Capítulo 107: El Departamento de misterios.

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— ¿Por qué Wonky? —preguntó Riley sin aun poder asimilar aquello, aquel era su elfo...

— Sospechamos que nunca ha dejado de ser de Malfoy también— respondió Remus con rapidez antes de ella sentirse estúpida por haber creído en la última palabra de Lucius—. Más tarde te explicaremos todo, ahora necesitamos ir a buscar a los chicos...—le dijo con rapidez antes de ella asentir.

— Iré con ustedes— dijo rotundamente antes de ver a Sirius y él asentirle dándole a saber que tenía su apoyo.

— No esperábamos menos— comentó Kingsley para luego ver a la niña que tenía en brazos—. Molly puede encargarse de ella— dijo antes de la rubia asentir—. Está en el comedor...

— Gracias— solo dijo antes de tomar a Antheres de los brazos de su esposo para luego pasar a través de sus compañeros de la orden del fénix para ir directo al comedor en donde una Molly Weasley la recibió preocupada.

— Niña, ¿Dónde estaban? —le preguntó con notable preocupación.

— No hay tiempo de explicar ahora Molly, necesito que te quedes con Antheres. Sirius y yo iremos a buscar a los chicos— respondió con rapidez dándole la bebé a la pelirroja—. Mami volverá pronto...

— Mami— repitió la niña diciendo su primera palabra logrando que a la rubia se le aguaran los ojos con tan solo imaginar que su hija creciera sola como lo hizo ella, y su madre por la ausencia de sus padres. No quería aquella soledad para su pequeña, por lo que tenía que ser fuerte, tenía que hacer lo que hiciera falta.

— ¡Riley nos vamos! — gritó Remus desde la entrada de la casa antes de ella sonreírle a la señora Weasley.

— La cuidaré como si fuera mi hija, Riley, ve tranquila— le aseguró la pelirroja antes de la señora Black asentir y salir de la sala a la vez que se secaba las lágrimas del rostro.

— Ha dicho "mami"— le dijo Riley a su esposo haciéndolo sonreír en cuanto fue hacia este para luego negar—. ¿Cómo nos iremos?

— Por la red flú por supuesto— respondió Moody haciendo presencia al salir de la sala—. Ya está lista...— comentó haciendo el resto de la orden entrara a la sala y tomará polvos flú para luego ir uno detrás de otro entrando a la chimenea.

— Prométeme que tendrás cuidado— le dijo Riley cuando Tonks y Kingsley habían entrado y Remus se disponía a hacer lo mismo—. Yo también lo tendré.

— Prometido— le aseguró sonriéndole antes de desaparecer por la chimenea y poco después ella también hacer lo mismo.

Aparecieron justo en la primera planta del ministerio de magia. Lo único que se oía en el Atrio era el constante susurro del agua de la fuente dorada, donde los chorros que salían de las varitas del mago y de la bruja, del extremo de la flecha del centauro, de la punta del sombrero del duende y de las orejas del elfo doméstico seguían cayendo en el estanque que rodeaba las estatuas.

—¡Vamos! —indicó Moody y los seis echaron a correr por el vestíbulo guiados por él; pasaron junto a la fuente y se dirigieron al ascensor, en donde todos entraron aun estando algo apretados.

Remus pulsó el botón con el número nueve; la reja se cerró con estrépito y el ascensor empezó a descender, traqueteando y tintineando de nuevo. Cuando el ascensor se paró, la voz de mujer anunció: «Departamento de Misterios», y la reja se abrió. Todos salieron al pasillo, donde sólo vieron moverse las antorchas más cercanas, cuyas llamas vacilaban agitadas por la corriente de aire provocada por el ascensor.

Se encontraron en una gran sala circular. Todo era de color negro, incluidos el suelo y el techo; alrededor de la negra y curva pared había una serie de puertas negras idénticas, sin picaporte y sin distintivo alguno, situadas a intervalos regulares, e, intercalados entre ellas, unos candelabros con velas de llama azul. La fría y brillante luz de las velas se reflejaba en el reluciente suelo de mármol causando la impresión de que tenían agua negra bajo los pies.

La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora