Capitulo final.
Llevábamos rato despiertas, sin decir palabra, con nuestros cuerpos desnudos entrelazados, disfrutando al máximo nuestra compañía porque sabíamos que no la tendríamos mañana. Estos días van a ser largos y agonizantes sin ella.
—Mmhm... no— la atraje a mi, no la voy a dejar escapar.
—Quiero hacer pipi— sé que si es por ella no me dejaría ni un segundo sin motivo. Pero me gusta ponerla en situaciones incómodas, ella es muy accesible—Ca-camila, no.
—¿No te gusta?— mi mano estaba sobre su mojado centro, masajeandolo.
—Me duele— ¿Le duele? De inmediato frene mis movimientos —. Está muy pesada mi barriga, dejame hacer pipi.
—¿Te llevo? — más de una vez eso me ha pasado y no es lindo. Ella asintió—. Vale, acuestate de espacio— me bajé de la cama y corrí hasta quedar en el frente. Por sus piernas la iba deslizando hacia mi dirección, hasta que las mismas tocaron el suelo. Luego agarré sus manos y la senté poco a poco, la queja en su cara por la molestia no se podía pasar por alto — Pon tus manos alrededor de mi cuello— moví sus piernas para que atraparan mi espalda. Tomé aire, y de un impulso ya la tenía en mis brazos con comodidad —. Debiste haberme dicho.
—Es que no quiero perder ni un segundo contigo — da besos en mi hombro.
—Te voy a sentar de una vez— la tapa del váter estaba arriba, una ventaja. Mientras más me agachaba las piernas me temblaban, no estaba acostumbrada a hacer esto, por mi novia lo vale. Debería considerar hacer ejercicio con ella—. Estaré en la ducha— una sonrisa se hizo evidente en mi rostro cuando ella cerró los ojos y comenzó a orinar. Uno de los placeres de la vida. Cuanta confianza ya teníamos.
Fui a la pequeña ducha. Cerré la puerta deslizable una vez dentro; con el medidor de la temperatura del agua lo fui ajustando hasta que no saliera ni muy fría ni muy caliente, tibia en su defecto. Goce cuando dejé que el agua me recorriera el cuerpo, me hacía mucha falta. Mi memoria corre al día de ayer, que a pesar del altercado con Taylor, fue uno de los mejores días. Mi apetito sexual no cesa, con ella no puedo controlar ninguna de mis facultades, es dueña hasta de mi respiración; estoy marcada, mis hombros, mis brazos, mis piernas, en todas partes hay rastros de ella, eso me encanta y quiero que los siga habiendo. Hablando de ella, acaba de entrar, me abraza por la espalda y siento sus senos pegados a ella.
—Misión cumplida. Buen día princesa— susurra en mi oído. Nadie dijo que hay una hora determinada para sonrojarte o sentir esas mariposas en el estómago.
—Buen día mi salvajita— doy la vuelta, encontrándome con esos espectaculares ojos, sus cachetitos rosados, la perfección—¿Dormiste bien? — no creo que ninguna de las dos haya dormido como tal. Peino su cabello hacia atrás con mis dedos.
—Contigo a mi lado no hay nada que no se sienta bien. Dame mi beso de buenos días— me pongo de puntitas y atrapo sus labios cortamente— El agua está deliciosa— sube la mirada hacia la regadera y saca la lengua.
—No te tomes el agua de la ducha— rodeé su cuello con mis brazos riéndome, ella siempre me hace reír con sus ocurrencias.
—Me gusta tu cara en las mañanas, demasiado hermosa— al contrario de mi, que creo que me veo deforme y monstruosa cada vez que despierto —. Me gusta como se erizan los vellos de tus brazos al establecer contacto con ellos.
—Amo que te des cuenta de esas cosas — me fui de lleno a sus brazos, quiero sentirla cerca lo más que pueda. Ella me envuelve en los suyos con esa calidez de siempre
Decidimos bañarnos al fin después de minutos desperdiciandose el agua. Nos secamos y nos vestimos en silencio. Luego quitamos las sabanas sucias de la cama, Dinah tenía razón con el olor a sexo en todo el cuarto cuando nos interrumpió aquella vez.
ESTÁS LEYENDO
Mi Niña Salvaje | Camren
FanfictionCamila es una joven tan libre, realmente disfruta de su libertad, es por eso que viaja a todos los rincones del mundo tratando de encontrar algo tan exótico y emocionante que cambie su vida. Ama la naturaleza y la vida marítima, sale y entra de su c...