Aparecieron delante de la casa de la rubia, lo cual se le hizo sumamente extraño a ella en cuanto abrió los ojos sin verlo a él. Ya que no recordaba haberle dicho que vivía allí, pero luego recordó que tal vez lo había hecho porque esa era también la casa de su madre...
— ¿Qué hacemos aquí? —preguntó intentando alejarse de él, pero el rubio no la dejó.
— Creí que necesitarías estar más cerca de ella...—comento haciéndola reír antes de lograr zafarse algo bruscamente de su agarre para luego caminar hacia la puerta y sacar la llave para luego abrirla—. Tenías la llave...—comentó al Riley entrar.
— Vivo aquí— le dijo mientras él la seguía para luego cerrar la puerta.
— Debí imaginarme que aquí te escondías...—soltó mirando que todo estaba algo cambiado a como lo recordaba de cuando era niño—. Se me ocurrió varias que estabas aquí, pero supuse que querías estar lejos de todo lo que te la hiciera recordar...
— Sigue siendo mi hogar.... Y una de las pocas cosas que quedan de ella— aclaró mientras se quitaba la túnica, al pensar quedarse a pasar la noche allí, después de todo su permiso se extendía hasta la mañana del día siguiente—. Gracias por traerme, puedes irte...
— ¿Por qué me iría? —preguntó con curiosidad caminando hacia ella—. No voy a dejarte sola...
— Lucius, tienes una familia que debe estar esperándote, en serio debes superarme...—aconsejó la bruja antes de él sonreírle y negar—. ¿Piensas quedarte aquí conmigo entonces? —preguntó retóricamente con burla y para su sorpresa el mago le sonrío de lado para luego caminar hacia ella.
— Quiero pasar la noche contigo...—respondió a una distancia nada prudente para ambos, apenas los separaban centímetros, sus cuerpos casi se rozaban. Mientras Riley lo miraba con ganas de tirarse encima de él y dejarse guiar por sus bajos instintos, pero no podía, no podía simplemente acostarse con él, no con todo lo que implicaba. No sabiendo que estaba casado, que sería solo su amante, y menos sabiendo que si se entregaba a él de esa manera no habría vuelta atrás...—. No lo pienses tanto...— le dijo llevando su mano derecha a su rostro para acariciarlo con delicadeza.
— Es mejor que te vayas— le dijo de golpe sin dejar de mirarlo—. No voy a tener sexo contigo de nuevo...
—Dije pasar la noche, nunca hablé de sexo cariño...— le corrigió de golpe sonrojándola, por lo que no pudo evitar romper la distancia que había entre ellos para besar su frente con ternura—. Aunque siempre que estés dispuesta...—comentó de forma divertida antes de ella darle un ligero golpe alejándolo un poco de sí, mientras reía.
— ¿Almorzaste algo? —preguntó caminando hacia la cocina—. Podría preparar algo...—comentó mientras escuchaba a Lucius seguirla.
— Apenas son las once de la mañana— respondió como si fuera lo más obvio del mundo.
— Eso significa que tengo tiempo para cocinar algo...—soltó la bruja intentando mostrarse repuesta, y ver que aún le quedaban personas a la que amaba, el rubio en su cocina era una de ellas.
— No sabía que cocinaras...—comentó Malfoy mirándola mientras comenzaba a sacar ollas y sartenes.
— Diez años con un niño sola, hace que uno aprenda cosas...—soltó sonriendo de lado mientras comenzaba a buscar los ingredientes para la comida—. Espero que sea de tu agrado, no soy la mejor cocinera, pero...
— Cualquier cosa preparada por ti debe ser deliciosa— comentó haciéndola sonrojar como una adolescente para luego negar, si seguía terminaría por arrojársele encima olvidándose de todo.
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La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]
Fiksi Penggemar¿Qué harías si te quedaras sola en el mundo?, si tu familia muriera delante de sus ojos. Si la única forma de salvar a los pocos que te quedaban que amabas es abandonarlo. ¿Huirías?, ¿serías capaz de no ser egoísta y en pensar en ellos primero? ...