One Shoots | Harry Styles | H.S

Baby just say "yes"

—Señorita Jade, el señor Aarón ha llegado a la mansión.

Harry grita sin dañar los oídos de su jefa. Ella sale de inmediato de su despacho observando con preocupación a los ojos del castaño.

—¿Qué hace aquí Aarón?—pregunta ella hacia el sorprendido mayordomo.
—No lo sé—responde mientras busca en su bolsillo derecho—aquí está programado hasta mañana la cita—dice Harry sacando una pequeña agenda—hoy no era el día.

Jade voltea a la agenda de su mayordomo pensando en que hacer con el invitado que ha llegado de imprevisto. La cita que tenían era para el día siguiente por lo que nada estaba listo. Ella no estaba arreglada y la mesa no tenía vela alguna, se da de golpes mentalmente y ordena al ojiverde.

—Dile que pase, vendré en un segundo. Pídele que espere, regreso—Jade hecha a correr escaleras arriba para quitarse los vaqueros cambiándolos por un vestido negro. Daba gracias al cielo que estaba aseada y un poco maquillada.

Mientras tanto Harry abre la puerta dejando entrar a un hombre de 1.80 con ojos del color del cielo y cabello negro.

—Buenas tardes, Harry—habla sin cordialidades el invitado.
—Buenas tardes, señor—responde cerrando la puerta a espaldas de el hombre.
—¿Puedes hablarle a tu ama por favor?—pide Aarón sin vueltas.
—Ella dijo que vendría en un momento, señor.

Aarón hace un mohín sentándose en el sillón blanco de la sala tratando de no desesperarse demasiado, sabía que Jade era tardaba pero en ese momento era lo que menos deseaba. Hoy pediría que fuese su prometida y los nervios lo tenían a flor de piel.

Harry se disculpo para ir por vino para el invitado mientras pensaba. El sabía lo que sucedería aquella noche y tenía miedo por sus sentimientos. Realmente no quería que Aarón le pidiera nada a Jade ya que sino su trabajo se volvería aún más difícil.

La amaba, sabía que la amaba y también sabía que sus sentimientos no eran aceptados ni correspondidos por lo que era mejor callar el secreto y mantenerse como si su alma no se pusiera a bailar cada vez que veía a aquella chica.

Harry tomó una copa y uno de los vinos más viejos de la mansión dispuesto a ir con Aarón quien mordía sus uñas desesperadamente y jugueteaba con una pequeña cajita que hizo que el corazón de Harry dejara de latir.

—Señor, disfrute de esta bebida por favor—dijo Harry sirviendo un poco del contenido en la copa de Aarón quien asentía nervioso.

El tiempo pasaba y pasaba y Jade no bajaba haciendo que el pelinegro se muriera de angustia.

—Harry, llama a Jade—ordenó—dile que se apure.

El chico fue corriendo escaleras arriba tocando la puerta de la castaña.

—Señorita Jade—llamó—¿Esta usted adentro?—cuestionó por primera vez tocando de nuevo. No se escuchaba ningún sonido así que decidió girar la perilla. Ella podría regañarle de haber irrumpido en su intimidad pero no le importo.

Cuando se metió a la habitación observo a una Jade con un vestido negro y un poco de maquillaje cargado en sus párpados, sin embargo su mirada estaba perdida y la felicidad no irradiaba por sus ojos.

Harry se inclino hasta ponerse al tamaño de ella.

—Señorita Jade, ¿sucede algo?—preguntó Harry preocupado.
—No me llames más así, por favor—le miro con ojos llorosos. El chico sacó un pañuelo de su camisa proporcionándoselo—hoy no lo hagas, por favor.
—¿A que se refiere?—dijo el chico confundido volteando hacia el piso.

Jade tomo el mentón de Harry alzándolo para que la mirara a los ojos.

—Sé que Aarón me pedirá esta noche ser su esposa—murmuro—dime que no lo haga—suplicó—dime que no me comprometa con él, por favor, Harry.

Ella le habló con dulzura pasando una mano por sus rulos haciendo que el se estremeciera por completo. Por un momento entro en una burbuja de la que no quería salir.

—No soy nadie para decírselo, Jade—retiró la mano de sus mechones para besar sus nudillos—usted debe ser feliz con el señor Aarón y...Probablemente en algún futuro yo pueda cuidar de sus bebés.

—¿Acaso no entiendes lo que digo?—se paro exhalada—no quiero bajar con el porqué al que siempre he amado eres tú...

Harry trago sin saber cómo sentirse.

—No quiero pensar en lo que mi familia dirá, en lo que Aarón hará, porque se que si nos comprometemos es solamente por el dinero de nuestros padres y yo no quiero eso, Harry.

El ojiverde la miro con tristeza.

—Yo no tengo nada que darte—murmuro atrayéndola a su pecho.
—Claro que si...Solo dime que no lo haga y no lo haré, Styles.

Harry pensó por un momento.

—Mi estatus social no es tan bueno como el tuyo, Jade. No quiero hacerte mal—susurro—pero si cruzas esa puerta y aceptas el anillo sentiré que me muero en vida.

—¿Entonces?—preguntó ella a centímetros de su boca.

—Sé mía—pidió en un suspiro.