Capítulo 121: El rescate de Orión.

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Al descender, Riley pisó un suelo de asfalto y sintió una profunda nostalgia cuando vio la calle principal de Hogsmeade, tan familiar: los oscuros escaparates, el contorno de las negras montañas detrás del pueblo, la curva de la carretera que conducía a Hogwarts, las ventanas iluminadas de Las Tres Escobas. Quien podría imaginar que hace cuatro años aquel lugar era uno al que podía llamar hogar.

Tal como se imaginó, un par de segundos después de aparecer una docena de mortífagos salieron de las tres escobas. Ella pensó en que seguro salieron creyendo que atraparían a algún estudiante, y no a ella ya que muchos retrocedieron en cuanto la vieron debajo de su capa mirándoles de forma desafiante. Uno de ellos se llevó la mano con cuidado a la marca tenebrosa antes de Riley lanzarlo con un movimiento de mano contra la pared del bar, dejándolo inconsciente en el proceso.

Sin dejarles oportunidad para atacarlos, lanzó a los once mortífagos restantes con su magia a metros de ella. Aunque un par de corpulentos lograron seguir consientes esto no fue problema para ella, ya que luego de un par de crucios y un Desmaius logró deshacerse de estos también.

Sabiendo que no tardarían en venir más sirvientes de su padre, se puso su túnica y caminó calle abajo con rapidez para buscar refugio mientras averiguaba como entrar a Hogwarts sin alertar a su padre. Porque si él se enteraba que estaba allí, no tardaría en sacar a Orión del colegio, y ella perdería esa gran oportunidad que tenía en bandeja de plata.

Continuó caminando doblando en varias esquinas y mirando atrás de ella para comprobar que nadie la seguía hasta que llegó al pub que buscaba. Cuya puerta abrió con un alohomora para luego cerrarla y respirar con tranquilidad. Una que se fue con la misma prisa que llegó al ver al dueño apuntándole con su varita al no reconocerla.

— Soy yo— solo le dijo a Aberforth quitándose la túnica haciendo que el señor le viera con incredulidad.

— Te creía muy lejos de aquí— mencionó bajando la varita al saber que nadie era tan idiota por hacerse pasar por ella en medio de Hogsmeade con medio país buscándola.

— Se acabaron mis vacaciones— bromeó antes de abrazar a su tío-abuelo y este corresponderle el abrazo—. He aturdido a una docena de mortífagos, necesito entrar a Hogwarts antes de que mi padre se entere que estoy aquí— soltó sin perder tiempo al terminar el abrazo.

— ¿Por qué viniste hasta aquí? —preguntó preocupado e intrigado, ya que ella no era de las huían.

— Mi hijo está en el castillo, así que quiero sacarlo de allí— respondió cruzándose de brazos mientras el hermano de Albus se limitaba a asentir.

— El chico está bien, lo he visto varias veces...

— Creí que no podía salir del colegio...—mencionó Riley extrañada por su comentario.

— Oh no lo hace, pero viene de vez en cuando aquí gracias a la sala de menesteres...—comentó antes de ir por detrás de la barra. Pasaron por otra puerta que conducía a una desvencijada escalera de madera y subieron tan aprisa como pudieron. La escalera daba a una salita provista de una alfombra raída y una pequeña chimenea, sobre la que colgaba un enorme retrato al óleo de una niña rubia que contemplaba la habitación con expresión dulce y ausente. Ariadna, la hermana menor de su abuelo. Mientras ella lo seguía se había quedado pensando en aquello. Si era cierto que Orión había encontrado la forma de salir del castillo sin ser detectado, ella podía usar aquel pasadizo para ir por él—. Normalmente lo usa para yo poder darle comida a los chicos que mantiene a salvo en la sala...

— ¿A salvo?, creí que con él allí estarían a salvo...—mencionó la rubia algo preocupada.

— Hace lo que puede, sin su varita y con los hermanos Carrow torturando a sus alumnos, no le queda de mucho— respondió con claro desprecio para luego negar—. Es cierto que tiene cierto poder por ser tu hijo, pero quien-tú-sabes no puede estar respondiendo cada vez que él tiene una queja...—mencionó antes de ver el retrato de Ariadna—. Eso no importa ahora, si lo que dices es cierto y saben que estás aquí, es mejor que te des prisa...—cambió de tema de golpe antes de abrir el retrato de su hermana como si fuera una puerta—. Sigue derecho y podrás encontrar la sala de los menesteres...

La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora