La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]

Capítulo 68: Ojoloco Moody.

Riley apareció justo delante de su casa para luego quitar las protecciones que había puesto antes de irse, y entrar yendo directamente a la cocina a buscar un trago de alcohol que era lo que necesitaba para quitarse aquel mal sabor de boca que le dejó el haberse enfrentado a mortífago luego de catorce años. Haciendo que recordara los tiempos antes de irse de Londres, cuando todo era un caos y ella pasaba los días fuera haciendo misiones para su abuelo.

— ¿Riley? —le llamaron, pero ella iba muy perdida en sus pensamientos como para notarlo—. ¿Qué ocurrió? —preguntó Malfoy al verla caminar hacia la cocina ignorándolo por completo por lo que no pudo evitar tomarla por el brazo y estrecharla contra sus brazos—. ¿Te hicieron algo?

— Necesito un trago Lu— solo respondió separándose de él para seguir su camino a la cocina—. Me encargaré de ellos por un momento, pero los aurores llegaron e hicieron su trabajo— explicó sacando una cerveza de mantequilla de la nevera al cambiar de opinión sobre embriagarse—. E invocaron la marca tenebrosa en el cielo, aunque no encontraron los culpables...

— ¿Estás bien? —preguntó pasando por alto lo que le había dicho ya que su única preocupación era ella—. ¿Te hicieron algo?, ¿Te hirieron?

— Sabes que soy hueso duro de roer— respondió sonriendo de lado con arrogancia antes de tomarse con rapidez la mitad del contenido de la botella en su mano—. Aunque aquello me recordó los años de guerra en los que estuve luchando...—añadió con desdén—. ¿Crees que mi padre regrese pronto? —preguntó algo pensativa.

— No lo sé, pero deberías calmarte un poco— respondió haciéndola reír—. Draco que se quedó en casa por esta noche sino te molesta— mencionó cambiando de tema antes de ella negar—. Orión apenas se durmió, estaba preocupado por ti...

— Él siempre lo está— mencionó terminándose la botella para luego buscar otra—. Creo que a veces se le olvida que las cosas han cambiado, y ya no tenemos que cuidarnos las espaldas...—comentó algo pensativa para luego negar y comenzar a tomar la segunda botella.

— Para eso estoy yo, para cuidarte...—mencionó sonriéndole antes de quitarle la botella de la mano para luego besarla—. Así que por favor no vuelvas a enfrentarte sola en una batalla...—soltó encima de sus labios.

— Sabes bien porque no dejé que fueras...—se justificó antes de volverlo a besar esta vez intensificándolo al colocar sus manos en su cuello para introducir su lengua en la boca del rubio haciéndole sentir el sabor de cerveza de mantequilla—. No quería que te involucraran con los mortífagos por haber sido uno...—soltó al tomar aire para luego volverlo a besar mientras las manos del rubio comenzaban a desabotonarle la túnica.

— Lo sé, por eso no fui por ti...—concordó abandonando sus labios para empezar a besar su cuello—. ¿No prefieres descansar? —preguntó deteniéndose.

— Necesito que me calmes, pero primero...—respondió mordiéndose el labio para luego negar—. Vayamos a la habitación, solo me quedan poco más de una semana juntos...—soltó saliendo de la cocina con algo de prisa para luego él seguirle.

Ambos sabían que aquel año sería algo difícil para los dos, ya que el tiempo de la rubia salir los fines de semanas se habían reducido gracias a que aquel año se celebraría el torneo de los tres magos en Hogwarts. Por lo que aquellos diez días restante serían los últimos que pasarían juntos por tanto tiempo hasta quizás las vacaciones siguientes, ya que ni en navidad ella iba a poder descansar...

La última semana antes de empezar las clases fueron un completo caos gracias al ataque de los mortífagos y la marca tenebrosa en los mundiales de Quidditch. En el profeta no dejaban de criticar al ministerio por aquella poca seguridad, sin embargo, lo único que le sorprendió a la joven Black fue un titular que salió días después sobre la desaparición de una bruja cuyo nombre ya había escuchado antes. Berta Jenkins. Haciéndole tomarse un poco más en serio el sueño de su ahijado, aunque no lo comentó con nadie, lo menos necesitaba era a alguien más alerta aparte de ella...