Capítulo 28: La piedra filosofal.

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El resto de las navidades la joven bruja se había limitado a escribirle a Lucius y Orión, o en pasar algunas horas con Harry y los Weasley.... Mientras esperaba que las fiestas acabaran pronto para volver a ver a su hijo, que era en lo único que podía pensar...

— Solo falta una semana— comentó Potter al verla distraída mientras jugaban ajedrez mágico en la habitación de la bruja, haciéndola alzar la mirada del tablero—. Además, si tanto lo extraña no debió permitir que se fuera...—añadió haciéndola reír—. O mejor se hubiera ido con él...

— Solo estoy así por ser la primera vez que duramos tanto tiempo separados...— se justificó de inmediato antes de suspirar—. Además, no hubiera dejado aquí solo...— dijo moviendo una de las fichas.

— Me hubiera llevado con ustedes— argumentó haciendo reír a Riley ya tenía toda la razón—. No creo que...

— Harry sé perfectamente que hubieras preferido estar hasta con tus tíos en vez de eso— soltó riendo mientras negaba al saber por boca de su hijo del odio a primera vista entre Draco y su ahijado.

— ¿Qué es peor que los Dursley? —preguntó con demasiada curiosidad olvidándose del juego por aquel comentario, ya que ella sabía a la perfección como eran ellos.

— Sé que no soportas al joven Malfoy— comentó levantándose de suelo para ir por más chocolate caliente a la mesa de su pequeña sala para luego servirse un poco.

— ¿Orión está con los Malfoy? —preguntó casi espantado por aquel hecho, haciendo reír a Riley, mientras no podía evitar preguntarse en cómo reaccionaría si supiera que son hermanos—. He visto que pasan mucho tiempo juntos, pero no creí que...—intentó asimilar aquel hecho.

— Draco y Orión son primos segundos— mintió yendo por la mentira de que su hijo era de Sirius, primo de Narcissa—. Por eso se llevan tan bien...

— No se parecen en nada— comentó algo desanimado por aquello, sin poder imaginar que el mismo niño que había pasado el verano con él podía ser familia de Draco Malfoy que era todo lo contrario a él—. Draco es...

— Es solo un niño mimado que necesita un poco de modales— le interrumpió riendo antes de sentarse de nuevo en el suelo delante del pelinegro—. Y quien mejor que Orión para ello...—añadió logrando hacer a reír al niño por lo que no pudo evitar aprovechar la situación para preguntarle algo para lo que necesitaba buscar el momento adecuado para hacerlo—. Por cierto, ¿Qué hacías en la biblioteca en la madrugada? —cambió de golpe de tema haciendo callar la risa del niño de golpe.

— No sé de lo que habla— mintió de inmediato haciéndola reír mientras negaba.

— Snape me mencionó hace unos días que alguien estaba en la zona prohibida de la biblioteca a altas horas de la noche, sin contar que nunca vio a nadie...

— No sé porque...

— James y yo usamos la capa de invisibilidad para hacer cosas peores que colarlos en la biblioteca— le interrumpió de nuevo—. Sé que fuiste tú, porque nadie podría burlar a Filch y Snape sin ayuda...

— Lo siento tía Riley, es que...

— ¿Qué buscabas? —preguntó poniéndose seria mientras el niño dudaba en si decirle o no aquello, ya que, aunque prácticamente era su familia seguía siendo una profesora y podía meterse en problemas—. La mayoría de esos libros lo he leído, y los que no es porque son imposibles de abrir sin resultar muerto— insistió haciendo suspirar al niño.

— Buscaba un nombre...— soltó el niño algo nervioso por la reacción de la bruja sin embargo ella se limitó a asentir para que prosiguiera—. Nicolás Flamel...

La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora