Capítulo 3:
Miedo
Reencuentro InevitableParte 2
Cuando finalmente habían acabado las clases había algo que reconocer, y es que este día resultó ser bastante raro.
Para explicarlo mejor. Con la experiencia almacenada, el durante y semanas antes del Festival Deportivo, ya no me era extraño que los demás me mirasen con envidia o emociones similares. Pero hoy fue diferente, sentía que todos me miraran de otra manera, como si quisiesen acercarse, o simplemente se limitaban a mirarme. Aunque no me hablaban, o murmurasen algo por el estilo, claramente podía notar que querían hacerlo.
Durante el almuerzo, Shimizu y Tachibana se pusieron a hablar de otras cosas, y el resto de la tarde no fue diferente a la mañana. Tal vez fue lo mismo ayer pero, considerando que apenas podía mantener los ojos abiertos, no me extraña no haberme dado cuenta de nada.
Y bueno, cuando hubo finalizado las clases, empecé a guardar mis cosas mientras Tachibana se despedía de Shimizu y salía fuera de la clase, supongo que para alguna reunión. No sé si Shimizu le dijo algo sobre nuestra sesión de estudio, pero fue un desarrollo inesperadamente bueno para mí. Conociendo su disposición al orden y lo estricta que puede ser, tenerla como tutor podría ser un dolor de cabeza; no por la dificultad sino porque, cuando se trata de estudiar, me gusta hacerlo sin presión.
- ¡Espera Shion-kun!
Shimizu me llamó cuando estaba a punto de salir del aula. Tal vez pensó que me había olvidado de la promesa.
- Tranquila, solo me voy adelantando — respondí, volviendo la mirada atrás. Shimizu estaba ayudando a la fisgona de menor rango, Yamada Nozomi, a entender la última lección del profesor de Japonés Moderno —. Primero termina de ayudarle, yo te estaré esperando allí.
Ni bien desaparecí de sus vistas y durante unos pasos después, se hizo un alboroto dentro del aula. Me hizo gracia, pero más que eso, me resultó estúpido; actuaban diferente de antes pero seguían haciendo el mismo alboroto de siempre. Sin embargo, algo sí me resultó extraño, y es que Yamada y las otras dos fisgonas, que estaban cerca, no dijeron nada mientras le hablaba a Shimizu. No me molestaba pero, conociendo su inexistente respeto por la intimidad de los demás, no podía simplemente ignorarlo.
Bajé al primer piso y seguí caminando hasta el siguiente edificio. Iba a paso lento y sin ninguna prisa, topándome con bastantes estudiantes, quienes se dirigían a sus clubs o afuera de la escuela.
Leo bastante, pero soy todo menos un conocedor o una rata de biblioteca. Leo para divertirme, encontrar un mundo fuera de la realidad y, más que nada, sumergirme en él; no hace falta mencionar que los libros que consumo son novelas actuales, ya sean españolas o inglesas, y obviamente novelas ligeras. No me gustan los libros técnicos, y me aburro con los libros de historia, en especial con los de literatura clásica; claro, hay una que otra excepción.
Cuando se trata de exámenes, solo tomo en cuenta lo que el profesor hace durante sus clases o poco más. Nunca se me da por investigar algo más y apruebo con las mejores notas, además que esa rutina me permitía solo estar concentrado en clases y mantenerme tranquilo el resto de tiempo. Y creo que esa es una de las razones por las que Tachibana no me soporta, pues siempre se queda atrás de mi por apenas unos cuantos puntos.
- Hey, boy~
Tal vez esos pensamientos innecesarios me habían sumergido en mi propio mundo, pero cuando escuché y reconocí aquella tentadora y seductora voz, toda mi atención se volcó hacía ella.
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Donde todo empezó
RastgeleÉsta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...