Capítulo 108: Tercer encuentro.

1.7K 184 70
                                    

— Quédate detrás de mí— le advirtió a su ahijado sin titubear—. No quiero tener que estar pendiente de ti durante la batalla...

— Lo sé— le aseguró Harry levantando su varita mientras su madre veía a Voldemort con puro desprecio.

— ¿Siempre tenemos que encontrarnos así? —preguntó Voldemort con burla sin su hija encontrarle el chiste.

— Si quieres seguir intentando matar a mi hijo, por supuesto que sí— respondió con rapidez sin inmutarse—. Voy a pelear hasta mi último aliento de vida con tal de que no me arrebates otro niño...

— ¿Ese chico vale más que tu familia, hija? —preguntó con ironía en su voz—. Tu esposo e hijo están aquí arriesgando su vida por él...—mencionó haciendo que Potter dudara, ya que era cierto. Él ni siquiera era su hijo biológico y todos estaban arriesgándose por su culpa. Por no diferenciar un sueño de una visión. Por ir directo a una trampa a pesar de que Orión se lo había advertido.

— Eso es lo que hace una familia, padre. Arriesgarse por el otro— le aseguró Riley antes de sonreír de lado—. Algo que tú nunca supiste hacer...— añadió con desdén antes de lanzarle un avada el cual no tardó en esquivar—. Las cosas son muy diferentes a la última vez que nos vimos— cambió de tema con rapidez—. Esta vez no tendré piedad...—mencionó antes de comenzar a lanzarle hechizos y maleficios que él no tardó en esquivar para luego defenderse.

Los hechizos rebotaron en casi todo el lugar, destrozándolo al hacerlo. Harry había tenido que alejarse hacia atrás para no ser herido por accidente, y de vez en cuando convocaba un hechizo protego para protegerse de los que si le llegaban. Mientras observaba la batalla con dedicación. Dándose cuenta de que realmente ella podía serle frente sin esfuerzos.

En medio de los hechizos la rubia caminaba y corría de un lado a otro intentando buscar un mejor ángulo para atraparlo desprevenido, aunque no lo había logrado aún. Ella tenía la clara ventaja de no estar pendiente a una varita para defenderse, solo alzaba su mano y lanzaba un hechizo de esta, pero su padre era realmente poderoso, haciendo que la batalla fuera a la par.

En varias ocasiones las magias de ambos chocaran y provocaba que el lugar temblara hasta que los hechizos fueran a parar las paredes. Riley sonreía con complacencia, como si fuera un juego, que el hecho de que pudiera enfrentarlo sin dificultad alguna era más que un logro para ella. Por lo que no dudó en intentar algo más, alzó su mano izquierda e intentó lanzar hechizos menos poderosos de esta también, dejando a su padre en una pequeña desventaja.

— ¿Te diste cuenta que hace tiempo te superé padre? —preguntó la rubia con clara burla.

— Siempre has sido una buena estudiante, pero necesitará algo mejor que esto para ganarme— le dijo antes de incrementar el poder de sus hechizos, haciéndole saber a su hija que estaba poniéndose serio. Por lo que ella no tardó en hacer lo mismo.

Un par de crucios llegaron a darle en el brazo izquierdo, haciendo que volviera a usar solo el derecho. Aunque no se había quedado atrás. Él se mostraba imponente pero ya le había atinado varios hechizos, unos cuantos de ellos crucios. Sin embargo, ella sabía que no le demostraría que le afectaba, no en medio de una batalla.

— Hubieras sido una buena aprendiz— le dijo Tom sonriendo de lado—. Lástima que heredaras la simpatía por otros de tu madre...

— Era justo que heredara algo bueno— soltó con clara burla.

— ¡Avada Kedavra! —lanzaron al unísono haciendo que Riley se sorprendiera de lo lejos que había ido su padre. De verdad intentaba matarla lo cual significaba una sola cosa, había decidido que no era posible convencerla de unírsele. Dándole una pequeña desventaja, ya no podía confiar en que estaba a salvo, debía luchar en serio por su vida.

La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora