La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]

Capítulo 84: La desaparición de Riley.

Apenas pasaron media hora desde que Riley se fue de las tribunas Sirius se levantó a buscarla, al preocuparse por ella, ya que no era normal que se tardara tanto, aunque en parte se lo atribuyó a que estaba lejos del castillo, pero aún no perdía nada con ir a verla.

— Buscaré a tu madre, vuelvo ahora— le dijo a Orión quien se limitó a asentir sin preocuparse por ella, después de todo nada podía pasarle en Hogwarts.

Con suma prisa Canuto casi corrió al castillo yendo directo a la habitación de Riley primero, por si había ido a su baño en ver de ir a algún otro, sin embargo, en cuanto llegó a la puerta supo que algo iba mal, ya que estaba abierta, y ella nunca la dejaba así. Era demasiada precavida con ello.

Totalmente preocupado abrió la puerta de golpe encontrándosela extrañamente pulcra e impecable como la última vez que estuvo allí por lo que por un segundo dejó de preocuparse para luego ver la chimenea y preguntarse si ella había abandonado el castillo por alguna razón. Aunque no encontraba ninguna valida, ninguna señal de que tuviera intenciones de hacerlo.

Hace tanto solo cuarenta minutos ella estaba solo preocupada por el campeonato y ahora no tenía idea de donde estaba....

Quizás por el mal presentimiento que le había invadido o por miedo a que le pasara algo, tomó los polvos flú de encima de la chimenea para luego encenderla con su varita y gritar el nombre de la casa de Riley, sin embargo, cuando no ocurrió nada supo que algo realmente iba mal. Por lo que lo intentó de nuevo al menos un par de veces antes de salir corriendo hacia el campo de Quidditch a informarle a Dumbledore que su esposa había desaparecido y que por alguna razón la red flú a su casa no funcionaba.

Sin importarle interrumpir en la mesa de los jueces en cuanto llegó a su destino, fue hacia esta para llamar a Albus que le vio extrañado.

— Disculpe profesor, ¿podría hablar algo con usted? —preguntó intentando mantenerse sereno, pero el director sabía que algo iba mal, desde que vio a su nieta salir de las tribunas lo supo.

— Por supuesto Sirius— respondió sin mostrar preocupación alguna—. Si me disculpan, vendré en un momento— les dijo a los demás jueces para luego ambos magos bajar de las tribunas para hablar con mayor tranquilidad—. ¿Sucede algo?, ¿Dónde está Riley?

— Ese el problema, ha desaparecido— respondió lo que menos quería escuchar el profesor—. Salió hace casi una hora diciendo que iría al baño, pero no ha vuelto...

— Debe estar en algún lugar del...

— La puerta de su habitación estaba abierta, y la red flú hacia su casa no funciona— añadió con prisa alertando por completo a Albus antes de asentir.

— ¿Te dijo algo últimamente? —preguntó el barbón sabiendo la confianza que el matrimonio Black se tenían, pero para su sorpresa negó.

— Si lo hubiera hecho no estaría tan preocupado... tengo un mal presentimiento Albus...—respondió algo impaciente—. Saldré de los terrenos de Hogwarts para ir a su casa...

— Me parece perfecto, ven lo más rápido posible...

— ¿Cree que le haya sucedido algo? —preguntó Black preocupado sabiendo que Dumbledore siempre sabía algo, no tenía idea de cómo, pero lo hacía.

— Muchas teorías, cada una peor que la otra— solo dijo algo molesto—. Ve, tal vez solo estamos algo paranoicos— mintió para calmar al animago antes de este asentir y correr para salir de los terrenos de Hogwarts.

Mientras que el director del colegio de magia en vez de volver a su puesto en la mesa de los jueces caminó hacia donde estaba Snape para luego tocar solo su hombro para indicarle que le siguiera hasta bajar lejos de las miradas curiosas.