Capítulo 32: Gilderoy Lockhart.

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Ni siquiera escribiéndole decenas de cartas en forma de disculpas logró hacer que le dirigiera la palabra, llevándola un poco al borde de la desesperación ya que ese hombre era su mayor debilidad, estar mal con él descontrolaba toda su vida. Mucho más cuando ella había sido la responsable de su distanciamiento.

Él aún seguía escribiéndose con su hijo, pero nunca respondía sus preguntas cuando mencionaba a su madre, por lo que ni por ese medio podía acercarse al rubio. Por lo que al final de Julio se dio por vencida con aquello, y mucho más al llegarle una carta de parte de los Weasley informándole que su ahijado había huido a su casa con sus hijos, sin contar que le habían mandado un apercibimiento oficial por utilizar la magia delante de los muggles... Aquella carta apenas decía los detalles, pero no tardó en auto reclamarse por ello.

Había usado su tiempo solo en preocuparse por Lucius que había dejado de lado al pequeño Potter. Ni siquiera cuando este dejó de contestar sus cartas llamó su atención, por lo que intentando poner sus problemas personales a un lado, decidió posponer ese problema e ir directamente a la madriguera a averiguar lo que había ocurrido con Harry.

Sin perder tiempo se alistó y fue por Orión para luego aparecer en la casa de los Weasley mediante la Red Flú.

— ¡Harry Potter! —le llamó en cuanto apareció en la sala de los pelirrojos antes de Molly aparecer por la puerta de esta—. Siento la intromisión Molly, vine lo más rápido que pude...—se disculpó.

— No te preocupes, no regañes al pobre chico la estaba pasando mal con sus tíos— le advirtió haciendo suspirar a la rubia antes de asentir—. Están en el comedor— informó al asegurarse que estaba más calmada para luego sin perder tiempo Black ir hacia el comedor para poco después Orión seguirles. Como si fuera su casa el no tan pequeño rubio se sentó al lado de los gemelos antes de empezar una larga charla.

— Tía Riley— dijo Harry levantándose de la mesa algo nervioso antes de la rubia correr hacia él y abrazarlo.

— Debiste enviarme una lechuza si tan mal estaban tratándote— dijo alborotando su cabello antes de sonreírle—. Supongo que mis advertencias no sirvieron para mucho...—añadió antes del pelinegro negar.

—No me dejaron sacar a Hedwig de su jaula— explicó con brevedad mientras los Weasley y Orión se retiraban de su comedor para darle privacidad—. Lo último que hicieron fue ponerle rejas a mi ventana, sino fuera por Fred y George...

— Es definitivo, es el último año que pasas en esa jodida casa— soltó con furia sin pensarlo dos veces—. Hablaré con Albus, me quedaré con tu custodia— añadió haciéndolo sonreír—. Ahora me puedes explicar porque el ministerio te mandó una carta por usar magia delante de muggles— le reclamó borrando la sonrisa del chico.

— No fui yo, un elfo vino a mi habitación y...

— ¿Un elfo domestico? —preguntó extrañada por aquel hecho—. ¿Qué hacía un elfo doméstico en tu habitación?

— Vino a advertirme sobre que no debía volver al colegio, que estaba en peligro y...

— Eso es absurdo no estás en peligro mientras yo esté allí— le aseguró intentando entender aquella situación—. ¿Dijo algo en específico? — preguntó yendo al punto, pero este negó.

— No, solo me advirtió aquello y quiso que no volviera al colegio, al yo negarme usó magia en contra de los Dursley por eso se enojaron, me echaron la culpa y me encerraron en mi habitación— terminó de contarle haciéndola suspirar antes de asentir.

— Siento no haber estado allí para ti, he tenido muchos problemas— se disculpó de inmediato antes de sonreírle—. ¿Dónde están tus cosas para irnos?, ¿o prefieres quedarte unos días con tus amigos? — le preguntó haciéndolo sonreír ya que, en casa de la rubia, aunque estaba con su primo no era lo mismo que estar con su mejor amigo...

La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora