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Olvidé todo en nuestro recorrido a pie por Miami. Resulta que, Lauren amó el smoothie, tanta azúcar la volvía como loca, comenzó a decir incoherencias que leyó por internet y me piropeó en una ocasión, era algo graciosisimo, se veía como borracha. Horas después cuando Dinah fue a recogernos ésta se veía feliz, por lo que en el camino no quise tocar el tema de mi alejamiento para que no cambiara esa sonrisa que traía.

Estamos de vuelta a casa, exactamente frente al invernadero. Le compré un delfín de peluche a Lauren en el boulevard, ha dicho que quiere enseñárselo a Minina apenas lleguemos para ponerle un nombre. La miraba sin poder evitar sonreir, todo lo que comió y la energía que gastó la dejó casi muerta, ahora está acurrucada junto a mi en el asiento trasero del auto de Dinah dormida, abrazando al delfín que le regalé como si eso dependiese de su vida.

—Lauren— La moví suavemente—, ya hemos llegado, despierta mi niña preciosa— se removía, sé que ha despertado mas no hace el intento de abrir sus ojos.

—Cargame, estoy muy a gusto para moverme— musitó contra mi pecho. Me arrimé a un lado para separar su cuerpo del mio. Ella terminó acostada en el asiento sin moverse. Dinah se veía entretenida y para nada molesta con lo que pasaba en su auto.

—Bien, me iré y te dejaré sola— cogí mi bolso y abrí la puerta sin intenciones de bajarme. Al instante Lauren se incorporó.

—Ya estoy despierta— sonrió y lanzó su cabello hacia atrás. Amo que haga eso, se ve increíblemente sexy.

—Gracias por ser nuestro chofer hoy China— le doy un beso en la mejilla a mi mejor amiga y ella al acto se limpia y hace una mueca de asco, sin borrar esa sonrisa en su rostro.

—Gracias a ustedes por acompañarme hoy. Bombón, no intentes robarte a mi chica con tus encantos— la miró amenazante Dinah.

—Si yo no hice nada— Subió sus hombros sin entender—. La señorita Normani es muy atractiva, pero la única que yo quiero es a Camila— Dinah se puso la mano en el pecho y fingió que lloraría. Por mi parte, pasó lo que viene siendo una costumbre para mi, ella llega, me dice que me quiere y siento que floto y mis mejillas se tiñen a carmesí.

—Maldita sea bombón, deja de ser tan adorable— le dio un manotaso no tan fuerte en la pierna, yo le pegué en la mano después de eso, es una abusadora—. No me sorprende que estés enamorada de ella— abrí mis ojos lo más que pude.

No se supone que ella debe decir eso, es una hipótesis. Si, soy tan patética que cuestiono si es posible que esté enamorada de ella a través de términos metodológicos.

—Creo que se te hace tarde para tu sueño de belleza— Dinah sabe que lo ha arruinado y no dice nada más—  Llamaré a Normani uno de estos días para quedar, tenlo por seguro, esa chica me gusta para ti— sonrío y pretendo que no ha pasado nada hace segundos, espero que Lauren no le tome importancia a lo que Dinah dijo.

Por supuesto es algo importante, mi enamoramiento por ella florece mucho antes de darle el primer beso. Sin embargo, no puedo arriesgarme, si bien la relación que mantengo con ella no es normal comparada con otras relaciones, porque vamos, nunca te lías con una chica que conociste en una isla y tiene una laguna mental. A veces me reprimo para no decirle cosas de más.

Siento que si le expreso todos mis sentimientos la pondré en el lugar donde ella tiene que corresponderme si o si, no es porque no creo que me quiera, sino que con todo lo nuevo que le estoy haciendo sentir eso para ella será muy confuso y no sabrá como actuar sobre nosotras, que es lo que he querido evitar desde que comencé a sentir esto tan grande por ella. Me conformo con tenerla, que mi gusto hacia ella sea correspondido, iremos con calma.

Mi Niña Salvaje  |  CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora