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—No— fue lo que respondió Lauren. Por mi parte no hubo reacción, fue como si me hubiera congelado.

—No es como si tuvieras muchas opciones, es si o si. Cabello, te agradecería que quitarás las manos de mi hermana y que por favor nos fuéramos a un lugar más privado, quiero hablar contigo.

—Yo quiero quedarme aquí— Lauren comenzaba a alterarse y eso no es bueno—. Quiero quedarme contigo bonita— en mi intento de ser la cuerda de las dos le sonreí.

—Tranquila, no hagas las cosas difíciles o se pondrán feas. Hallaremos una solución, confía en mi— tomé una de sus manos y la llevé a mi boca para besarla—. Vamos, levantate. Te prometo que todo irá bien— así lo hizo. Sus ojos exponían su tristeza.

—Yo no quiero dejarte— me dijo antes de que las lágrimas adornaran su rostro.

—Tampoco yo, pero a veces toca hacer esos sacrificios ¿Recuerdas que lo hablamos hace días?— asintió muy a su pesar— Vale, siéntate, come algo y por favor no hagas nada, sólo espera aquí.

—Bombón, ven con la tía Jane— el ofrecimiento de Dinah era de gran ayuda. Lauren y ella son muy unidas, por eso no hace falta que Dinah la llame una segunda vez para que ella haga el recorrido hasta mi mejor amiga y la abrace.

—Se justa Taylor— Ally le susurra por lo bajo.

Le hago una seña con la cabeza y camino con Taylor siguiendome. Mi cabeza sigue sin asimilar la noticia, trataba de mantenerme inmuta ante la situación por Lauren pero por dentro quiero llorar y gritar. La peor parte es que Taylor está en todo su derecho de hacerlo y yo salgo perdiendo en todas los actos.

—Muchas caras nuevas el día de hoy— grita Gordon, mi papá también gira para ver de que se trata.

—Es la hermana de Lauren, en un rato los presento— grité de vuelta sin dejar de caminar.

—Acaparando las Jauregui, buena esa— si supiera.

La llevé a la cocina, necesitaba un gran vaso de agua súper fría. Mi pierna derecha temblaba ante su mirada, tanto ella como Lauren tienen eso de intimidar con los ojos, aunque los de ella sean más oscuros, me intimida de la misma manera y con lo que hablaremos siento que me voy a desmayar o algo parecido.

—Sabes que es menor de edad— asentí con la mirada baja—. Mira Camila, esto no estaba en mis planes, cree que estoy muy agradecida contigo por encontrar a mi hermana y contactarme—  daba golpes con sus dedos a la mesa—. Le haría mucho daño a Lauren y no quiero eso, ella está muy enamorada de ti.

—Yo también lo estoy—  interrumpo.

—Eso no me consta— contraataca—. No quiero ser yo quien le rompa el corazón a ella alejándola de ti, sería algo estúpido y Lauren se tornaría rebelde, prefiero que seas tu quien se lo rompa.

—Yo no voy a dejarla— me rehúso si eso es lo que quiere que haga.

—Entonces explicame cómo hacemos, ambas sabemos que las relaciones a distancia no funcionan ¿A qué estás dispuesta?— me reta con su voz.

—A todo. Lauren se convirtió en una de las personas más importantes para mi, no importa que no me creas, yo la amo, haría cualquier cosa por ella— parecía analizar mis palabras, lo que me frustraba mucho y estaba al borde de quedarme calva por tanto jalarme el cabello.

—Eso no me es suficiente— dijo como si nada.

—No voy a renunciar a ella así tenga que irme a miles de kilómetros para estar a su lado—  me altere—. Eso no puedes evitarlo, que trates de separarnos no será ningún impedimento para estar juntas, nos amamos y hagas lo que hagas eso no va a cambiar, ella será mi esposa y tendremos hijos, no me importa que mis motivos hacia ella no te sean suficientes. La amo y No. Voy. A. Rendirme— literal, estaba encima de ella.

Mi Niña Salvaje  |  CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora