Capítulo 67: La marca tenebrosa.

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— ¿Usted no va? —preguntó Draco poniéndose una túnica con rapidez, para luego salir con Orión y Riley de la habitación.

— Lu— llamó antes de verlo cerca de la entrada, por lo que no tardó en ir con los chicos hacia él—. Llévatelos lo más pronto posible...

— No voy a dejarte aquí— aseguró Lucius con rabia y preocupación.

— Voy a ayudar a evacuar al resto de las personas...— explicó con rapidez haciéndolo negar—. Estaré bien y lo sabes, no es bueno que estés aquí, podrían implicarte...—añadió antes de que pudiera decir que regresaría a ayudarla.

— Por favor ten cuidado— dijo sabiendo que discutir con ella era en vano antes de la rubia besarlo de golpe sin importarle nada.

— Nos vemos en breve...—le aseguró antes de él asentir tomar a sus hijos y desaparecer para luego ella salir de la tienda.

Ella no tardó en notar como por encima de los mortífagos, en lo alto, flotando en medio del aire, había cuatro figuras que se debatían y contorsionaban adoptando formas grotescas. Era como si los magos enmascarados que iban por el campo fueran titiriteros y los que flotaban en el aire fueran sus marionetas, manejadas mediante hilos invisibles que surgían de las varitas. Dos de las figuras eran muy pequeñas.

Las personas que flotaban en el aire resultaron repentinamente iluminadas al pasar por encima de una tienda de campaña que estaba en llamas, por lo que Riley corrió en su auxilio, y más cuando vio como a una señora la ponían de cabeza. No tuvo que ser un genio para adivinar que ellos eran muggles, los mismos que una vez vio de reojo al llegar.

Corrió a través de la multitud para poder poner un fin a aquello, aunque le costaba dado los magos y brujas y corrían de un lado a otro, y lanzar un hechizo sería demasiado peligroso. Así que sin muchas opciones lanzó un Accio escoba esperando que alguna fuera hacia ella, y así fue luego de un par minutos, para luego ponerse la capucha de su túnica, subirse en la escoba con pesar y elevarse sobre la multitud.

Desde la altura divisó al ministro de magia y varios aurores a kilómetros detrás de ella, seguro inmóviles por la misma razón, no atacar sin herir a alguien.

Minutos después aterrizó delante de los ahora los brujos enmascarados.

— Bájenlos— les ordenó provocando la risa de estos antes de apuntarle con su varita—. Error— mencionó antes de desarmar a uno de ellos con magia sin varita lo cual los dejó algo sorprendidos, haciendo que ella supiera que era hora de mostrar su cara. Sabía que no todos los seguidores de padre la conocían, pero sí la gran parte... —. No volveré a repetirlo...—añadió, pero en vez de hacerle caso uno de ellos hacer que un niño muggle cayera de golpe antes de ella rentalizar la caída—. Aparte de sordos, idiotas— soltó alzando su mano para usar toda su magia para lanzarlos lejos para poco después olvidarse de ellos y hacer caer a los otros tres muggles con cuidado en el suelo.

— Es ella— escuchó a uno de ellos sin lograrlo identificar para luego desaparecer.

— Maldición— gritó la rubia dándose cuenta de que se le había escapado uno.

— Nosotros nos encargamos— escuchó la rubia detrás de ella para luego varios aurores pasar por su lado, y poco después el ministro, haciendo que supiera que ya había hecho más que suficiente.

— Uno desapareció, llevan máscaras así que no sé de quién se trataba—le informó a Fugde con rapidez—. Ayudaré a evacuar el resto de las personas...

— Gracias— apenas pudo decir al haber visto el espectáculo que había montado al poder ella sola con los mortífagos—. ¿No terminará lo que empezó?

La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora