Al día siguiente, después de recibir esa carta, era miércoles. Y como cualquier día, después de comer mi desayuno, empecé a caminar hacía la escuela.
Era una mañana muy fresca, y encantado por la brisa que me envolvía a cada paso que daba, no podía evitar respirar profundamente de vez en cuando. Bueno, a pesar de todo lo que pasé ayer por ese par de chicas, eso podría considerarse un milagro.
Sin embargo, esa tranquilidad no duró mucho tiempo.
- Buenos días Shion-kun.
Shimizu, me estaba esperando frente a su casa, y al llegar a ella, me saludó dulcemente, haciendo que recuerde en un instante todo lo que pasó ayer.
- Buenos días.
- Hoy también cuento contigo ♥.
La saludé sin mostrar emoción alguna y con sequedad, esperando una reacción negativa. Sin embargo, ella me respondió con una sonrisa impregnada en su rostro. No tenía ganas de estresar mi día como el de ayer, así que decidí solo le seguirle la corriente.
Comenzamos a caminar juntos a la escuela (de nuevo), pero no mucho después, ella de repente se adelantó un poco, haciéndome detener.
- Shion-kun ¿Qué pasó ayer? — Me preguntó mientras me miraba con ojos inquisitivos.
- Nada importante. — Respondí sin mirarle de frente y procedí a evadirla para seguir con mi camino.
- ¿"Nada importante"? Eso no es una respuesta Shion-kun.
Ella me habló como si estuviera reprendiéndome de algo, echando unos minúsculos pucheros, mientras nuevamente se igualaba a mi velocidad
- Vamos, dime ¿por qué reaccionaste así ayer?
- ...Solo fue un reflejo. — La miré por un momento antes de lanzarle esa respuesta vaga.
- ¿Reflejo?
- Así es.
Asentí sin mirarle, con la pequeña esperanza de que se rindiera. Sin embargo, ella continuó con otra pregunta.
- Pero... ¿por qué Yuki actuó de esa manera?
Y yo que voy saber.
- ¿Mm?
No le respondí, pero ella aún quería una respuesta y no estaba dispuesta de separar sus ojos de mí hasta que lo haga. Pero después de un rato, al ver que no estaba dispuesto a responder, ella cambió de tema.
- Shion-kun, ¿aún deseas seguir así, en la escuela?
¿Qué pasa con esa pregunta?
Cambió de tema, pero empezó con otro que hace tiempo dejé atrás. Sin embargo, habiendo recibido esa pregunta no pude evitar pensar un poco en una respuesta.
La verdad es que, varias veces yo también me he estado preguntando el por qué siento que así deberían ser las cosas, ¿será por algo que me pasó antes del accidente o algo relacionado a ello? No había nada seguro. Pero este no era el momento para estar en mi mundo de pensamientos, pues pude reconocer a alguien delante. Esa persona estaba esperando en la siguiente esquina, pero cuando la reconocí, había girado al otro costado de la esquina sin darse cuenta de nosotros.
Obviamente era aquella chica.
- Parece que Tachibana te está esperando.
- ¿Mm, Yuki? ¿Dónde? — Shimizu intentó localizarla.
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Donde todo empezó
RandomÉsta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...