Te necesito a mi lado...

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Después del maravilloso fin de semana a lado de Simón era momento de regresar a la triste realidad. Íbamos en camino a la U, iba disfrutando del paisaje mientras Simón conducía, salimos por la mañana para llegar por la tarde, en realidad esta pequeña salida, me había agotado demasiado, tenía muchas ganas de llegar a la U y dormir.

-No sé cómo aguantaré las ganas de hacerte mía cada vez que te vea en la facultad- brinque al escuchar eso, no me esperaba que Simón hablara, había un completo silencio en el camino.

-Como lo hiciste hasta hace unos días cariño- le dije abriendo mucho los ojos.

- Lo sé , lo sé, pero, sabes, después de haber probado el sabor de tus labios y de haber poseído tu cuerpo y tú también lo hiciste con el mío será difícil no sonreír al recordar estas dos noches juntos- hizo puchero.

-Ya tendremos tiempo Simón, tenemos que ser cautelosos en la facultad, imagina lo que harían si saben que tú y yo mantenemos una relación- le dije nerviosa- no quiero pensar que te despidan a ti o a mí me expulsen... No quiero dejar de verte, no quiero que me corran de la escuela, amo esta carrera y amo verte todos los días y me dolería que por mi culpa a ti te despidan o te quiten tu licencia para impartir clases.

-No te preocupes Delly, todo estará bien, yo sé que hay que ser cuidadosos en todos los sentidos, tú y yo seguiremos juntos... -entrelazó su mano con la mía.

-¿Me lo juras? - dije viéndolo y haciendo puchero.

-Sí, te lo juro- dijo llevándose mi mano aún entrelazada en la suya y me dio un beso en los nudillos de la mano.

Lo que restó de camino, no pude evitarlo y caí rendida, me dormí un pequeño tiempo, poco antes de llegar a la facultad me desperté, abrí un poco los ojos y ya estábamos dando vuelta para llegar.

-Adele- me mueve un poco Simón para que despierte- Delly, hermosa, despierta amor ya llegamos- mi corazón se aceleró cuando me dijo amor.

-Ya lo sé - dije respirando hondo y estirándome- desperté hace un momento cariño.

-Bueno pequeña tramposa. Mira, yo ahora me iré a casa a dejar mis cosas y regreso en una hora a más tardar, aquí te dejo y tú entra como si nada hubiese pasado ¿De acuerdo?

-Sí, estoy nerviosa Simón.

-No lo estés hermosa, yo estaré contigo siempre, en las buenas y en las malas.

Respiré hondo y decidida a bajarme, jale de la puerta del auto para bajarme cuando Simón me tomó del brazo y me dio un beso para despedirse, después del beso ahora sí me bajé de su auto y con es estuche de mi guitarra y con mi pequeño maletín donde llevaba mis cosas emprendí el viaje que más nervios me dio, entré a la facultad y supuse que más de uno me miraría con dudas, pero no fue así, nadie lo hizo, lo cual le tranquilizó. Tomé el elevador para subir a mi habitación y en ese momento una mano interrumpe el proceso del elevador, era Albert que subía, tenía una mirada desafiante, distinta y yo moría de miedo por lo que éste me pudiera hacer o decir en el elevador. Yo no dije nada, ni siquiera saludé.

-¡Qué piel tan radiante y suave traes! - dijo tocando mi hombro descubierto tras haberse bajado un poco la blusa que llevaba puesta, yo hice un gesto de ira hacía él- se nota que estuvieron buenos los polvos.

-No pienso hablar con usted- dije cortante, fría.

-Bueno- se puso en frente de mí para verme el rostro- ve nada más cómo brillan tus ojos, más hermoso aún y tus labios, están hinchados ¿No?

-Déjeme en paz - y por fortuna el elevador llegó a su destinon y abrió sus puertas- hasta luego- dije y me safe como pude y salí corriendo del elevador.

Simon, I miss you (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora