One Shoots | Harry Styles | H.S

Unfaithful

-Hola, cariño, ¿Cómo estás?

Lo saludo sin contestación, como desde hace 1 año y medio.

-Hoy fue un día pesado, ¿sabes? Hoy Gemma te necesitaba para que la ayudases a escribir algo para su boda. Y sin embargo no estas ahí.
Estoy un poco mal, perdón. No debería molestar con esto.

Suspiro.

-Te amo, debo irme.

Sonrió y beso su frente.

Mi trabajo empieza a las 10 pm, en un bar del centro de Londres. Tenía hoy a mi cliente estrella, André. Cada semana me buscaba y yo iba, sin pensarlo dos veces. Con el dinero que me pagaba, me costaba para pagar el medicamento más costoso de Harry, de 2000 pesos.

Me siento en la barra y pido un wisky, para por lo menos olvidarlo todo y tranquilizarme sobre lo que estoy a punto de hacer. Para olvidar por qué lo hago, y quién soy. E incluso en que me convierte estar haciendo esto.

-Hola, guapa- siento su aliento de alcohol cerca de mi nariz-.

-André- sonrio forzosamente, no era ni una pizca parecido a Harry-.

-Nos vamos de una ve- suena más como pregunta así que asiento-.

-Claro, vamos.

Llegamos a su departamento, lo conozco muy bien, lo conozco desde que dijeron que Harry sufría de esa terrible enfermedad y que, con mi trabajo no alcanzaría el dinero y podría morir.

Subimos a la habitación de siempre y lo volteo a mirar de frente.

-Entonces...-titubea.

-Hazlo.

Y no necesito decirlo dos veces.

Al llegar a casa cuento delicadamente del dinero, era más que la última vez. Me da hasta para comprar algo extra. Pero no me siento orgullosa, ¿Por qué me sentiría orgullosa de ser una puta?.

Hay gritos por la casa, y no sé siquiera por qué. Nadie está en esta casa más que sólo Harry y yo. Pero escucho gritos de felicidad-supongo- de Sam, Bree, Gemma y su madre.

Subo lo más rápido los resbalosos escalones y los miro a todos alrededor de la cama de Harry. Rechina demasiado la puerta cuando entro, haciendo que todos volteen a verme. Que el me mire.

Sus ojos lucen cansados, y sus labios entre morados y rosa pálido. Había despertado, los medicamentos habían servido. Aunque el dinero con lo que lo hize fuera masomenos sucio. Pero no pensaba demasiado claro justo ahora. Harry estaba bien, mi Harry estaba bien.

-Rae, ¿Dónde estabas?- pregunta Gemma primero. Oh, Dios.

-Fui..-tartamudeo- Fui a comprar los medicamentos- y los ojos se llenan de lágrimas.

Me acerco a abrazarlo, a sentir su espalda que con todo lo que ha pasado son huesos con piel encima. Y me siento.

-Rae, no llores amor. Estoy bien, gracias a ti- sonrie débil.

Y juro oir mi corazón quebrandose.

A las 9 pm todos se han ido, menos el y yo. Sus manos juegan con mi pelo, aunque a veces el suero se enreda con mi pelo, no le importa y a mi tampoco.

-Te amo, Rae.

-Te amo, Harry.

Y lo beso, despacito. Para no romperlo.

El celular suena y lo ignoro, pero luego de 4 veces el se separa y lo señala.

Lo cojo y miro el nombre de quien llama, Pamela, simplemente contesto.

-Rachel- saludan del otro lado-.

-Pam.

-¿No vas a venir?, el jefe pregunto por ti, han llegado 2 clientes que te buscan esta noche.

Mierda.

-Harry despertó , Sam- lo dejo salir.

-Vaya, me alegro, enserio lo hago, pero no te puedes ir así. O tan rápido se te olvido cómo conseguiste los medicamentos.

-No- respondo seca- Adiós-.

Cuelgo y el hombre frente a mi me mira extrañado.

-¿Quién era?- pregunta-.

-Una amiga.

-¿Amiga?, ¿Cómo se llama?

-Te platico luego.- trato de cerrar la conversación.

-Vale...

Los meses pasan y también con ellos las llamadas telefónicas. Sólo volví una vez y ya no lo hice más.

Me quedo mirando el techo y Harry entra.

-Rachel, ¿Quién es un tal André?

Pregunta con ojos muy abiertos.

-Un amigo, Haz.

-Y un amigo te va a estar pidiendo que vayas a un bar para seguir con un "trabajo".

Dice señalando mi celular entre sus manos. No quería esto, pero todo alguna vez sale a la luz.

-Puedo explicarlo, Harry...- digo sintiendo los latidos de mi corazón en mis oídos.

-Hazlo antes de que lo peor salga de aquí- su ceño se frunce.

-Bueno...- empiezo- Cuando ocurrió todo lo de tu enfermedad, los médicos hablaron conmigo. Dijeron que podrían mantenerte vivo. Pero los medicamentos serian demasiado costosos. Empeze a...prostituirme o como quieras llamarlo.

Volteo a verlo y toma su cabello entre sus manos.

-No, no. Rachel, no ¿Por qué? mierda, tenias más opciones.

-No las tenía, en mi trabajo no me pagaban ni la mitad- digo eufórica. Pero por más que trate de ayudarme no puedo, porqué la cague.

-¿Cuántas veces Rae?- pregunta.

-Muchas, Harry. Muchas. Porque te amo

Y me mira con desprecio saliendo de la habitación.

Recoge algunas cosas que se encuentran en la sala y me empuja a un lado cuando me entrometo.

-Harry, Harry- grito y se aleja más.

-¿Que?, dime.

-Perdón- murmuro.

-No, Rae. Esto no. Sabes que era lo que más odiaba de alguien y lo hiciste. Gracias por haber cuidado de mi Rachel. Pero si me hubieras amado como lo dices...No hubieses hecho eso por salvarme. Me has roto el corazón Rachel, cuando confiaba en ti, y eso no se hace. Aléjate de mi.

Y me deja sola, le salve la vida, destrozando la mía.