La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]

Capítulo 23: Pruebas de Quidditch

En pocas horas ya estaba en la habitación que tenía en Hogwarts intentando digerir todo aquello que había sucedido tan rápido. Porque ni un millón de años se veía hablando con Narcissa Malfoy acerca de Orión... y menos tan calmadamente, como si solo se tratara de algo normal. Como si no le sorprendiera mucho aquel hecho. Sucediendo todo lo contrario a lo que esperaba, quería que el niño fuera parte esencial de su familia...

Hecho que no le hubiera parecido tan descabellado de no ser por la sangre que corría por sus venas. Por ser quien era. Cualquiera cercano a ella corría peligro, pero sobre todo su propio hijo corría el mismo riesgo si se sabía quién era realmente. Porque si en la primera guerra su padre no había usado a Lucius en su contra ahora lo haría sin dudarlo.

Pensando todo aquello se encontraba boca arriba en la cama de su habitación en Hogwarts sin tener idea de lo que haría con aquella situación. Sin contar que en apenas unas horas comenzaría un nuevo año escolar y por tanto tendría más cosas por las cuales preocuparse.

— ¿Riley? — escuchó que tocaban sacándola de sus pensamientos.

— Pasa abuelo— respondió sentándose en su cama mientras el director de Hogwarts abría la puerta para luego entrar y cerrarla al hacerlo—. ¿Necesita algo?

— No sé si te habrás enterado del incidente de Gringotts...—respondió sin ella saber a qué se refería por lo que no pudo evitar verlo extrañada y confundida—. Lo asaltaron, pero no se llevaron nada...

— ¿Cómo que entraron?, ese es el segundo lugar más seguro de Londres, luego de Hogwarts por supuesto— le interrumpió olvidándose de sus problemas personales sabiendo que aquello era de real importancia—. Solo alguien poderoso...—comenzó a decir antes de caer en cuenta de lo que ocurría—. ¿Mi padre? —preguntó sintiendo un leve escalofrío en todo su cuerpo, no por miedo por ella, sino por su hijo y por el odio que sentía al tan solo mencionarlo—. ¿Si ha vuelto?

— Aun no tengo la certeza...

— Por favor Albus, no vengas con divagaciones. Solo vendrías aquí de estar seguro de algo— le interrumpió intentando mantener la calma—. ¿Qué hacía en Gringotts?, ¿Qué buscaba?

— La piedra filosofal— respondió haciendo que por unos segundos lo viera extrañada hasta que recordó que era por lo que lo vio sorprendida—. Sea lo que sea que le haya pasado a Tom, lo dejó en muy mal estado, por lo que creo que busca la piedra filosofal para volver a ser quien era— explicó con suma brevedad—. Por ahora la piedra está a salvo aquí en Hogwarts, custodiada por varias trampas que no serían fáciles de burlar. Incluyendo un cerbero...

— ¿Crees que esa suficiente para detenerlo?, además como rayos podría entrar al colegio sin que lo notemos...

— No lo subestimes Riley— la cortó de golpe haciéndola asentir—. Por ahora solo te pido que te mantengas en alerta por cualquier cosa extraña que veas, y que por favor no actúes precipitadamente...

— Abuelo, si tengo la oportunidad lo mataré sin dudarlo— le interrumpió sin miedo ni duda—. Es lo menos que se merece...—agregó como si nada mientras el barbón la miraba un poco molesto por aquella actitud—. Primero iría a Azkaban antes de poner riesgo a mi hijo y a mi ahijado...

— Por ellos es que deberías mantener la calma, no creo que quieras dejarlos solos por una imprudencia— le intentó convencer, haciéndola suspirar.

— Lo mataré con suma prudencia entonces— intentó bromear antes de reírse y negar—. No dejaría a mi hijo por nada del mundo abuelo, y menos por ese maldito...

— Eso espero.... Si tienes alguna sospecha no dudes en hablar conmigo...—soltó con suma seriedad antes de ella asentir—. Por cierto, hay algo más que me gustaría hablar contigo...