-Adele, Adele- decía Peter moviendo las manos muy cerca de mi rostro- ¿Qué te pasa? ¡Reacciona!

-Yo- dije sin saber qué es lo que iba a decir- yo ¿Qué es esto?

-Las llaves de nuestro hogar mi amor. Pequeña, vine por ti para ir a ver la casa.

-Pero ¿Por qué? ¿Por qué tan pronto?

-Pequeña, tú querías casa propia de ambos y ya la tenemos, sólo quiero que le des el sí.

-No- hice una pausa- no sé cómo reaccionar a esto, estoy, sorprendida- apreté las llaves en mi puño.

-A ver Pequeña- dijo Peter poniéndose de pie- ¿De nuevo? - me quedé viéndolo extrañada- ¿De nuevo habrá discusión por el tema de la casa?

-No, no cariño, es - respiré- es sólo que me tomaste por sorpresa. No lo esperaba- me levanté y caminé fuera del escritorio.

-Entonces ¿Nos vamos? A ver nuestro nuevo hogar.

-Vámonos- le dije con cierto temor.

Peter y yo salimos del consultorio directo a la nueva casa. Estaba a unos 10 minutos de la Universidad y las casas de ahí son enormes y hermosas.

-Llegamos- dijo Peter estacionando el auto afuera de una casa gigante.

-¿Aquí es? - pregunté asombrada.

-Sí, aquí es.

Me sorprendió al bajarme , ver lo enorme del lugar, la casa y terreno de Simon era chico a lado de esta mansión.

-Ven- me tomó de la mano- entremos.

Entramos a la casa y me sorprendió la grandeza de ésta; el piso era de un mármol hermoso, las escaleras grandes que llevaban a los dormitorios, el living enorme, la cocina de en sueño.

-¿Te gusta?- se acercó Peter a mí.

-Es hermosa Peter, es grandísima.

-Es toda tuya. Es para que al fin podamos estar juntos. Yo quiero dormir y despertar contigo a diario ¿Nos mudamos mañana?

-¿QUÉ? - abrí los ojos escandalizada- ¿MAÑANA? Pero , es muy rápido.

-Adele, pequeña, mi amor- me agarró de los hombros- no, no es rápido, en unos meses más nos casamos, hay que vivir juntos a ver cómo funciona, necesitamos saber si va a funcionar bien mi amor.

-¡Hmmm! - suspiré- tienes razón. Mañana mismo nos mudamos, no hay problema.

Peter me tomó de la cintura y me elevó , me cargó y comenzó a dar vueltas conmigo.

-Me haces tan feliz. Te amo- me da un beso en la frente al bajarme- te amo- ahora un beso en la nariz- te amo- y finalmente me planta uno en los labios.

-Te a- dije al separarnos y Peter esperaba respuesta ansioso- adoro, gracias por todo.

-Nada qué agradecer pequeña, te amo y por eso he luchado por ti, por este amor que llevo dentro desde que te conocí.

Sonreí, lo abracé y sentía una tremenda culpa , sentía que estaba jugando con él , con sus sentimientos, pero, él también de cierto modo me hace muy feliz, no me siento sola a su lado y es un hombre maravilloso, cualquier mujer se enamoraría de él, a excepción mía. Él es guapo, fuerte, amable, cariñoso, fiel, tiene todo lo que cualquier mujer desearía tener, pero yo sólo deseo a Simon , de nuevo, siempre seguiré deseando a Simon, quizá aprenda a amar a Peter, pero nunca olvidaré a mi Simon.

-¿Nos vamos? - preguntó Peter sacándome de mis pensamientos- hay que arreglar nuestras cosas mi amor, para mañana mismo venirnos a nuestra casa.