One Shoots | Harry Styles | H.S

Perfectly Wrong

Roses Part II

La vida a través de las pantallas de televisión o el internet parecía más fantasiosa y rápida que cuando la veías transcurrir en la vida real.

La boda de el amor de mi vida estaba programada para mañana y yo estaba aquí, con una botella de vino en la mano y la otra con un paquete de cartas que me hizo llegar cuando aún estábamos en una relación. Alguien toca la puerta en ese momento...

Pongo el paquete en la mesa y me levanto tambaleándome, abro la puerta y lo único que encuentro es un sobre beige con letras ilegibles en este momento para mi. Hago mi mayor esfuerzo por leer.

"Mr. Harry Styles;
Usted ha sido invitado a la boda que se llevará a cabo el día 2 de Diciembre a las 12:00 pm en Manchester, Reino Unido, dónde el alma de Elia y Abraham se unirán para siempre. Le suplicamos no falte".

Miro la invitación y las lágrimas caen sin cesar, escucho mi alma romperse, se rompe al saber que la de Elia no le pertenece más. Y después tiro el vino que queda para irme a la cama, el viaje de acá a Manchester tardaría poco más de dos horas. ¿Voy o no voy?

Más destrozado no puedo estar, claro que iré.

. . .

La mañana llega lento y observo el reloj que dictan las 9 de la mañana. Sonrió tristemente y suspiro "a esta hora Elia ya ha de traer el vestido de novia listo". Y me levantó.

Me baño, tomo un traje gris y una corbata del mismo tono, desayuno ligeramente y meto la invitación en mi bolsillo trasero, salgo de mi hogar y me dirijo sin mirar atrás a Elia ser feliz.

. . .

La carretera había sido confusa, no recuerdo cuando comencé a manejar y no recuerdo en qué momento llegué hasta acá. Observo el reloj 12:00 pm, exactos.
Abraham sonríe a todo mundo que se acerca a darle sus mejores deseos, ¿debo acercarme yo o no? Lo hago.

Y el me mira compasivo.

—Hola, Harry. Me alegro que hayas venido.
—Gracias, Abraham. Agradécele de igual manera a Elia—digo bajito.
—Puedes decírselo tú personalmente. Se niega a salir a menos que vayas a saludarla
—¿Qué?—pregunto sorprendido.

Ya no responde, sólo señala la probable habitación donde su prometida se encuentra. No dudo en dirigirme hacia allá corriendo.

Abro la puerta sin tocar antes, la observo cabizbaja sentada y sola.
Su vestido era hermoso, pero no más que ella. Un día me describió como querría su vestido "será largo, muy muy largo, con una gran cola de novia, tendrá encaje y el pecho ligeramente descubierto en V, la espalda irá descubierta. Si, así será" había dicho...

Ella nota mi presencia y sonríe.
—Hola, Harry—sonríe ligeramente.
—Elia, ¿estas bien?—cuestionó realmente preocupado.
—Si, bueno no. Estaba pensando...

Aprieta el vestido entre sus manos, conocía ese gesto, estaba nerviosa.

—¿En qué?—me siento junto a ella.
—En ti, siempre pienso en ti Harry—murmura y siento mi corazón pararse.
—Yo también pienso en ti, Elia—repito y se recarga en mi hombro—ya es tarde, cariño, debes salir—.
—¿Por qué terminamos, Harry? Explícamelo
Estoy apunto de hablar y me interrumpe.
—Se supone que cuando dos personas se aman, no hay impedimentos, ¿verdad? Yo te amaba

Su voz se quiebra y con ello su maquillaje se deshace frente a mis ojos. Siento mis mejillas mojadas cuando ella habla en pasado.

—Yo te sigo amando, Harry

Y la beso, tomo sus mejillas entre mis manos y beso sus labios después de tanto tiempo de lejanía. Ella envuelve sus pequeñas manos alrededor de mi cuello y siento como todo su labial se queda en mi boca, no me interesa en lo mínimo.
Nos separamos, la miro, era un desastre, era mi desastre.

—Pero debo casarme con Abraham para olvidarte—murmura.—tal vez me quisiste, Harry, pero no puedo dejarlo con todos los invitados ahí parado.
—Entiendo—suspiro y rodeo su pequeño cuerpo entre mis brazos.
—¿Harry?
—Mhm...
—Creo que siempre te he amado, incluso cuando no te tenia, cuando te tuve. Siempre te he amado...

Y aprieto aún más su cuerpo.
Me separo y la observo. Limpio su arruinado maquillaje con una toallita y me mira directamente a los ojos.

—Otr...

Abraham entra por la misma puerta que yo crucé anteriormente.

—Elia...

Se calla cuando observa los ojos rojos de aquella chica.

—Todos los invitados están ya listos, el padre ha llegado...Tú familia y la mia están allá. Pero necesito que me respondas algo...Sabes que te amo, pero un hombre no puede vivir con la duda.
—¿Le amas?—cuestiona el y ella se agacha. Toma su cara entre sus manos ahuecándole.
—Dímelo, Elia. Por favor, amor mío.

Ella asiente y Abraham la abraza.
—Siempre lo he sabido...
—Te quiero muchísimo, Abraham—susurra ella.
—No es lo mismo querer y amar, princesa. Por eso ve con el—voltea hacia mi—hazla feliz, Harry. Han madurado, no la dejes ir.
—Pero...—se levanta Elia.
—No te preocupes, ángel. Estaré bien, se que lo estaré.

Abraham besa sus manos y me mira, articulo un gracias y sin más cierra la puerta. Miro a Elia.

—Harry...¿ahora que haremos?
Pienso
—En primer lugar...Darnos una segunda oportunidad, conocer a la Elia actual y que ella me conozca a mi.
Asiente y ahora ella me besa.
—Te amo y siempre lo haré, Elia.

Esto era una locura...¿Pero quién en este mundo está completamente cuerdo?

He decidido cambiar un poco el final que tenía planeado ya que creo que estos imagina están llenos de cosas tristes. No es lo mejor, pero espero que les haya gustado.
—Mina.