Vol. 4: Cap. 1 - Parte 1

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Capítulo 1:
¿Quién es él realmente?
Juntos en Inglaterra

Parte 1

- ¿Por...? ¿Por qué estás aquí?

Él estaba genuinamente sorprendido, casi perplejo. Su boca y sus ojos estaban tan graciosamente abiertos que casi solté una carcajada. Se veía tan tonto. Ni siquiera se había dado cuenta de su abrupto cambio del inglés al japonés.

- ¿Qué? —le increpé, también en japonés, sin borrar la satisfacción grabada en mi rostro— ¿No puedo venir aquí?

- Eso...

Sin embargo, él no respondió como ansiaba, sino que desvió su mirada hacia la mujer que estaba a mi costado.

- Dígame. ¿Qué está pasando aquí? —él le preguntó, sorprendentemente, enojado.

Él, que suele ignorar las cosas que suceden a su alrededor, estaba enojado, casi parecía enfurecido. Sin embargo, contrariamente a mí sorpresa, la evaluadora no solo devaluó sus palabras, le respondió con una pícara sonrisa.

- Menuda reacción, chico. ¿Por qué estás tan sorprendido?

Lo dijo en inglés, haciendo que Shion se diera cuenta de cómo estaba hablando. Entonces retomó su postura y habló en inglés:

- Por favor no trate de jugar conmigo. Sabe muy bien de qué hablo.

- Eres bueno —respondió ella. Mantenía la misma sonrisa, pero su mirada fue diferente, era como si evaluara algo. Sin embargo, antes de que pudiera descifrarlo, ella se movió y caminó por su costado sin otorgarle más atención—. Pero no tengo nada que explicar, adáptate. ¿No dijiste que eras bueno para ello?

- Estas son cosas diferentes —dijo él, girándose para ver su espalda—. ¿Por qué está ella aquí? ¿Qué es...?

- ¡Shion! ¡Ya deja de ignorarme!

Molesta y con los brazos cruzados sobre mi pecho, los interrumpí, también en inglés. No entendía de lo que hablaban, y aunque estaba ligeramente sorprendida por lo enfadado que estaba él, el que me trataran como el aire fue suficiente para colmar mi paciencia.

Solo así, él volvió a mirarme, todavía con su mirada enfadada, pero que un poco desapareció al verme a los ojos. No dijo nada, pero el ligero movimiento de sus ojos me decía que estaba asimilando la información, por lo que también mantuve el silencio, hasta que instantes después, abrió los ojos como si se diera cuenta de algo. Abrió también su boca, más sorprendido que antes:

- Entonces tú también...

- Sí Shion —entonces sonreí, más satisfecha que antes—. Lo soy.

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