CAPITULO 58 Arrepentimientos.

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---Smith---

Después de largas horas hablando con los investigadores y las autoridades que se encargaban del caso de la desaparición de mi hijo tanto Nowaki, Miketsukami y yo decidimos volver a la casa para descansar un poco ya que no hemos dormido nada.

¿Cómo hacerlo?

Si ya han pasado 3 días desde su desaparición, y ese maldito de Fudo lo tiene, ese imbécil si se atreve a tocarle un solo cabello a mi hijo juro que lo mataré así sea lo último que haga.

Después de que Miketsukami me conto lo que Koji paso con ese bastado solo he pensado en hacerlo sufrir, torturarlo, mi amado hijo sufrió porque no pudo superar el rechazo de Sakura, solo porque nunca lo acepto, ha querido hacerle daño a mi hijo.

Tengo que encontrarlo y zafarlo de sus garras.

Pero nadie sabe su paradero, esto es tan frustrante, siento que moriré de la ansiedad, me volveré loco de dolor, no quiero que le pase nada, y menos cuando esta embarazado, lo debo proteger.

También le conté a Miketsukami acerca de que Koji es mi hijo, le revelé toda la historia y el me escucho sin interrumpirme, incluso él también sospechaba un poco el parecido de mis hijos. Me prometió que en cuanto tengamos a Koji con nosotros me pedirá su mano oficialmente, después del regaño que les daré.

Al llegar a la casa me desplome en el sofá cerrando los ojos unos instantes.

-Hiro-san, hemos vuelto. –escuche decir a Nowaki.
-Es mejor que duerma un poco señor. –comento Mike.
-Por favor solo dime Edward, y tú también deberías descansar.
-No puedo, -suspiro- no hasta tener a Koji en mis brazos.
-Te entiendo muchacho.
-Qué extraño. –murmuro Nowaki- Hiro-san no está.
-¿Por qué no le llamas? Tal vez salió a dar una vuelta. –comento Mike.
-Tienes razón.

Nowaki tomo el teléfono y marco el número.

-Hiro-san, ¿Dónde estás?

De repente abrí los ojos mirando a Nowaki palidecer.

-¿Kusama? –me levante del sofá.
-Maldito, -gruñó- Déjalos ir.

Se quedó callado unos minutos, dijo algunas palabras incomprensibles y al colgar apretó sus puños con fuerza.

-¿Qué ocurre? –pregunte.
-Ese infeliz, -grito- ESE PERRO INFELIZ LOS TIENE.
-¿Qué? –exclamó Mike.
-Nowaki, dime todo lo que te dijo. –exigí.
-Fudo, me dijo que me agradecía por darle una hermosa joya, que ahora que tiene a ambos jamás los dejaría ir, que le pertenecen, y que te dijera, -me miro- que lo tomarás como una venganza por robarle a Sakura.
-Ese infeliz… -gruñí.
-Debemos avisarle a Usami, para que también empiece a buscar a Hiroki. –comento Mike.
-Tienes razón, demos volver y buscarlos. –comento desesperado Nowaki- Mi Hiro-san y Koji están en peligro.
-Vamos. –comente y nos dirigimos al auto.

---Hiroki---

-¿Dónde está mi hermano? –gruñí.
-¿Hermano? –pregunto Shinoda sorprendido.
-Así que hay lo sabes, -se carcajeo Fudo- y yo que quería ser el primero en decírtelo.
-¿Dónde está Koji? –me desespere.
-Calma mi lindo castaño, -camino hasta donde me encontraba- no deberías hablarle así a tu amo.
-¿Qué diablos?
-Hiroki, -me miro lascivamente- eres único e inigualable, en verdad te vez tan sexy, muchas veces me masturbaba con ver tus fotos.
-ERES UN ASQUEROSO. –me aparte de él.
-Fudo, creo que… -comenzó a decir Shinoda pero fue callado ya que Fudo le aventó una copa de vino que tenía en sus manos.
-Tú solamente eres mi gato, así que no te metas, -respiro profundo- te llevare a la habitación donde está mi amado Koji, es una delicia…
-¿Qué le has hecho? –gruñí.
-Solo probar lo que me pertenece.

Sentí tantas ganas de golpearlo, pero me tuve que contener ya que quería estar al lado de mi hermano y protegerlo. Me condujo por un pasillo, hasta subir unas escaleras, al llegar abrió una puerta y me aventó haciendo que entrará al cuarto.

-Cuida de él, y por favor que tome una ducha, lo necesito bien vestido, -sonrió y me aventó una llave- para que veas que soy bueno.

