Alcanzando un Sueño (Nowaki x Hiroki)

CAPITULO 40 Doloroso reencuentro.

---Externo---

El chico seguía cantando dejando impresionados a varias personas, emocionándose por su voz y los sentimientos que transmitía en cada letra, todas las personas se dejaban llevar y cantaban con él, aprovechando cada momento para subir al escenario.

Un cierto peliblanco aun no salía de su asombro, lo miraba sin creerlo, la persona que más amaba solo se encontraba a unos metros de distancia, teniendo ganas de alcanzarlo y decirle todos sus sentimientos, aunque la mirada no era correspondía ya que el cantante no lo noto.

Un hombre de 30 años pelinegro de ojos color verde lo miraba con deseo y lujuria, relamía sus labios al recorrer el cuerpo con su mirada, recordando cuando vivía en la misma casa con él.

-Te has puesto muy lindo pequeño travieso, esta vez no te dejaré ir….

---Koji---

El concierto siguió por 3 horas, tome un poco de agua y me acerque a Daiki.

-¿Qué sucede mi niño? –me miro.
-¿Con que canción vamos a cerrar?
-Qué te parece que cantemos la nueva.
-¿Eh? Pero nuestro representante se enojará.
-Pues dile que te obligue. –me guiño el ojo.
-¿Qué traman? –cuestiono Shin.
-Nada, solo ya sabes nos decíamos lo mucho que nos amábamos. –se carcajeo.
-Sí claro.
-Oh mi lindo niño se sonrojo. –me abrazo Kenshi.
-Vamos, cantemos la última.
-¿Cuál será?
-Recuérdame.

Camine de nuevo al medio del escenario donde todas las personas me empezaban a aclamar, a mí y a mis compañeros, que más que compañeros son mi familia.

Koji:
Recuérdame cuando duermes y adivino lo que sueñas
cuando lejos de nuestra cama es a mí en quien piensas.
Recuérdame…

Daiki:
Recuérdame cuando parta y no regrese a nuestra casa
cuando el frío y la tristeza se funden y te abrazan.
Recuérdame…

Koji:
Recuérdame cuando mires a los ojos del pasado

Daiki:
Cuando ya no amanezca en tus brazos

Ambos:
Y que seas invisible para mí, para mí.
Recuérdame amándote
mirándote a los ojos
atándome a tu vida
recuérdame amándote

Koji:
esperándote tranquilo

Daiki:
Sin rencores sin medida

Ambos;
Recuérdame, recuérdame
que mi alma fue tatuada en tu piel.

Daiki:
Recuérdame cuando sientas que tu alma está inquieta.

Koji:
Si el deseo y tu amor no me calientan.
Recuérdame

Daiki:
Recuérdame
cuando mires a los ojos del pasado

Koji:
Cuando ya no amanezca en tus brazos

Ambos:
Y que seas invisible para mí, para mí.
Recuérdame amándote
mirándote a los ojos
atándome a tu vida
recuérdame amándote

Daiki:
Esperándome tranquilo

Koji:
Sin rencores sin medidas

Ambos:
Recuérdame, recuérdame
que mi alma está tatuada en tu piel.
Recuérdame amándote
mirándote a los ojos
atándome a tu vida
recuérdame
Recuérdame que mi alma fue tatuada en tu piel.

Todo el mundo estalló en aplausos mientras nosotros hacíamos una reverencia y nos dirigíamos hasta nuestro camerino.

---Hiroki---

Sus canciones me llegaron al corazón y más la última, no sé si soy yo pero note en su mirada cierta tristeza, mucho sentimiento a la hora de cantar, a la hora de entregarse en esa canción.

-Hiro-san, ¿estás llorando? –me miro.
-Lo siento, -me limpie las lágrimas- sus canciones son tan lindas y con muchos sentimientos.
-Chicos vamos ya, que tenemos pase directo. –comento Natsumi.
-Me muero por verlo. –sonrió Tsumori.
-¿Miketsukami? –lo llame.

Lo mire y tenía una pequeña sonrisa en sus labios, al igual parecía ser una estatua ya que no se movía para nada.

-SOUSHI. –grite.
-¿Qué pasa?
-¿Estas bien?
-Mejor que nunca. –sonrió.
-Anda que nos esperan.

Caminamos hasta donde todos nos esperaban, el organizador del concierto nos guio hasta los camerinos del grupo, abrió la puerta y nos dejaron pasar.

-Hola chicos, traigo a las personas que tienen el pase vip para convivir con ustedes. –comento el organizador.
-Está bien. –contesto un pelimorado.
-Adelante, -dijo el organizador- los dejo con la banda por favor cuiden de ellos.

El hombre salió del lugar dejándonos con el grupo, 3 de ellos se acercaron mientras que empecé a buscar al vocalista.

-Mi nombre es Daiki, -comento el chico pelimorado- y soy el baterista de la banda.
-Yo soy Shin, -saludo un pelinegro- soy bajista.
-Mucho gusto yo soy Kenshi, -dije un peliazul- guitarrita.
-Hola a todos, mi nombre es Koji, -hizo una reverencia aquel castaño claro- y soy el vocalista.
-Koji… -murmuro Miketsukami y se miraron.

Aquel chico se sorprendió de verlo mientras que Soushi sonreía al mirarlo.

-¡KOJI! –grito.
-¿T-Tsumori? –pregunto nervioso.

El fotógrafo de Shinobu se abalanzo contra aquel chico y lo abrazo fuertemente.

-¿Qué pasa aquí? –gruño el pelimorado separándolos al instante.
-Daiki, por favor. –dijo el vocalista.
-¿Quién eres tú para abrazar así a mi niño?
-Mi nombre es Tsumori y soy el novio de Koji.

Todos nos quedamos sorprendidos y más Miketsukami que parecía como ido.

-¿Él es el amante del cual nos hablaste? –pregunto Shin.
-Sí, -se sonrojo- chicos Tsumori-san es mi novio.
-Mi amor no tienes que decir san, ya habíamos hablado de eso. –Tsumori beso su frente.
-N-no me acostumbro. –dijo nervioso- pero, ¿Qué haces aquí?
-Digamos que vengo a tomar algunas fotos.

Mire a Miketsukami y tenía sus puños apretados, le toque el hombro para que se tranquilizará.

-Lo siento Hiroki-sama, estaré bien.

El chico me miro sorprendido y bajo la mirada. Soushi se acercó a Koji y lo tomo de la mano llevándoselo a la habitación de al lado.

-Lo siento pero en un momento se los devuelvo.
-OYE. –gritaron sus compañeros.

---Miketsukami---

Sentí una gran presión en mi corazón al escuchar esas palabras, lo que más amaba ya tenía a alguien más, ¿Por qué? ¿Acaso tengo la culpa?

-¿Qué te pasa? –se quejó.

Lo solté y me coloque frente a él impidiéndole el paso.

-Tenemos que hablar…