One Shoots | Harry Styles | H.S

Mad Hatter

-Escóndete, Harry. Por favor, hazlo. Ellos ya vienen.

Pero a él no parece importarle y sigue ahí.

-Está bien, cariño. Vale.

Y se esconde como siempre lo hace.

-Señorita, escuche voces, ¿Está usted bien?

-Si- respondo rápido- váyase, déjeme sola, por favor.- suplico

-Está bien, recuerde que estamos por todo el lugar, por si nos necesita.

Y asiento.

-Harry. Harry, ya puedes salir.

Busco por todas partes y lo sorprendo detrás de mi.

-¡Buh!

Y me hace sonreír.

-Te amo mucho, Harry.

Y acaricio su cabello y miro sus ojos.

-Te amo mucho más, Amy. Sabes que siempre lo haré.

Me sonríe.

...

Llega la hora de la comida y Martha aparece, como todos los días en el día y noche.

-Hola, señorita Amy, ¿Como está usted?

-Pregunteme eso luego, siempre lo hacen todos.

-Vale, parece que hoy no quiere hablar. Está bien. Pero ya vine para ayudarla a comer.

Su amabilidad me hace sonreír.

-Gracias, Martha.

La gelatina no sabe muy mal, sabe bien incluso. Y lo demás me cuesta digerirlo pero lo hago. para que Martha se retire. La volteo a ver y rió en voz baja. Paso las manos por su cabello y ha dejado unos cabellos levantados que hacen que se vea como El Pájaro Loco. Harry reiría conmigo si estuviera aquí. Pero por precaución se fue.

-Muy bien, Amy. Hoy usted comió excelente, me alegro. Sus padres se pondrán muy felices de que hoy digirió toda la comida.

Sonrió y se retira.

-Vamos Harry ya se fue, se que estás debajo de la cama.

Y en efecto, sale.

Su cabello se despeino un poco y me hace sentirme bien.

-¿Viste su cabello, amor?- pregunta.

-Si, oh Dios. Me recuerda a la señorita Anie cuando se metía en el salón de ciencias con el maestro Aaron y salían todos despeinados o con la ropa mal puesta.

-¡Jamás olvidare cuando se puso la playera al revés y se dio cuenta hasta que Claudia se lo dijo!- susurra para no reír.

Estar con Harry me hacia sentir tan bien, como Alicia en el país de las Maravillas.

-Cambiando de tema, ¿Cuánto tiempo falta Amy?

-¿Para qué?- pregunto.

-Para que tus padres te dejen salir conmigo y no te tengan castigada.

-Pronto se les pasara, Haz. Muy pronto.

Me mira y al instante me besa, dejándome caer dormida.

...

Despierto y lo miro a mi lado sentado.

-Buen día cariño, ¿Puedo saber en que piensas?- me siento junto a él.

-En lo hermoso que te queda ese conjunto blanco- sonríe y lo abrazo.

-Te amo.

La puerta suena y grito.

-Rápido, Harry escóndete. Ahora, ellos vienen

Y lo hace, lo veré más tarde.

Abren la puerta y miro al doctor.

-Buen día, Amy. ¿Puedo saber con quien hablabas?

-Con Harry, pero no le diga a mis papás. Por favor- suplico.

-Bien, lo haré por ti. Pero aquí en confianza ¿Que te dijo?

-Lo hermosa que me veía con esta pijama- le sonrío y me mira confundido.

-Tiene razón, Amy. ¿Donde esta el ahora?

-Escondido, debajo de la cama.

El busca y no lo ve, es muy estúpido, esta a lado de la cama. Todos son estúpidos.

-Aquí no esta, Amy.

-Si- digo nerviosa- Si, que lo esta. Pero ustedes no lo ven.

-Amy, no lo puedo ver porqué no existe. Es tiempo que te des cuenta, por favor. Han pasado 5 años, está muerto cariño, tienes que ser fuerte para salir de este Centro de Psicología. Por favor, Amy. 

Y volteo a ver donde se suponía que estaba y me sonríe de lado.

-El no llegara, Amy. Ya no lo hará.

Y desaparece su figura.

Ya no lo hará.