Se carcajeo y cerró la puerta dejándome encerrado. Escuche un leve quejido y voltee hacia la cama. Un nudo se me hizo en la garganta de ver a Koji un poco pálido durmiendo, se quejaba en sueños, vi una cadena que descendía de su tobillo hasta el suelo.

Sin pensarlo corrí hasta él y libere su pierna.

-Koji. –murmure.

Él lentamente abrió los ojos y me empujo.

-DÉJAME, NO QUIERO, NO ME TOQUES…
-Tranquilo Koji, soy yo, Hiroki…

Él empezó a tranquilizarse y sollozo.

-Hiroki. –me abrazo y comenzó a llorar.
-Tranquilo hermanito, ya estoy aquí, te cuidaré, -susurre- es decir, los cuidare a ambos.
-No quiero estar aquí, quiero irme, -sollozo- tengo miedo Hiroki, no quiero que le pase nada a mi bebé, por favor, no dejes que se nos acerque.
-No dejaré que te toque, -lo abrace más fuerte- no permitiré que te lastimen hermanito.
-¿Hermanito? –me miro.
-Koji, -suspire- nosotros somos hermanos.
-Eso no es posible porque…
-Te contaré todo. –le limpié las lágrimas.

Le conté todo lo que nuestro padre me había dicho sin omitir alguna palabra, él me escuchaba sin interrumpirme mientras sus facciones cambiaban ante las menciones que hacía, de mi secuestro cuando era niño, de que le dijeron a nuestra madre que su hijo había nacido muerto, que Smith nunca supo de qué éramos sus hijos hasta ahora.

-Esto es…
-Sé que te debes sentir confundido y extraño, pero es la verdad, -tome sus manos- somos hermanos y nuestro padre con Nowaki y Mike nos están buscando.
-P-Pensé que esa señora era mi madre y que mi error fue haber nacido. –susurro.
-No Koji, nuestra madre nos amó demasiado, estoy seguro, ahora Smith nos dará ese cariño que nos hizo falta, te lo aseguro.
-Hermano. –sonrió y me abrazo.
-Encontraremos una salida, ya lo verás.

---Shinoda---

Me quede impresionado de la actitud de Fudo, yo solo quería que convenciera a Hiroki de que se casará conmigo, ya que él era su verdadero padre o al menos eso me dijo…

Siento que he cometido una estupidez de haber traído a Hiroki a este lugar…

¿Pero qué he hecho?

Tengo que sacarlo de este lugar, ese tipo está loco, y lo acabo de comprobar, en verdad fui un idiota, cuando estaba a punto de salir escuche como era removido el seguro de una pistola.

-¿A dónde crees que vas Shinoda?

Maldito llego muy pronto, tengo que salvar a Hiroki y al otro chico, pero como, no puedo si estoy en esta misma casa, y más aún cuando parece que Fudo adivino mis intenciones.

-Solo por aire fresco. –me gire.
-No te creo. –se acercó a paso lento- camina.
-Fudo, deja ir a los chicos por favor.
-¿Acaso escucho ruegos? –se carcajeo- Fuiste un imbécil al creerme, en fin te debo agradecer que hayas traído a Hiroki ante mí, tal vez te deje tenerlo luego de que lo utilice.
-Tú no lo vas a tocar. –intente acercarme pero coloco el arma en mi cabeza.
-Ni se te ocurra o no dudaré en disparar.
-Maldición. –chasquee la lengua.

Me coloco unas sogas en mis manos tras mi espalda y me llevo a una habitación.

-Este será tu recamara de ahora en adelante, más te vale no hacer ruido. –me miro.
-No te saldrás con la tuya Fudo.
-Yo siempre me salgo con la mía, -sonrió perversamente- primero fue el secuestro de Hiroki, luego hacer creer a Sakura que perdió a su bebé y regalarlo a la primer mujer que se cruzó en mi camino, luego asesinar a los señores Kamijou, otro poco matar a ese estúpido de Smith, matar a esa mujer que cuido a Koji.
-Eres despreciable. –gruñí.
-Y tengo una gran lista que le sigue, una más fue acosar a mi querido Koji, pero ya no me detendré, lo haré mío, -suspiro- no, haré míos a ambos, un trio suena genial.
-MALDITO ENFERMO, -grite tratando de quitarme las sogas- DÉJALOS EN PAZ.
-Descansa Shinoda. –salió de la habitación.

“Lo lamento tanto Hiroki, me esforzaré para liberarlos, así sea lo último que haga…”

Alcanzando un Sueño (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora