Capítulo 113: Captura.

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En un momento estaba en medio de una batalla contra Bellatrix, y en un descuido lo desarmó algo que fue un poco impactante para él al creer que aprovecharía para matarlo, pero no fue así. La bruja se rió antes de todo volverse oscuro para el chico. Por un momento creyó que había muerto que había perdido todo, y que le había fallado a su madre, pero cuando volvió a abrir los ojos se dio cuenta de la horrible realidad.

Habían cosas peores que las muertes, que las torturas, y eso era ser usado. Ser utilizado como un objeto como un soborno, porque cuando despertó y vio aquella figura imponente delante de él se dio cuenta de que era lo que sería a partir de ese momento.

Como si el sofá en donde estaba fuera fuego, se paró de golpe sin apartar la vista de la figura delante de él que lo miraba casi con burla. Sabía que no podía hacer nada sin una varita, pero eso no significaba que le daría una batalla fácil. Oh no, era un digno hijo de su madre, y primero muerto antes de que rendirse sin pelear.

— No voy a matarte— le dijo Voldemort siseando fríamente al ver la posición de su nieto al verlo.

— ¿Por qué no? —preguntó aun sabiendo la respuesta, pero pretendía ver que diría a aquello.

— Eres hijo de Riley— soltó haciendo reír al rubio antes de negar, mientras Tom veía en él mucho de su hija, ella hubiera reaccionado de igual forma.

— La familia es más que sangre— mencionó el rubio casi escupiendo aquellas palabras—. Así que puede tragarse su teatro, si estoy aquí es porque quiere usarme en contra de mi madre...—soltó con desprecio y sin rodeos, haciendo reír a Voldemort.

— Puede que eso sea cierto, pero quiero ofrecerte algo antes— le dijo creyendo que aquel chico tenía potencial sin saber realmente su poder—. Eres joven, muchacho, podrías...

— No voy a unirme a ti— le interrumpió de golpe como si fuera una broma antes de él lanzarle un crucio no verbal con su varita, provocando que cayera de rodillas del dolor en el suelo al no esperárselo.

— Necesitas aprender a respetar chico— soltó con rabia antes de lanzarle otro crucio—. Puede que luzcas como tu padre, pero hay mucho de mi hija en ti...—dijo casi con orgullo—. Esa devoción de luchar por lo que cree correcto... es una lástima que tanto potencial esté desperdiciado...—mencionó mientras Orión levantaba la vista para encararlo—. ¡Legeremens! —lanzó para poder ver si podía controlarlo o encontrar algo para usarlo, pero este no le dejó ver ni ápice de esta—. ¿Riley te enseñó oclumancia?

— Cuando era pequeño— respondió con orgullo antes de ponerse de pie—. Y necesitará más que un crucio como para poder doblegarme, muchos de tus seguidores me han herido de peor forma cuando apenas era un niño...

— Quizás te he subestimado— mencionó con cierta curiosidad por el chico. Sin haber contado que tenía más de su sangre de lo que hubiera esperado—. Serías un perfecto mortífago, chico...

— Lástima que no me guste hacer daño a las personas inocentes— soltó casi con burla, provocando una risa en Voldemort en vez de su ira.

— Disfruta tu estancia aquí, porque será larga— le dijo el señor tenebroso negando antes de caminar hacia la puerta y considerar que no era muy inteligente dejar al chico solo, ni mucho menos con algunos de sus seguidores, ya que podía desarmarlo y escapar—. Nagini— llamó a la única que podía ayudarle en ese momento antes de él abrir la puerta y poco después aparecer la pitón siseando por el suelo mientras entraba a la habitación.

Orión la observó con cuidado sabiendo de quien se trataba. Aquel reptil había pasado con su madre parte de su infancia, la parte más oscura. Y sí él la había llamado era porque lo consideraba tal vez importante como encomendarle su cuidado a alguien más.

La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora