La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]

Capítulo 58: La adopción de Harry.

Tal como había predicho Orión, Granger terminó por dejar adivinación al no soportar a Trelawney y sus absurdas predicciones, palabras textuales del chico...

— No te pierdes de gran cosa— le aseguró el chico mientras estudiaban en la biblioteca para ayudarle con todo lo que tenía que hacer—. Además, deberías dejar otra materia, esto va a terminar enloqueciéndote... más de lo habitual por supuesto...

— ¿Viniste a ayudar o a criticar? —preguntó la castaña haciéndolo reír.

— No quieres que haga nada por ti, no sé cómo pretendes que te ayude— respondió recostándose de la silla antes de recibir una mirada de reprensión por parte de Pince por el mal uso de aquel asiento, pero él solo respondió con guiñó a esta.

— ¿Tú no tienes deberes que hacer?, el año que viene tomarás los Timos...

— Los terminé hace unos días, como te dije tengo ventaja— le interrumpió antes de tomar un pergamino con contenido de Aritmancia de la castaña—. Haré esto por ti...

— Ni lo pienses— le advirtió antes de este sonreírle de lado y poner el pergamino en la mesa y sacar su pluma de su mochila—. Orión— le llamó en voz baja.

— Si sigues chillando te amarraré y haré el resto de tus deberes— le advirtió dándole una de sus sonrisas irresistibles que la hacían sonrojar—. Y si me entero que votaste esto y lo hiciste de nuevo, la amenaza es la misma...

— Eres insoportable a veces— comentó sin querer sonreírle ya que sabía que solo la estaba ayudando, y nunca lo había visto hacer los deberes de alguien más.

— Me adoras, lo sé— mencionó sin mirar la tonalidad roja que tomó el rostro de Hermione al decirle aquello.

Aquello apenas fue el principio. Sin preguntarle cómo tomaba tantas clases a la vez, fue cada día a la biblioteca con la castaña a ayudarla con sus deberes hasta que al fin se puso al día, aunque a ella nunca terminó de agradarle aquel tipo de ayuda...

Luego de las vacaciones de semana santa se celebró el final de Quidditch, Slytherin vs Gryffindor, el cual las serpientes apenas habían ganado gracias a los goles de Orión, ya que Potter terminó por agarrar la Snitch, pero no lo suficientemente rápido para ganar por puntos, algo que le reclamó Wood tantas veces que comenzó a hartarse. A pesar de ello, Harry felicitó a su primo por el buen juego, aunque no aceptó cuando este le invitó a celebrar con él. Su amistad no llevaba al nivel de ir a las mazmorras a convivir con serpientes...

A medida que se aproximaba junio, los días se volvieron menos nublados y más calurosos, y lo que a todo el mundo le apetecía era pasear por los terrenos del colegio y dejarse caer en la hierba, con grandes cantidades de zumo de calabaza bien frío, o tal vez jugando una partida improvisada de gobstones, o viendo los fantásticos movimientos del calamar gigante por la superficie del lago.

Pero no podían hacerlo. Los exámenes se echaban encima y, en lugar de holgazanear, los estudiantes tenían que permanecer dentro del castillo haciendo enormes esfuerzos por concentrarse mientras por las ventanas entraban tentadoras ráfagas de aire estival.

El joven Black al saber el material hasta sexto año, dedicó su tiempo de estudio a ayudar a Granger cada día de mayo, al punto que hasta había cancelado citas de varias chicas por ello, afirmándoles que mejor usaran su tiempo para estudiar y que luego de los exámenes las buscaba. Aunque esto no impidió que le hablaran o insinuaran algo cuando lo veían en la biblioteca. Algo que a Granger terminó por enfadarle.

— Deberías ir, a ver si así me dejan estudiar— dijo con pura rabia, mientras el chico a su lado ponía un mechón de cabello detrás de su oreja—. Y deja de hacer eso, sus suspiros se oyen hasta aquí, o mejor córtate el cabello...