Parte 1
Y por fin ya era lunes, pero para ser claros, esperarlas no fue agobiante, para nada. Pero conociendo la personalidad de la delegada de la clase podría esperar cualquier cosa. Esa chica siempre fue una molestia. Sin embargo, en toda la mañana no sucedió nada.
Ahora, durante la hora del almuerzo, y como siempre, estaba solo en la azotea, en mi sagrado santuario. Hoy tenía como almuerzo jugo de limón y un pan relleno.
Como todos los días, la cafetería era un campo de batalla mortal. Sería tener bastante suerte, o ser muy habilidoso para poder obtener lo que quieres. Sería fácil abrirme paso, pero no tenía ganas, así que me contenté con lo que compré de la máquina expendedora.
Luego de terminar mi simple almuerzo me apoyé sobre la valla, la cual rodeaba la azotea por completo, y alcé la mirada al cielo, esperando.
No pasa nada...
Como no sucedió nada durante las primeras horas, supuse que esperarían a esta hora, pero...
Se demoran demasiado.
Recordando las veces que Tachibana, la delegada, me seguía y buscaba la forma de atraparme y sermonearme, ya debería saber de éste lugar.
- Shion-kun, ¿podemos hablar contigo?
Mientras miraba al cielo, ellas ya habían salido del edificio.
Bajé la mirada y reconocí a las recién llegadas. Ahí estaban mis dos compañeras de clase.
Shimizu Aika y Tachibana Yuki.
La mirada y la forma de pararse de Tachibana desprendían superioridad y te daba la sensación de que era un cazador acorralando a su presa, intimidándote. En cambio, Shimizu, más parecía como si tratara de comprobar algo mientras me miraba con curiosidad.
- ¿Mm?
Hice como si no supiera nada.
- No te hagas el tonto Shion-san.
Como siempre Tachibana, con su presencia imponente, haciendo honor a su posición de delegada y reina de los primeros, me habló como si fuera una molestia.
Creo que se tomó a pecho el hecho que nunca le hago caso.
- Para Yuki, por favor. Si le hablas así, no querrá decirnos nada.
Shimizu la apaciguó y en seguida dirigió su mirada a mí.
- Perdona Shion-kun, pero estoy segura de que ya sabes la razón por la que estamos aquí, ¿no es así?
Fue inesperadamente directa. A diferencia de cuando nos vimos por primera vez, ahora ella hablaba con más naturalidad. Tal vez estar con su amiga a lado se sentía más segura.
- Solo quere-
- Entonces... — la interrumpí mientras me separaba de la reja con la ayuda mis codos y puse una mano en mi bolsillo — ¿Qué es lo que quieren saber?
Se quedaron calladas por un momento, hasta que la delegada dio un paso adelante.
- ¿Por qué te ocultas tras esos lentes?
- No me estoy ocultando.
- Entonces ¿por qué sólo los utilizas cuando vienes a la escuela?
Supongo que Shimizu le contó sobre nuestro encuentro anterior.
- Me gusta estar solo.
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Donde todo empezó
RandomÉsta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...