La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]

Capítulo 89: ¿Y tu venganza?

Advertencia de escenas fuertes...

Sin Riley esperárselo, su hijo no se despegó de su hermana en toda la tarde e incluso aprendió a darle de comer, sacarle los gases y luego de varios intentos también pudo cambiarle los pañales, sin asco alguno, ya que adoraba a esa bebé. Y no le importaría cuidar de ella como se debía, algo que dejó a su madre con un poco tiempo más libre para ella. A pesar que, al terminar el día, este no quería dejar dormir a la pequeña en su cuna, ya no confiaba en que estuviera sola por las noches.

— Podrías llevar su cuna a mi cuarto...—mencionó al dejarla en la cuna durmiendo haciendo reír a Riley para luego negar y sacarlo de la habitación—. Oh vamos mamá...

— Ve a dormir Orión, ya mañana la volverás a ver— le aseguró con cierta diversión en sus palabras—. Además, recuerda que es mi responsabilidad no la tuya...

— Pero es tan adorable, que no me importa cuidar de ella...—le aseguró sonriendo de lado haciéndola reír—. Por cierto— le dijo poniéndose serio de repente antes de cerrar la puerta de Tari— mis amigos, mis ex-amigos saben quiénes somos— soltó algo incómodo por la reacción de su madre.

— Era de imaginarse— mencionó sin sorprenderle—. Estoy segura que la mayoría de las serpientes sabrán quienes somos para el comienzo del próximo curso— comentó algo preocupada—. ¿Estarás bien?, si alguien te ataca...

— No lo harán— le interrumpió de golpe—. Al parecer tienen órdenes de no tocarme— confesó haciendo que la rubia abriera los ojos de la sorpresa—. El abuelo quiere que me une a él...

— No por eso dejaría de hacerte daño— argumentó Riley con rapidez—. Nada lo detiene de hacerlo...

— ¿Entonces?

— Lo que quiere es usarte Orión, eres mi hijo y él...—respondió la bruja con rabia y desprecio—. Necesito que te cuides las espaldas, cuando duerman coloca alarmas, hechizos protectores y duerme con tu varita en mano— le ordenó mientras el chico asentía—. Podrían atacarte cuando menos lo piensas, por eso...

— No te preocupes, siempre estoy con alguno de los Weasley, o con Granger o Harry—mencionó sabiendo que era aquello lo que diría—. Sé cuidarme de mis compañeros, pero Voldemort...

— Por eso nos quedaremos aquí ocultos— le mencionó con prisa sorprendiendo a su hijo.

— ¿No irás a luchar sin pensar como siempre?

— Joven que no se te olvide que hablas con tu madre— le regañó por su falta de respeto—. No voy a dejar a Tari sola, porque Sirius me seguiría a donde fuera...—le aclaró con prisa—. Sin nosotros ustedes tres estarían desprotegidos para ser atacado por algún mortífago...

— ¿Qué piensas entonces? —preguntó con suma curiosidad.

— Nos quedaremos aquí ocultos el resto del verano — comenzó diciendo con prisa—. Nada de Quidditch, ni salidas a ninguna parte, ni a Hogsmeade, Sirius irá a buscar sus materiales...

— ¿Ustedes volvieron? —no pudo evitar comentar sin saber si sentirse feliz por ella o celoso por el reemplazo de su padre, aunque supo la respuesta al recordar que él era un mortífago de nuevo—. Siento lo de mi padre, no mereces lo que nos hizo— aclaró con rapidez y rabia—. ¿Por eso fue que discutieron?

— No discutimos, terminamos solo que no quería decirte para que no hicieras una locura— respondió con rapidez haciéndolo enojar aún más—. No te preocupes, fui una idiota por olvidar lo cobarde que era y creer que se había reivindicado— añadió poniendo una mano en el hombro de su hijo en forma de apoyo.