Capítulo 98: El castigo de Umbridge.

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Al tener las próximas dos horas libres hasta que llegara la hora del almuerzo decidió subir a la torre de Ravenclaw para poder investigar qué tan cierto era lo había leído del libro que le había dado Pince. Era un libro sobre los fundadores Hogwarts, de mitos o leyendas, pero en este hablaba sobre el basilisco de Salazar Slytherin, el cual había resultado cierto, por lo que consideró averiguar si el resto era cierto.

Hablaba también de la espada de Godric Gryffindor, de la cual le preguntaría a su madre más tarde, pero lo que más curiosidad le dio fue cierto objeto que podía creer que fuera real. Aunque luego de pensarlo y analizarlo, tuvo la loca idea de que tal vez su abuelo supiera de esto, y que lo hubiera convertido en uno de sus horrocruxes. Después de todo pertenecía a otro fundador, y según su madre, Hogwarts siempre había sido su hogar, sin contar que aquel objeto era realmente poderoso para el gusto de Tom.

En cuanto llegó al séptimo piso, esperó a ver si alguien que no tuviera clases a esa hora iba o salía de la sala común, ya que gracias a la última vez que entró como si nada no fue tan bien recibido.

— ¿Buscas a alguien? —preguntó una voz que no creyó que agradecía tanto por escuchar, era justo a la persona que necesitaba en aquel momento.

— A ti, Luna— le dijo sonriendo de lado sorprendiendo a la chica, aunque no le demostró, aquella niña no era como las demás, era una de las pocas que la presencia de Orión no le importaba ni le afectaba.

— ¿Buscas Torposoplos? — preguntó tan ida o risueña como siempre haciéndolo reír.

— ¿Sabes que la dama gris es Helena Ravenclaw? —preguntó siendo directo antes de la chica asentir como si fuera lo más obvio del mundo—. ¿Sabes dónde puedo encontrarla?

— ¿Para? —soltó la chica haciéndolo reír.

— Quiero preguntarle algo, no voy a molestarla te lo juro— le aseguró haciéndola suspirar antes de asentir de nuevo y decirle en donde la había visto la última vez...

En efecto media hora después la encontró flotando despreocupadamente por lo que no pudo evitar sonreírle.

— ¡Helena! — le llamó llamando su atención ya que todos la llamaban la dama gris, y solo los alumnos de su casa sabían quién era ella. Aunque su atención fue mayor al ver a qué casa pertenecía, una que no le dio muy buena espina.

— ¿Cómo sabe quién soy? —preguntó con suma desconfianza.

— He leído mucho sobre usted— respondió sonriéndole con suma gentileza—. Sobre su historia para ser específicos.... Y necesitaba preguntarle si sabe dónde está la diadema de su madre... Rowena...

—Me temo que no puedo ayudarte —le dijo sonriendo fríamente antes de dar la vuelta.

— Por favor...

— No creas que eres el primer alumno que la codicia —dijo el fantasma con desdén—. Generaciones y generaciones de alumnos me han dado la lata para...— añadió haciéndolo reír.

— No necesito ser más interesa ser más listo, de hecho, lo encuentro casi imposible— mencionó con algo de arrogancia antes de negar recordando que tenía que ser gentil si quería sonsacarle alguna información—. Necesito saber dónde tu madre la escondió o si...

— Yo se la robé a mi madre— le dijo confirmando aún más las sospechas del joven Black—. Quería ser más lista, más importante que mi madre. La robé y huí con ella.

— ¿Dónde la puso? —preguntó sin dejarle proseguir, faltaba menos de una hora para el almuerzo, y quería acabar con ello lo antes posible, sin embargo, supo que la dama lo había malinterpretado—. Lo siento, si no quiere decirme, al menos puede responderme otra pregunta...

La hija de Lord Voldemort [Lucius Malfoy/Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora