Capítulo 2:
Somnoliento y con problemas
En la escuela...
Parte 6
¿Por qué me conoce la Presidenta del Concejo Estudiantil?
Me pregunté ni bien ella se presentó.
En lo único en que sobresalía era en mis notas, eso tal vez me había puesto en la vista del Concejo Estudiantil. Sin embargo, eso me resultó irrelevante, y pensándolo un poco incluso pensé en el festival deportivo, pero aun así no estaba del todo convencido.
¿Qué es lo que el consejo...? No, ¿qué es lo que la presidenta quiere de mí?
Estaba en un inesperado dilema y obviamente no tenía ni la menor idea de cómo reaccionar. Pero antes de llegar a una conclusión, la presidenta continuó:
- Ahora que me he presentado, iré directo al grano. — dijo, cruzando sus brazos y mirándome con picardía —. Verás, Shion-kun. Esta mañana, te vi en la azotea.
- ¿Qué...?
Fueron apenas unas cuantas palabras, pero fueron suficientes para que mi cerebro volviera a quedarse en blanco. Intenté mantener mi compostura, pero cuando me di cuenta que había vuelto a soltar mi maletín, no pude evitar tragar mi saliva. Ella me había visto, ella sabía de mis poderes.
- ¿Qué acaba de decir, Senpai?
Pregunté, en una inútil manera de hacer tiempo, pero ella entrecerró más sus ojos, como diciendo "De aquí no sales hasta que me digas todo", pero usando otras palabras:
- Lo que escuchaste Kouhai.
Entendiendo sus intenciones, involuntariamente, retrocedí un paso al mismo tiempo que una enorme gota de sudor se deslizaba desde mi frente. Tragué saliva una vez más mientras le exigía a mi cerebro una inmediata solución.
- ¿No vas a decir nada en tu defensa... Kouhai-kun?
Dijo ella, con una sonrisa insinuante y recuperando el paso que yo me alejé, presionándome más.
- ¿Qué puedo decir...?
Pero no tenía ni la menor idea de qué hacer, estaba completamente acorralado. Pero aun así no podía darme por vencido y seguí obligando a mi cerebro a trabajar. Sin embargo, todo mi esfuerzo se fue al traste al escuchar sus siguientes palabras, con un tono enojado mientras ponía sus manos sobre sus caderas.
- Mo~ Al menos trata de formular una excusa, así no es nada divertido.
- ¿Eh?
Espera un momento, ¿qué tipo de interrogatorio es este?
Ante sus palabras, por fin me liberé de la presión y me di cuenta que había algo raro en todo lo que había ocurrido. Su forma de hablar no concordaba en lo absoluto con la importancia del tema. Si realmente me había visto usar mis poderes sus reacciones deberían haber sido, no lo sé, ¿un poco más dramáticas?
Así que cuando por fin lo entendí, decidí saltarme las preguntas importantes y apostándolo todo por la suerte, pregunté:
- Mm... ¿estaba mal ir a la azotea?
- Shion-kun... — y ella me miró decepcionada —. ¿Me lo dices en serio?
- Pues... ¿sí?
- Esto no puede ser cierto. — Sonó deprimida con una expresión de no poder creer lo que acaba de oír. — Shion-kun, parece que no lo sabes, pero la entrada a la azotea está prohibida. ¿Debo suponer que es porque eres un estudiante relativamente nuevo? ¿Esa es tu escusa?
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Donde todo empezó
RandomÉsta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...