Capítulo 4:
Recuerdos
Pasado x Presente
Parte 7
Cuando llegué a mi clase ya no era el blanco de mirada alguna, pero tras cruzar la puerta abierta me encontré con algo totalmente inesperado. Las tres "fisgonas" ya habían llegado. Bueno, no era raro verlas llegar temprano de vez en cuando. Sin embargo, no estaban solas.
Eran dos chicos y tres chicas que no pertenecían a nuestra clase, y todos ellos, incluyendo al trío, se sorprendieron al verme, volviéndose más discretos en su conversación. Es más, y mientras me dirigía a mi asiento, empezaron a discutir sobre hacer algo o no.
¿Ellos no serán de su grupo?— asumí. Era la primera que las veía con otros miembros de su tan rumoreado grupo y, bueno, al parecer, durante mi ausencia, se hicieron más problemáticos. Escuché que tuvieron un conflicto, por así decirlo, con una pandilla de la ciudad. No sabía casi nada de ese trío, pero aun así no me era fácil creer en ese rumor. Así que me pregunté sobre cuál era su razón de ser o sus objetivos. O mejor: ¿Cuál era el objetivo de su líder o líderes?
Pero también había algo raro.
¿Por qué siento que me están mirando?
A medida que seguían discutiendo siempre se escapaba una mirada hacía mí de alguno de ellos. Atribuí a que estaban cautelosos de que no escuchara nada, así que me limité a sacar mis útiles. No pasó mucho para que llegase Tachibana junto a Aika. Aún podía sentir la furia de la primera en entrar. Incluso las pobres almas que habían entrado en ese corto periodo de tiempo y que no tenían nada que ver, fueron víctimas colaterales de tal atropello.
El grupo...
Ahora que me doy cuenta, ¿Cómo se llama ese grupo?
Bueno, la cuestión es que apenas vieron a Tachibana, salieron casi huyendo. Tal vez los rumores eran ciertos, pero si ese fuese el caso, ¿ya no han sido reportados, o algo por el estilo? Sea como fuese, Tachibana creo que ni siquiera se dio cuenta de su presencia, más bien, creo que yo era el único en su línea de visión junto a Aika, quien me saludó un poco nerviosa. Para la buena fortuna de todos, Tachibana logró calmarse mientras la clase se llenaba. Cuando llegó la hora se dirigió al pupitre del profesor, nos dio algunas pautas, además de nombrar a los que les tocaba limpiar el salón, y sin más, el profesor ingresó y empezamos las clases de la mañana.
Cuando llegó la hora del almuerzo recordé algo importante, y es que no había hecho nada para mi almuerzo. Por ello cogí mi maletín y, tras ponerlo sobre el pupitre, empecé a buscar mi billetera.
- Shion-kun...
Pero dejé hacerlo cuando Aika se me acercó. Al girarme la vi con sus manos atrás, como si tratara de ocultar algo. Sus ojos verdes me miraban intensamente pero a la vez eran tan nerviosos que, junto al ligero rubor que había en sus mejillas, me daban la sensación de estar mentalizándose para hacer algo que la avergonzaba.
- ¿Qué pasa Aika? —pregunté.
- Shion-kun... —volvió a repetir, esta vez encogiendo sus pequeños hombros y desviando su mirada de la mía. Sus mejillas más rojas que antes me dieron a entender lo vergonzoso que le resultaba ser llamada así. Pero fingí no darme cuenta al ver que volvía a mirarme con la misma determinación de antes—. Quería disculparme por lo sucedido ayer... En ese momento no sabía el mal que te estaba haciendo... Por eso... pensé que podría...
Pero de repente, la puerta sonó bruscamente, haciendo que, los que aun quedábamos en la clase, dirijamos nuestra mirada hacia la misma dirección. No sé, pero me dio la sensación de que todos nos estaban mirando hace unos instantes. Pero la cuestión es que, en la puerta estaban varios chicos y chicas. Reconocí a algunos; eran los mismos que vinieron en la mañana.
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Donde todo empezó
De TodoÉsta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...