One Shoots | Harry Styles | H.S

Drunk

Harry.

-Harry, amor, ¿Podrías venir por mi?

-Claro, mismo lugar de siempre.

-Mismo, lugar, de siempre.

Las palabras de Maya resonaban en mi mente, otra vez.

Cada semana, para ser exactos cada Viernes llamaba, tal vez para hablar, tal vez para desahogarse, tal vez para que siempre termine en sexo. Tal vez.

Llego en 10 minutos, abro el lugar y la miro. Me acerco y ella me siente, se voltea y la miro.
Los mismos ojos marrones de siempre, soñadores y dormidos.

-Harry.

Su aliento huele a vino, a vainilla y menta.

-Maya.

Y me besa, no importa si hablábamos, hoy sólo me necesitaba para eso, y yo feliz de complacer sus caprichos.

En un parpadeo sus piernas me amarran y en otro yo estoy encima de ella en una cama.

Sabia lo que vendría, y no me importaba. Me diría algo como: "¿Que haces aqui?, te dije que no quería volver a verte. No recuerdo nada, así que mantente callado Styles" y yo me tendría que ir.

Sentí sus manos moverse a sus costados y voltee a mirarla. 

-Mierda, ¿Styles?

Voltea a verme y puedo observar sus ojos rojos y su voz un poco menos brillante de cuando esta sobria por completo.

-¿Qué haces aquí?

-No deberías preguntar lo mismo si sabes la respuesta- me refiero a ella ya sentado vistiéndome listo para irme-.

-A mi no me vuel...

De su teléfono suena "Santisfaction" de los Rolling Stones. Igual a cuando nos conocimos. Lo coge y responde.

-¿Hola?, Austin...Oh...Si, por supuesto.

Austin.

Desde hace meses solo llama por sexo, yo no le puedo llamar para vernos o cosas así. Y me perdí en sus ojos y nadie me pudo sacar de ellos otra vez. Me sentía mal conmigo y mal con ella. Por hacerme sentir tantas cosas cuando no puede hacer lo mismo por mi.

Termino de vestirme y miro la primera foto de nosotros tirada en la habitación, con ese ridículo marco de patos alrededor, roto.

Lo levanto y tomo la foto doblándola y guardándola en mi cartera.

-Si, yo también tengo demasiadas ganas de verte. Adiós.

¿Por qué no me puedes amar, cariño?

Abro la puerta y siento su voz detrás de mi.

-Harry, ¿A dónde vas?- susurra y sigo mi camino.

Si me volteo de nuevo hacia ella otra vez se repetirá lo mismo de siempre, y realmente justo ahora estoy cansado de mendigar amor.

-Me voy antes de que me corras. Ten un buen día. Y ya no llames por favor. Adiós, Maya.